30.6.07

No te quiebres, país

  • No estoy harto sólo por los siete meses que lleva Felipe queriendo convencernos de que sí sirve para presidente;
  • no es únicamente que sumemos ya seis años y medio bajo gobernantes panistas rateros e iletrados;
  • ni siquiera es porque El Peje me caiga muy bien que digamos;
  • son los 18 años y seis meses de salinismo ininterrumpido los que me tienen hasta la madre.

Durante todo ese tiempo, el país ha resistido y los gobernantes no han conseguido destruirlo.

A sumarme a esa resistencia voy. Por ella seguiré yendo.






28.6.07

Viene-viene ejecutado por Morfeo

Vi a un cuidacoches convertido en cuidasueños (nomás los suyos) y en flagrante abollador del automóvil que había jurado defender. Le tuve envidia:


Salud a ti, que duermes
entre el sol y el cemento
y resistes el ruido
del hormiguero urbano,
la mentada de madre
de los clasemedieros
y el ‘qué dirán’ de todos
los que te ven y pasan.

Salud a ti, que sueñas
y defiendes tu sueño
del calor de la tarde,
de la nube imprevista,
de la extorsión segura
del agente de tránsito.

Salud a ti, que huelgas
a media contingencia
y párpados adentro,
descuidando propinas
y descuadrando un cofre;
feo, pobre y jodido
pero libre ante todo.




¿Para qué sirve la FINUL?

Jeyson Alejandro Castaño Abadía,20 años, colombiano
Johnattan Galea García, 18 años, madrileño
Manuel David Portas Ruiz, 19 años, sevillano
Yhon Edisson Posada Valencia, 20 años, colombiano
Jefferson Vargas Moya, 21 años, colombiano
Juan Carlos Villora Díaz, 20 años, avilés

Los muertos
El domingo seis soldados del contingente español de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas para Líbano (FINUL) murieron en el sur de Líbano. Una mano anónima (¿Hezbollah? ¿Israel? ¿Siria? ¿Al Fatah al islam?) hizo detonar 50 kilos de explosivos al paso del vehículo blindado en el que viajaban los efectivos internacionales. Cuando uno lee “soldados” se imagina a hombres curtidos en el arte del combate y la aniquilación. Los fallecidos en Líbano tenían entre 18 y 21 años, y no hay forma de evitar que el ataúd le quede grande a un muchacho en esas edades. Los funerales de Estado debieran reservarse para protagonistas un poco más curtidos en la vida. Pero así son las guerras: los comandantes en jefe son hombres maduros o algo más, operan desde aposentos con aire acondicionado a miles de kilómetros del campo de batalla y las unidades de combate son apenas puñados de pixeles en las pantallas en las que se recrea el mapa del conflicto.

Líbano es “un escenario de guerra”, ladró Mariano Rajoy horas después del atentado, como si se necesitaran años de estudio para concluir que el País de los Cedros está sumido hasta las copas de esos árboles en una conflagración bélica o, más bien, en varias. Las más visibles y recientes son los duelos entre Hezbollah (chiíta) e Israel, los que sostienen el embrionario ejército nacional y Al Fatah al Islam (sunita) y la que Tel Aviv sostiene más o menos contra todos los seres vivientes que se encuentran al norte de su frontera, pero no son las únicas; en territorio libanés se libran, además, complejos y confusos enfrentamientos de largo aliento que involucran a Siria, a Irán y a las potencias occidentales.

La tarea oficial de la FINUL consiste desde marzo de 1978 (copio de la página oficial) en “confirmar la retirada de las fuerzas israelíes del sur de Líbano, restaurar la plaz internacional y la seguridad y asistir al gobierno del país árabe en asegurar el restablecimiento de su autoridad en esa área. Adicionalmente, en agosto de 2006 el Consejo de Seguridad le ordenó monitorear el cese de las hostilidades (entre Israel y Hezbollah, supongo), acompañar y apoyar al ejército libanés en su despliegue al sur, coordinar sus actividades con los gobiernos de Beirut y Tel Aviv, garantizar la entrega de ayuda humanitaria y el regreso de los desplazados, ayudar en el desarme de la zona y asistir al gobierno libanés para asegurar las fronteras e impedir el ingreso de armas y material relacionado”.

Suena muy bonito pero de 1978 a la fecha Israel ha invadido el sur de Líbano cuantas veces ha querido, sus aliados han cometido masacres de civiles en las narices de los cascos azules, las facciones rivales no han encontrado en ellos un obstáculo serio para matarse mutuamente y la región supuestamente bajo control de la FINUL sigue siendo una tierra de nadie. Los comandantes de esta fuerza tienen prohibido responder a las invasiones israelíes que han sido, por mucho, los principales factores de violencia, destrucción y muerte en la zona. Botón de muestra: en julio del año pasado las fuerzas de Tel Aviv lanzaron un bombardeo sobre una posición de las fuerzas de la ONU. Se les exigió en diez ocasiones que detuvieran el fuego pero continuaron el ataque y mataron a cuatro observadores militares, en lo que Kofi Annan y el canciller libanés, Fwazi Sallhuk, llamaron una agresión “deliberada”.

El despliegue de un cuerpo castrense que tiene prohibido defenderse --al menos, de su enemigo más peligroso y mortífero-- es un crimen de la simulación diplomática: La FINUL obedece al designio de encubrir la falta de voluntad de los gobiernos occidentales ante la agresividad de Tel Aviv contra los países vecinos. Sus efectivos podrán ser heroicos, pero son como patos sentados para los ejercicios de puntería de Israel y de las milicias que pululan en el sur libanés. Si no se modifican las reglas, más valdría que los muchachos que integran la misión fueran devueltos a sus hogares; de preferencia, vivos.


Anuncio en la página web del Ministerio de Defensa de España



26.6.07

En Guanajuato no existes, Jorge

Andaba tras las huellas del Ibargüengoitia, que desde el Más Allá las sigue dejando, pero los gobernantes panistas de su estado y su ciudad natales no saben nada de él. Me gustaría preguntarles en persona su opinión sobre el novelista al gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez y al Pdte. municipal Eduardo Romero Hicks. Tal vez si escuchan el sonoro apellido peninsular (vasco, pues), piensen que les estoy hablando de un accionista de Repsol muy interesado en privatizar los drenajes de Celaya, si es que los Sahagunes todavía no se los clavan. Miren nomás:





Soluciones finales

El video

La semana pasada el parlamento iraní aprobó por abrumadora mayoría una disposición que considera “corruptores del mundo” a quienes participan en la elaboración de materiales pornográficos. No se trata de una simple condena moral, sino de una invitación al matadero, porque en esa categoría entran los más aborrecibles pecadores (en Irán pecado y delito son lo mismo), susceptibles de ser condenados a muerte. La decisión parlamentaria fue considerada reacción ante el escándalo que empezó el año pasado porque circuló un video en el que supuestamente aparece una actriz televisiva muy famosa, Zahra Amir Ebrahimi, en un encuentro sexual con un muchacho que podría ser su ex novio. Observen, si lo desean, esa grabación aburridísima para todo mundo a excepción de los protagonistas y los guardianes de la Ley Islámica: los primeros consiguieron unos minutos de placer y los segundos tuvieron en sus manos la raíz del Mal. Ahora Zahra está en graves dificultades legales y el muchacho se encuentra en la cárcel, después de una fuga a Armenia y de una extradición.

La actriz

Uno piensa que, salvo por la imperdonable tontería de quitarse el condón antes de tiempo, no tendría por que haber en ese fragmento de video un peligro de muerte para los actores, los cuales no le hacen daño a nadie al videograbarse, o dejarse videograbar, mientras copulan. En Occidente la práctica no sólo se ha vuelto un aliciente para el erotismo alicaído de muchas parejas (o tríos, o cuartetos, o regimientos) sino que se ha convertido en recurso mercadotécnico para remontar los baches en la popularidad de actrices y cantantes. No falla: es cosa de picar el botón de “record” en una cámara, dar consuelo a las glándulas, a cuadro, filtrar el resultado en Internet y luego poner el grito en el cielo porque alguien invadió su privacidad. Es posible que Zahra haya pretendido imitar a sus colegas gringas, o bien que haya buscado un cachondeo adicional, o bien que los orgasmos pixeleados no sean de ella. Es lo de menos. Lo grave es que 148 de 152 parlamentarios iraníes presentes en la votación estén tan convencidos de que el episodio debe pasar de la cama al patíbulo y que la pornografía es tan ofensiva a los ojos de Alá que debe ser sancionada con la muerte. Qué vulnerable y débil tiene que ser una idea de Dios que ha de ser cuidada con semejante celo por parte de sus devotos.

Lo peor de
todo es que fuera de Irán no estamos necesariamente mejor en materia de civilidad y tolerancia. El viernes, en algún lugar particularmente oscuro del cerebro de Enrique Peña Nieto, se gestó la idea de que, ante la insuficiencia del Ejército para combatir al narco, hay que tomar en cuenta “experiencias radicales y contundentes” de países en las que el consumo y la venta de estupefacientes se castigan con la pena de muerte. La idea se abrió camino hasta la boca del gobernador mexiquense y salió por ella en forma de una declaración que fue recogida por varios medios (por ejemplo, La Jornada y Milenio del 22/06/07), por más que alguien en el gobierno de Toluca, dotado de un mínimo de pudor, decidió escamotearla del boletín oficial en la página web del Edomex.

De oscuro y al centro: Medina Mora y Peña Nieto

Qué genialidad, y cómo no se nos había ocurrido antes: basta con matar a todos los consumidores de drogas para que desaparezca, como por arte de magia, el problemón del narcotráfico. Más difícil que combatir las adicciones o perseguir películas de sexo explícito es evitar la existencia de individuos con las circunvoluciones cerebrales peinadas a la Hitler, es decir, prestos a reducir cualquier ecuación conflictiva en una elegante solución final: ¿Nos molestan los judíos, los gitanos y los homosexuales? Pues hagámoslos pantallas para lámparas. ¿Nos amenazan los pornógrafos? Pues aprovechemos sus orgasmos para sembrar mandrágoras al pie de los cadalsos. ¿No sabemos qué hacer con los adictos? Pues importemos juristas de Malasia, de Arabia Saudita y de Singapur para que nos ayuden a codificar la pena de muerte por posesión de cocaína y mariguana. En el camino ya se nos irá ocurriendo qué otras subespecies indeseables exterminar (ojo: los pobres también son muy desagradables; ah, y no hay que olvidar a los indios...) , y al final tendremos una humanidad hermosa, depurada y, sobre todo, con ideas claras.


24.6.07

Hoy, por ejemplo...


... Seis chavitos del contingente español de la FINUL (Fuerza de Interposición de las Naciones Unidas en Líbano) murieron en un ataque al vehículo blindado en el que viajaban. Las edades de los fallecidos iban de los 18 a los 21 años, y tres de ellos eran colombianos (más les habría valido que la policía los deportara, cuando ingresaron a España, por no llevar consigo quinientos y no se cuántos euros). Esta pequeña carnicería es una excelente oportunidad para que el ministro de Defensa vaya al funeral, diga tres tonteras y salga en muchas fotos y en muchos minutos de noticiero. Fuera de eso, y habida cuenta que la FINUL no sirve para nada, no logro entender el sentido de esas muertes.

Pero cómo duelen.



2 soldados de fortuna 2

Boilerplate en las trincheras de Francia

  • Rafael de Nogales Méndez, venezolano
  • El estadunidense Boilerplate

Nació en Táchira, Venezuela, en 1879, con el nombre de Rafael Inchauspe Méndez. Decía dominar el inglés, el francés, el alemán, el árabe y el chino, además del español, y aseguraba haberse educado en Alemania, Bélgica y España, donde recibió instrucción militar, pero al parecer tuvo su bautismo de fuego a los 19 años, en Cuba, en donde peleó en el bando español en la guerra contra Estados Unidos (1898). En 1902 participó en la Revolución Libertadora en su país natal, y dos años más tarde trabajaba como espía para el gobierno de Tokyo en la guerra ruso-japonesa. Apareció en California en 1905, en donde conoció a Ricardo Flores Magón; volvió a Venezuela en 1908 tras el derrocamiento de Cipirano Castro, se enemistó con las nuevas autoridades, en 1910 tomó parte en la revuelta maderista pero abandonó México antes de la entrada triunfal de Madero a la capital del país. De regreso en Venezuela, se alzó en armas contra el gobierno de Juan Vicente Gómez, se declaró gobernador de Apure, fue derrotado mes y medio después y volvió a Europa.


Rafael de Nogales, en uniforme del Ejército Otomano

Según él, en 1914 “la guerra venía a ofrecer a mi espíritu militar su primera y más hermosa oportunidad; cuando ya no hubo manera de detener el conflicto universal, partí inmediatamente con el objeto de unirme a las naciones latinas de Europa, a pelear por mi raza y por la civilización dentro de la amplia y profunda hermandad latina”. Pero las tales naciones latinas no lo aceptaron y se halló combatiendo como oficial de las Fuerzas Expedicionarias Turcas. En algún momento del conflicto fue nombrado general de División del ejército prusiano y Guillermo II le concedió la Cruz de Hierro. Fue testigo y cronista de la masacre del genocidio de armenios en Anatolia y gobernador militar de Palestina, en donde se enfrentó a los ingleses en 1917. Narró sus aventuras en el libro Cuatro años bajo la Media Luna. Tras la guerra retomó sus andanzas por Estados: gambusino en California, vaquero en Nevada y Arizona y cazador de ballenas en Alaska. Unos años más tarde estaba peleando al lado de Sandino contra los invasores gringos. A raíz de esa experiencia escribió El saqueo a Nicaragua, volumen que fue incautado por los estadunidenses. Aseguraba que había pasado algún tiempo en China. Murió de pulmonía en Panamá el 10 de julio de 1936 y a últimas fechas ha sido convertido en héroe oficial por el gobierno de Hugo Chávez.

En algunos de sus párrafos da la impresión de que quería más a las yeguas que a las mujeres. Le fascinaba la acción, despreciaba el sosiego y le encantaba todo lo relacionado con matar. Se ufanaba de haber comido pescado crudo con todo y ojos, caimán en ensalada, culebras, carroña de oveja, carne humana, elefantes, rinocerontes, patas de jaguar y de oso pardo, mono asado, guacamayas, joroba de camello, anguilas eléctricas y tiburón podrido. Y escribió: “Se ha generalizado entre la gente la opinión de que un soldado aventurero debe tener, por sobre todo, un bravo corazón; mis experiencias culinarias son suficientes para demostrar que lo que realmente se necesita es un estómago de hierro”.

Roberto Arlt redactó un célebre artículo sobre los paralelismos entre Lawrence de Arabia y Rafael de Nogales, quien ha sido descrito como aventurero, como mercenario, como revolucionario y como intelectual, aunque él se proclamaba “caballero andante”. Tal vez fue todas esas cosas en distintos momentos de su vida. De algunas de sus andanzas no hay más prueba que su palabra, y tengo la impresión de que era, sobre todo, un portentoso fabulador.

Como De Nogales, el estadunidense Boilerplate hizo sus pininos bélicos en Cuba durante la guerra de 1898, pero en el bando contrario. Su presencia fue decisiva en el combate librado en junio en Las Guásimas, en el que las fuerzas gringas, comandadas por Theodore Roosevelt, propinaron un grave revés a las peninsulares. Un año después Boilerplate combatió en Filipinas; en 1900 fue asignado al 14 Regimiento de Infantería, desplegado en China durante la Rebelión de los Boxers, y en 1904 se encontraba de visita en Puerto Arturo cuando esa localidad del oriente ruso fue atacada y sitiada por los japoneses. Nuestro personaje fue integrado al grupo de observadores militares estadunidenses y presenció in situ la desastrosa derrota de las armas zaristas.

En 1916 Boilerplate participó en la expedición punitiva del general Pershing contra las fuerzas de Francisco Villa. Su tarea específica era el reconocimiento en profundidad, pero el 19 de marzo, en los alrededores de Namiquipa, Chihuahua, dejó atrás a la unidad a la que estaba asignado (nada menos que el legendario 10° Regimiento de Caballería, integrado casi exclusivamente por negros), se extravió y fue a toparse de frente con los hombres del guerrillero mexicano, quienes lo capturaron y lo llevaron ante su jefe. En los días siguientes Villa enfrentó y derrotó a una fuerza de carrancistas que pretendía cercarlo y en uno de esos combates estuvo a punto de ser acribillado por una ametralladora del enemigo. Por una razón desconocida, Boilerplate intervino y le salvó la vida. La ofensiva villista no duró mucho, el pequeño contingente se desbandó y el aventurero estadunidense escapó de sus captores y logró reunirse con el 10° de Caballería. Unas semanas más tarde la expedición de Pershing volvió a Estados Unidos sin haber logrado su objetivo de liquidar a las fuerzas del revolucionario mexicano.

Foto del recuerdo con mi General Villa

Boilerplate también combatió en la Primera Guerra Mundial. Integrado al Primer Ejército de Estados Unidos, y de nuevo bajo las órdenes del antipático Pershing, tomó parte en las campañas de Saint Mihiel, en septiembre de 1918, y de Meuse-Argonne, al mes siguiente. El 2 de octubre Pershing ordenó a sus hombres que avanzaran a través del bosque de Argonne “sin importar las pérdidas que tengamos”; un batallón de 550 hombres incursionó por el valle de Charlevaux, pero pronto fue cercado por los alemanes. Se intentó por aire pero los biplanos gringos fueron derribados. La situación se hacía angustiosa y Pershing le ordenó a Boilerplate que se internara entre las líneas enemigas, cargado con agua, comida y municiones. Por increíble que parezca, nuestro personaje realizó con éxito su tarea. Unos días después, el 7 de octubre de 1918, en un asalto contra las posiciones alemanas, el héroe desapareció sin dejar rastro. Nadie lloró su muerte porque ni siquiera era humano, sino un robot diseñado y construido por el profesor Archibald Campion en un laboratorio.

Todo indica que la historia de Boilerplate es un poco más imaginaria que la de Rafael de Nogales. Al parecer, la urdieron Anina Bennett y Paul Vincent Guinan, una pareja muy locochona que vive en Chicago.

22.6.07

A mayor abundamiento

21 de junio de 2007,14:11:15

"Estimado Pedro Miguel,

Me imagino que recibes una cantidad importante de correos electrónicos todos los días y por lo mismo no tienes tiempo de responder a tod@s l@s lector@s de tu columna, así que no espero una respuesta a este correo. Sin embargo, me encantaría recibirla porque no estoy de acuerdo con parte de lo que argumentas y me gustaría saber tu opinión al respecto.

En Navegaciones publicado hoy jueves 21 de junio de 2007, en la última sección, se menciona que la razón por la que el ex-presidente Fox destinó 31 mdd al financiamiento de OMP fue "quedar bien con Occidente y presentarse como un gobernante moderno, democrático y humanista que nunca fue". Tengo muchos puntos sobre esta aseveración. Con lo único que estoy de acuerdo es que Fox no era un gobernante moderno, democrático y humanista. De ahí en fuera creo que deben hacerse varias precisiones.

Primero, si durante la administración de Fox se destinó una cantidad importante de dólares al presupuesto de las OMP no fue porque una decisión personal de Fox o de alguno de sus colaboradores, sino porque es una obligación del Estado mexicano como miembro de las Naciones Unidas. Lo anterior, en virtud del artículo 17 de la Carta de San Francisco y de la Opinión Consultiva de la CIJ del 20 de julio de 1962.

Segundo, aun cuando es totalmente reprobable la actitud de algunos cascos azules y por supuesto que son culpables de los delitos que se les imputa en varias misiones (como bien señalas en tu columna), han sido casos aislados y de ninguna manera representa la conducta de la mayoría de los cascos azules en el mundo. Lo que más me molestó de tu columna es que de su lectura podría inferirse que es un grave error que México contribuya a OMP, con lo cual estoy totalmente en contra por muchas razones. Para todos aquellos que creemos en la existencia de una comunidad internacional que aun con instituciones débiles como Naciones Unidas ha podido dar algunos pasos adelante en la protección de la persona humana a través de acciones como el apoyo en situaciones post-conflicto, es absolutamente reprochable el que hagas inferir a tus lectores que lo que hizo el Estado mexicano (y no Fox, como argumenté en el párrafo anterior) es incorrecto porque puede terminar financiando la explotación de personas. Además de esto hay otros dos puntos que quisiera señalar.

1) Desafortunadamente en México, la opinión pública en general, parte de la clase política e incluso dentro de la comunidad académica, no hay una vocación internacionalista. No sólo no conocemos los conflictos internacionales más graves que vive nuestro planeta, sino que cuando sabemos un poco de ellos, preferimos ignorarlos porque "está del otro lado del mundo". Por este motivo, es loable que llames la atención sobre una asunto internacional terrible (los delitos que han cometido algunos cascos azules), pero creo que el último párrafo de tu escrito puede fomentar que algunas personas se opongan al financiamiento para OMP que no sólo es necesario, sino obligatorio porque es una disposición contractual. ¿Por qué habrías de fomentar este tipo de actitudes? ¿Estás en contra del financiamiento a OMP?

2) Si alguna vez has platicado con cascos azules te diste cuenta que son personas que merecen todo nuestro respeto porque la labor que realizan va más allá del dinero que obtienen por ello. Ponen su vida en peligro por resguardar "la paz y seguridad internacionales", por colaborar a la reconstrucción de países que los académicos denominarían "Estados colapsados", por proteger a los derechos humanos, por asegurar que los víveres lleguen a la población civil, entre muchas otras acciones. Repito, el último párrafo de tu artículo invita a reconsiderar la pertinencia de financiar estas acciones y creo que eso o no lo consideraste a la hora de escribirlo o crees que muy probablemente "algunos de esos dólares salidos de nuestros impuestos hayan servido para pagar la explotación de las kidogo usharatis congolesas o, peor aún, hayan hecho parte del salario de los violadores de niñas en Yuba."

Para finalizar, quisiera reiterar que no estoy negando de ninguna manera que se hayan presentado casos aislados de comisión de delitos por parte de cascos azules, pero esto no representa en la realidad el comportamiento de la gran mayoría de cascos azules y por ello deberíamos de cuidar nuestras palabras para no caer en generalizaciones.

Espero no tomes mal estos breves comentarios. El asunto que tocaste en tu columna lo he estado siguiendo de cerca y por ello me atreví a escribirte para disentir sobre algunas de tus aseveraciones.

Saludos,


Stephanie Black León"


Recibir al verano


Hay quienes, para subrayar la fecha, realizan desfiguros esotéricos al lado de piedras célebres.

En la ocasión, yo prefiero citar a los clásicos:

Los mosquitos trompeteros son llamados a formar,
¡tarará, tarará!, cada quien a su lugar.
Y con sus lanzas bajo el ala comenzaron a volar,
¡tarará, tarará!, es la hora de picar.

El verano los llamó y acudieron con valor
rezumbando en las noches de calor.
Van buscando donde dar, no se cansan de atacar
los mosquitos que nos quieren picotear.

Suenan las trompetas
que dirije un moscardón.
Saludan al verano
redoblando su tambor
Un mosquito con trombón
capitan del batallón
va volando mientras clava su aguijón.

Etc.



21.6.07

Oficialía de partes


Bueno, al menos alguien en la institución aludida se tomó la molestia de leer el post anterior.

Se le agradece.



Yvette vale un dólar

Yvette. Foto de Emily Wax

  • Violaciones a cargo de los cascos azules
  • ¿Para eso sirven nuestros impuestos?

Uno los evoca en automático, en cuanto una soldadesca cualquiera empieza a asesinar gente: albaneses en Kosovo, saharauis en su propia tierra, palestinos en Gaza y Cijsordania, cristianos en Darfur... “¡Que manden cascos azules!”, exclamamos, asumiendo que los muchachos bajo el mando de la ONU pondrán a los agresores en su lugar, protegerán a los desvalidos y evitarán nuevas masacres. En alguna ocasión habrá sucedido así, pero lo normal es que las tropas internacionales se sienten a ver la guerra a su alrededor como su fuera una película envolvente. En Bosnia los milicianos serbios perpetraron un par de carnicerías en las narices de los cascos azules y más recientemente, en Líbano, los muchachos de la ONU se sentaron a ver la entrada de las tropas israelíes que destruyeron por enésima vez el País de los Cedros.

Esa es la parte menos mala. Los conflictos bélicos son el espacio ideal para la impunidad porque en ellos rige de manera literal, en lo individual y en lo colectivo, la ley del más fuerte. Y los chicos de la ONU también están armados hasta los dientes, y sus gobiernos quedan allá lejos, y los civiles inermes están muy a la mano. Ahora sabemos que los cascos azules violan, asesinan, prostituyen y roban a las poblaciones que debieran proteger. Es el caso de Yvette, una niña congolesa de 14 años que hace dos deambulaba en las calles polvorientas de Bunia y que se resignaba a tener sexo con algunos de los efectivos de los cuerpos de paz (MONUC) destacados en ese pueblo. Le pagaban con una taza de leche, con una lata de coca cola o, en el mejor de los casos, con un dólar. En una situación semejante se encontraban sus amigas Chantal, de 17, y Francine, de 16, quienes fueron entrevistadas por Emily Wax para The Washington Post. Faela, una madre soltera de 13 años, habló para The Independent, medio que reportó una treintena de niñas en situación similar y que son llamadas kidogo usharatis, que en swahili quiere decir “pequeñas prostitutas”. “No es propiamente violación, pero sí explotación de menores”, dijo Antoine Tambwe, un pediatra local también entrevistado por Wax. Por su parte, la responsable de la misión de la ONU en Bunia, Dominique McAdams, una señora tan despistada que parece la mamá de Paris Hilton, decía a quien quisiera escucharla que si bien sospechaba de la comisión de abusos sexuales por parte de la tropa, ella no había visto ninguna evidencia.

La tal Dominique McAdams

En otras regiones las cosas han sido peores. A fines del año pasado las autoridades policiales haitianas investigaban una treintena de casos --la punta del iceberg-- de violaciones y abuso de menores cometidos por algunos de los militares y policías que integran la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH). Los episodios más conocidos fueron el de unos soldados de esa fuerza que, frente al Palacio Presidencial de Puerto Príncipe, persuadieron a dos niñas de 11 y 14 años para que tuvieran sexo con ellos a cambio de dulces, y el de un niño de menos de 14 que fue violado en una base naval de los cascos azules. Por añadidura, en noviembre tuvieron lugar en la capital haitiana violentas confrontaciones entre la población local y los efectivos extranjeros por la tendencia de éstos (brasileños, jordanos y filipinos, principalmente) de “abrir fuego en forma indiscriminada” contra los manifestantes. Tal práctica se acentuó luego de que dos uniformados jordanos fueron emboscados y asesinados en una emboscada que les tendieron individuos no identificados en Cité Soleil, uno de los barios más pobres de la paupérrima Puerto Príncipe.


Cascos azules y civiles haitianos. Foto: Daniel Morel

El pasado 15 de febrero Amnistía Internacional reportó las muertes de los albanokosovares Mon Balaj y Arbën Xheladini, ocurridas durante la represión de una marcha por efectivos de la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK), los cuales dispararon granadas de gas lacrimógeno, balas de goma y proyectiles de acero recubiertos de plástico, contra unas tres mil personas que rechazaban, sentadas en la calle y en forma pacífica, el plan de la ONU para Kosovo. Algunos de los 80 heridos --varios de ellos se reportaban en condición grave-- recibieron en la espalda el impacto de los proyectiles.

No terminaríamos nunca. Desde que la insustituible Graça Machel elaboró (1996) el informe que lleva su nombre, la ONU se vio obligada a reconocer algunas de las atrocidades cometidas por las tropas que actúan bajo su bandera. Hace unos años Kofi Annan propuso que se actuara con “cero tolerancia” ante los abusos de los cascos azules contra las poblaciones civiles, pero el llamado no ha tenido un impacto significativo. A principios de 2007, ya con Ban Ki-moon al frente de la organización, se divulgó que al menos una veintena de niñas de 12 años o menos habían sido violadas por efectivos multinacionales desplegados en Yuba, en el sur de Sudán. De enero de 2004 a noviembre de 2006, 319 cascos azules han sido sometidos a investigación se ha repatriado a 144 militares y 17 policías asignados a diferentes misiones y se ha despedido a 18 civiles. El organismo internacional adoptó medidas disciplinarias contra 179 agresores destacados en la República Democrática del Congo (RDC). Pero “los soldados de la ONU tienen inmunidad respecto a las leyes locales y depende de sus gobiernos el que sean castigados con sanciones; la mayoría de las veces simplemente son repatriados y la ONU tiene luego muy poca información de lo que sucede con ellos, en caso de que sus respectivos gobiernos hagan algo”, comentó la BBC. Las sexuales no son las únicas agresiones. En 1993 African Rights publicó un documento titulado Abuses by the United Nation Forces en el que da cuenta de asesinatos, torturas y robos en los que se vieron implicados soldados belgas, canadienses, noruegos e italianos.

Camboya, Angola, Mozambique, Somalia, Bosnia, Kosovo, Timor, Sierra Leona, Croacia, Ruanda, Liberia, Haití, RDC, Sudán: tal vez falten algunos escenarios de esta sobrebarbarie ejercida sobre las personas más desamparadas y agredidas del mundo. Hace unos días leí que Vicente Fox destinó durante su mandato unos 31 millones de dólares de fondos públicos para colaborar en el financiamiento de los cascos azules en otros países. Lo importante era quedar bien con Occidente y presentarse como el gobernante moderno, democrático y humanista que nunca fue. De esa cantidad, diez millones fueron a dar a la MONUC, y otros siete millones, a los destacamentos de la ONU en Sudán. Es posible que algunos de esos dólares salidos de nuestros impuestos hayan servido para pagar la explotación de las kidogo usharatis congolesas o peor aún, hayan hecho parte del salario de los violadores de niñas en Yuba. No hay manera de saberlo y supongo que el propio Fox jamás se lo ha preguntado.


Los chicos buenos llegan a Sudán


19.6.07

El País de Uribe

Hablando solo

El viernes 14 de junio, en Cartagena de Indias, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, concedió una entrevista a varios informadores españoles. Ayer El País (18/06/07) dio a conocer su versión del encuentro, firmada por Miguel Ángel Noceda. El texto debiera ser tomado en las escuelas de periodismo como ejemplo de un trabajo parcial, distorsionado y sometido al poder. Por ejemplo, luego de que el mandatario sudamericano presume como un “gesto humanitario” la excarcelación unilateral de Rodrigo Granda, representante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y secuestrado por agentes de Uribe en Caracas en 2004, el entrevistador le echa una mano al mandatario en problemas y escribe, sin entrecomillar, que Granda “ha aceptado no volver a secuestrar ni asesinar, sino trabajar como gestor de paz”. ¿Quién dijo eso? Desde luego, no lo dijo el delegado rebelde, cuyo abogado ha sido siempre enfático en aclarar que Granda fue sacado de la prisión contra su voluntad y que no tiene la menor intención de fungir como “gestor de paz” ante el gobierno de Uribe.

Ahí tienen, por cortesía de un prestigioso rotativo del Primer Mundo, un ejemplo flagrante de distorsión informativa y de sumisión a los discursos oficiales. Es que, al margen de las antipatías o simpatías que los gobernantes y los guerrilleros colombianos puedan generar en los informadores, simple y llanamente no está bien distorsionar la verdad, que es ésta: a Uribe le gustaría mucho que Granda admitiera los delitos de los que se le acusa y se comprometiese a no perpetrar acciones semejantes en el futuro.

De todos modos
, de poco le sirve a Uribe la protección mediática que el periodista español le vende o le regala, porque la excarcelación, así referida, coloca al gobierno colombiano ante un grave dilema: si en realidad existen elementos para considerar a Granda secuestrador y asesino, entonces el Palacio de Nariño cometió una gravísima irresponsabilidad al sacarlo a la calle sin que mediara un proceso de rehabilitación; y si, por el contrario, los cargos son ficticios, resulta obligado concluir que el ex recluso era un preso político, que su detención irregular y su encarcelamiento fueron acciones delictivas y violatorias de los derechos humanos y que, en consecuencia, el gobierno colombiano tendría que disculparse y sancionar los abusos sufridos por Granda.

En la nota
se emplea cuatro veces la palabra optimismo u optimista, pero no hay una sola mención a derechos humanos, garantías fundamentales o libertades, salvo cuando el exultante entrevistado afirma que “una democracia como ésta, vibrante, con todas las libertades, no puede cuajar en un territorio asestado por el terrorismo”. El resto es un rosario de cifras que hablan de un renacimiento económico y social milagroso.

Hay fallecimientos que
duelen mucho después de ocurridos, y uno de ellos es el del sentido común. Desde su berenjenal de escándalos políticos, Uribe pide limosna al mundo desarrollado para que lo ayude en su “lucha contra la droga” pero no habla en una sola ocasión de clínicas de rehabilitación, programas educativos o campañas de prevención de adicciones. El entrevistador, por su parte, no se toma la molestia de recordarle estos temas al entrevistado y lo deja fluir en su entusiasmo bobalicón cuando Uribe apunta que el incremento del turismo es una prueba de que Colombia está saliendo de la narcoeconomía. Vaya simulación: el país sudamericano podrá recibir decenas de millones de turistas cada semana, pero el problema económico central del narcotráfico está compuesto por otra clase de millones: los de dólares que el negocio inyecta año con año al sistema financiero mundial, ya se trate directamente de las utilidades de los cárteles o de flujos indirectos: las ganancias de los fabricantes y comercializadores de armas o las cuentas bancarias secretas o discretas de los gobernantes, parlamentarios y funcionarios sobornados para que se hagan de la vista gorda. El presidente Uribe y el reportero Noceda tampoco tienen por qué darse por enterados de estos problemas. Lo importante es comunicar optimismo. Hay que ser positivos.

El País
sigue
siendo, en muchos sentidos, un gran periódico, pero ante América Latina ha decidido desempeñarse como oficina de prensa de gobernantes de derecha como Vicente Fox, Álvaro Uribe y Felipe Calderón. Aquí está la prueba.

17.6.07

Las y los Papas

Juana: figura vilipendiada



  • Venus en el Trono de Pedro
  • Origen mítico de la Silla Gestatoria

Podría empezar así: Eloísa nació en Maguncia en 822, hija de un fraile inglés. Para estar junto a su amado, que era monje, se disfrazó de hombre, se hizo llamar Johannes Anglicus e ingresó al monasterio. Allí empezó una carrera que la llevaría a Atenas y a Constantinopla, donde destacó por sus conocimientos; llegó a Roma en 848, enseñó el Trivium y el Quadrivium y causó buena impresión entre los romanos. Fue nombrada secretario para Asuntos Internacionales por León IV y a la muerte de éste, en 855 (a los 33 años, oh), fue elegida Papa por unanimidad y ascendió al Trono de Pedro con el nombre de Juan VIII.

O bien, así: en la Polonia del siglo X, azotada por las invasiones y la peste, la penuria era tan grave que sólo los curas y los niños conseguían algunas limosnas. En esa circunstancia, Juana, mujer pobre de algo más de 20 años y marcadas inclinaciones religiosas, no tenía más posibilidad de sobrevivencia que el ejercicio de la prostitución. En vez de eso, tomó el hábito religioso de un sacerdote muerto por la peste y con ese disfraz se dedicó a mendigar. Pronto cayó en la cuenta que su buena oratoria sacra le dejaba buenos beneficios y empezó a predicar con éxito en las plazas. Adquirió fama y en poco tiempo se organizaron peregrinaciones de pueblos vecinos que acudían a escuchar al falso religioso, quien logró construir su propia iglesia y posteriormente fue nombrado obispo. No pasaron muchos años antes de que fuera llevado a Roma y elegido Papa como Benedicto III.

La historia sigue de esta forma: durante dos años, siete meses y cuatro días, ejerció el pontificado con gran sabiduría, confirió órdenes a prelados, sacerdotes y diáconos; consagró altares, administró sacramentos, compuso prefacios para misas, puso con sus propias manos la corona imperial sobre la cabeza de Luis II de Occidente y dirigió hábilmente la política de la Iglesia. Pero la pontífice se enamoró perdidamente de un individuo que pudo ser camarero, capellán, cardenal romano o el mismísimo Lamberto de Sajonia; fue correspondida en secreto y resultó embarazada. Al principio pudo ocultar su estado, pero con el correr de los meses hubo de evitar las apariciones públicas. Tras varias semanas de ausencia de las ceremonias oficiales, el pueblo romano empezó a murmurar. Juana sabía que el nacimiento de su criatura estaba próximo, pero se vio obligada a asistir a la procesión de Corpus Christi, ocultando el enorme vientre bajo los hábitos papales. Seis cardenales cargaban el anda de Juana, la cual sobresalía de la muchedumbre como un navío blanco; al llegar cerca de la basílica de San Clemente los dolores de parto fueron tan grandes que la pontífice cayó entre gritos y al cabo de unos momentos apareció, de entre las vestiduras pontificias ensangrentadas, un recién nacido.



El oso de Corpus Christi


Ahora escojan uno de estos finales: A) La gente de Roma le ató los pies a la cola de un caballo que la arrastró a lo largo de media legua mientras la muchedumbre la apedreaba. Fue inhumada en el sitio de su muerte y en su lápida se escribió: Petre, Pater Patrum, Papisse Prodito Partum (Pedro, padre de padres, propició el parto de la Papisa). B) Murió al dar a luz, su bebé fue ahogado por los sacerdotes y ambos fueron enterrados en el sitio del alumbramiento. Sobre la tumba fue puesta una capilla con una estatua de la Papisa en hábitos sacerdotales y con un niño en brazos. Las ruinas de la edificación todavía podían verse en el siglo XV. Hacia 1600, en la galería de bustos papales de la Catedral de Siena, fue colocada una representación en mármol rubricada por esta leyenda: Johannes VIII, femina et anglia (Juan VIII, mujer e inglesa). C) Ella y su hijo fueron encerrados hasta el fin de sus días en un convento o castillo papal, o bien ella murió sola y su pequeño llegó a ser obispo de Ostia. D) Volvió a la pobreza absoluta de la que había salido y murió en la mendicidad.



Supuesto final trágico


Trato de sintetizar las múltiples ramificaciones y posibilidades de una historia que se sustenta en el Chronicon Pontificum et Imperatum de Martín de Opava, llamado El Polaco, en la Chronica Universalis Mettensis de Jean de Mailly, y en más de 500 documentos que hacen referencias a Juana, entre ellos textos de Platina, Petrarca y Bocaccio. Pero es probable que el relato sea falso de cabo a rabo. El verdadero Juan VIII (872-882) dejó tras de sí una documentación abundante y poco cuestionable. León IV fue sucedido en el cargo por Benedicto III (de septiembre de 855 a abril de 858), quien hubo de convivir en Roma con Anastasio III, antipapa. Tal vez el alto clero inventó al tercer Benito (el Papa 104) para encubrir la presencia de una mujer en el solio de Pedro y enterró a una ternera muerta o el cadáver de un mendigo anónimo bajo su lápida en la Basílica de San Pedro; sin embargo, la existencia de Benedicto III está confirmada por monedas y documentos de la época, y en ninguna parte se menciona que hubiera sido mujer. De Mailly, por su parte, sitúa a la Papisa en las postrimerías del siglo XII, después de Víctor III, pero en esas fechas Juana tampoco cabe en el calendario.

Se ha sugerido que la leyenda procede del apodo del Juan VIII histórico (872 a 882), a quien sus opositores le decían Papisa porque lo consideraban débil --el machismo no se inventó el mes pasado-- ante la Iglesia de Constantinopla. La explicación más aceptada es que Juana representa, en la imaginación popular, el dominio de facto que las mujeres (Marozia, las dos Teodoras) ejercieron en Roma durante la Pornocracia. Pero esas cortesanas, como las de apellidos Medici y Borgia que les sucedieron siglos más tarde, fueron figuras perversas y oscuras, fanáticas de la conjura y el veneno. Juana, en cambio, está libre de pecados, salvo dos (ser mujer y ocultarlo), y su único error es haber transgredido el dogma sin sustento de la masculinidad obligatoria para el alto clero. Fuera de esas verdaderas pecatas minutas, Juana fue, según el relato, una Papisa eficaz y bondadosa. Es dable suponer que por medio de esta leyenda el imaginario colectivo de la Edad Media europea lanzaba una pulla hiriente a los misóginos falócratas del Vaticano.

Quiere la conseja que la Silla Gestatoria (mueble en el que los pontífices eran, hasta tiempos recientes, llevados en hombros) tenía un hueco en el asiento y que fue instaurada tras el episodio de Corpus Christi. Cuando un nuevo Papa resultaba electo, era sentado en ella y los integrantes del cónclave pasaban, uno por uno, metían la mano por debajo para certificar al tacto los cojones de Su Santidad y, tras el examen, cada verificador debía anunciar en voz alta: testiculum habet et bene pendebant, lo que en bajo latín pasó a decirse duos habet et bene pendentes, es decir, “tiene dos, y bien colgados”. El Trono de Pedro debe seguir macerándose en testosterona por los siglos de los siglos, amén. Fuera real o imaginario el hoyo del asiento, el fugaz Juan Pablo I (agosto-septiembre de 1978), quien tal vez soportaba mal las cosquillas, abolió el uso de la Silla Gestatoria, y sus sucesores se han cuidado de restablecerlo. Querida Juana:

Por más que tu polémica existencia
a los historiadores no les cuadre,
fuiste predicador y Santo Padre
y el clero te siguió con obediencia.

Como se te olvidó pedir licencia
unas semanas antes de ser madre,
en plena procesión se armó el desmadre
cuando, al parir, se reveló tu esencia.

Existas o no existas, dulce Juana,
amante, madre, gobernante, cura,
rosa de travestida eucaristía,

anuncias una Iglesia más humana,
más dispuesta al amor, y en tu figura
se reconcilian Venus y María.



16.6.07

Descubrimiento reconfortante (II)

Miren, el señor de aquí de la izquierda es el Dr. Gilberto Calvillo Vives, Director General del Instituto Nacional de Estadística, geografía e Informática (INEGI). Creo que el gesto de su mano derecha no guarda relación alguna con el tema que nos ocupa, pero se me ocurre que para dilucidar la cuestión planteada algunos posts abajo sería conveniente soliciarle la realización de una encuesta nacional con información cruzada. He aquí un borrador del cuestionario:



a) ¿En quién depositaste tus afanes? ¿En El Peje o en Felipe?

b) ¿Hacia dónde apuntas? ¿Izquierda, derecha o centro?

c) ¿Y tu corazón? ¿Izquierda, derecha o centro?

d) ¿Y tu cerebro? ¿Izquierda, derecha o centro?

e) ¿Gay, buga, ambas, ninguna de las anteriores o bien otros motivos? (¿Tendrá esto algo que ver con algo? Bueno, igual es interesante.)

Los requisitos para participar serían:

Hombres: sinceridad

Mujeres: capacidad de observación

Otr@s: ganas de contestar

Se vale responder con base en autoconocimiento, espejo, tacto o fisgoneo del amigo, papá, hijo, maestro, alumno o médico de cabecera.

15.6.07

Lo que pienso de España

  • España es menos que una confederación y más que un caos. Es veintitantos Estados dentro de un Estado y se extiende por tres continentes.
  • La capital de esta Españota es (dicho sea sin afán de estrenar chovinismos) la Ciudad de México, pero en un descuido la desplazan Los Ángeles o Miami.
  • Lo que los peninsulares llaman España es, como dice mi querido Miguel Ángel Bastenier (un madrileño que, si pudiera mantenerse en silencio, pasaría por nativo de Calpulalpan, Tlaxcala), sólo una provincia de sí misma.
  • Por ahora, nuestros hermanos de la orilla oriental del Atlántico sufren de un extravío europeísta y de un delirio monárquico, pero no hay que preocuparse demasiado: tarde o temprano volverán a la familia y no habremos de guardarles rencor.
  • Por supuesto, así como hay de mexicanos a mexicanos (de cachanillas a meridenses), de argentinos a argentinos (de fueguinos a salteños) y de peninsulares a peninsulares (de vascos a andaluces), también hay de españoles a españoles, y no es lo mismo un español de Paraguay que uno de Cuba o que uno de Valencia o que uno de Guinea Ecuatorial.
  • Estoy consciente de que estas palabras podrían ser tomadas como un agravio por españoles tan distintos entre sí como los catalanes, los mayas y los mapuches, y si así fuera les ofrezco una disculpa: lo que menos deseo es ofender a mis connacionales.

14.6.07

Prohibidos los pobres

Foto: José Manuel Vidal



  • La infamia de La Moncloa
  • Un mexicano más


Desde siempre los nómadas ponen muy nerviosos a los gobiernos. Tal vez eso explique los destinos distintos (el sometimiento o el exterminio) que tuvieron, a manos de los conquistadores europeos, las culturas mesoamericanas y andinas sedentarias, por un lado, y los grupos de población móvil del norte y el sur del continente, por el otro. El horror a los que viajan se puso de manifiesto también en las persecuciones atroces contra los gitanos que tuvieron lugar en casi todos los países del Viejo Continente, en donde el imaginario colectivo de los payos los tiene todavía por ladrones, malvivientes y hechiceros. Frente a estas fobias de poco sirve recordar que el Homo Sapiens no empezó siendo mexicano ni francés ni sudanés ni ruso, que prácticamente todas las naciones contemporáneas tienen por ancestros y fundadores a unos que en su momento fueron forasteros y recién llegados, que los pasaportes y los himnos nacionales se inventaron hace diez minutos en una escala histórica y que el mundo ha sido, es y seguirá siendo, a menos que ocurra algo realmente grave, un hervor sin sosiego de migraciones humanas.

Pero las autoridades se ponen nerviosas a la vista del que llega y lo miran en clave de enemigo: invasor, vagabundo, prostituta o malhechor en potencia, presencia perniciosa para las tradiciones y los valores de la Patria. A menos que el fuereño lleve en mano el boleto de regreso, lo que lo convierte en mero turista (y a veces, ni así), el extranjero es sospechoso de algo y víctima fácil para el maltrato. La discriminación y la privación de derechos se vuelven disposiciones legales. Miren, si no, la reciente disposición española que prohíbe el ingreso de latinoamericanos pobres a territorio peninsular: en abril pasado algún subordinado de Rodríguez Zapatero, si no es que éste mismo, decretaron que los viajeros procedentes de este lado del Atlántico deberán presentar a su llegada a España un mínimo de 513 euros, mostrar boleto de retorno a su país, demostrar ingresos fijos mensuales por 570 euros, estados de cuenta bancarios y, en un descuido, copia del doctorado en Economía. “En el caso de que se compruebe que un extranjero carece de recursos económicos suficientes para el tiempo que desea permanecer en España y para continuar su viaje, o no dispone del billete de regreso, se denegará su entrada en territorio español”, establece la disposición del Ministerio de la Presidencia que entró en vigor en mayo.

La medida es una ingratitud porque en Latinoamérica ha sido norma el no poner trabas a los hermanos peninsulares que deciden radicar en ellas; es una canallada porque la mayor parte de los americanos que viajan a la así llamada Madre Patria lo hacen precisamente porque no tienen esos 570 euros, y no porque quieran ir a tostarse en Marbella; es, además, una idiotez, porque en la década pasada (1995-2005) la llegada de trabajadores migrantes impulsó en 3.2 por ciento el crecimiento del PIB per cápita, y que sin ese flujo humano el indicador correspondiente se habría desplomado 0.6 por ciento, a decir de Caixa Catalunya.

Movilización

Cuando yo llegaba a España me sentía como en casa. Ahora empezaba a planear un viaje a la Península pero no me esperaba que las autoridades de allá fueran a plasmar en restricciones migratorias el racismo antilatinoamericano que se deja sentir en algunos entornos deplorables de la sociedad. Me queda claro que, si quiero ahorrarme el riesgo de una humillación y una deportación fulminante, como las que fueron perpetradas contra la mexicana Rosario Joya Cepeda, debo abstenerme de visitar España. Creo que todo latinoamericano con afanes meramente turísticos debería, por elemental solidaridad con los menos favorecidos, olvidarse de viajar a tierras españolas en tanto no lleguen tiempos mejores y gobernantes menos hostiles. Igual puede uno reunirse de este lado del charco con la gente que quiere y que, española o no, resida en la Península. España y su gente son mucho más grandes y perdurables que los funcionarios xenófobos, racistas y con cerebro de piojo que decidieron prohibir a los pobres el ingreso a ese territorio entrañable.

Rosario y su novio


La mezquindad de La Moncloa no justifica la de la Casa Blanca, por más que algunos piensen que a los europeos --españoles incluidos-- les fue servida una sopa de su propio chocolate: el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Michael Chertoff, anunció nuevas dificultades para los viajeros procedentes de Europa. Está por implantarse un “permiso electrónico de ingreso” a territorio estadunidense que habrá de ser solicitado 48 horas antes del viaje y previa respuesta a uno de esos cuestionarios bobalicones típicos de consulado gringo, en los que uno debe escribir sostenidamente “no” cuando se le pregunta: “¿Es usted drogadicto o comunista? ¿Ha vendido misiles al gobierno de Corea del Norte? ¿Se apellida usted Bin Laden?” Por esta vez, la medida no busca impedir el ingreso de pobres, como es el caso de la infame disposición española, sino de terroristas, pero no por ello deja de ser lamentable y sospecho que no va a disuadir ni a detener a alguien dispuesto a viajar a Estados Unidos para cometer un crimen. En todo caso, demuestra que la guerra anti migración es de todos contra todos. Desde luego, los más perjudicados no son los turistas ni los terroristas ni los hombres de negocios, sino los jodidos de la Tierra.

Tal vez el tema de esta entrega no sea casual. El martes este navegante recibió su carta de naturalización y formalizó así lo que tenía claro desde hace mucho: México es y será su puerto de llegada y destino, su obsesión, su vértigo, su encabronamiento y su esperanza.

Qué paradoja: ex guatemalteco, declarado mexicano por gobierno de michoacano que compórtase como oficial estadunidense en Irak. (Recapacita, Felipe: ya hasta podemos presumir de bajas colaterales en esta guerra en la que nos has metido y que, según tú mismo reconoces, no tiene ningún futuro.)

El documento es sólo eso. La nacionalidad del que firma está, sobre todo, en la causa compartida de construir un país más habitable, en su hija, en las mamás, los papás, los amores y los muchos hermanos y hermanas que México le ha dado, en su barrio bicicletero, en ustedes, sea cual sea su nacionalidad, en el parto gozoso de estas navegaciones y en otro montón de querencias que no caben aquí ni en un periódico completo.

13.6.07

Mexicano


Siempre dije "nosotros" y nunca "ustedes". De ahora en adelante nadie podrá obligarme a cambiar de expresión, ni siquiera en el ámbito mezquino de los documentos legales.

Remake no autorizado

de un antipoema de Nicanor Parra:

12.6.07

Ladrillos de Shanxi

Los pies de los esclavos


La noticia fue difundida, pero no mereció grandes despliegues en la prensa mundial: en Shanxi, en el norte de China, la policía rescató a unos treinta individuos que trabajaban en condiciones de esclavitud en una fábrica de ladrillos. No recibían paga alguna, eran obligados a laborar turnos de hasta 20 horas, se les alimentaba con pan y agua, carecían de condiciones mínimas de higiene y alojamiento y eran vigilados de manera permanente por vigilantes asesinos y perros de seguridad. Uno de los guardias mató a martillazos a un trabajador que, al parecer, pretendió insubordinarse.
Cuando fueron rescatados, los infelices estaban llenos de quemaduras, moretones y deformaciones producidas por las condiciones terribles del trabajo en el horno de ladrillos, y hubo que rasparles con un cuchillo la capa de mugre que tenían adherida al cuerpo. La ladrillera era operada por Wang Binbin, hijo del secretario local del Partido Comunista Chino y esa circunstancia impidió durante un tiempo que el abuso fuera descubierto y castigado. Los afectados, casi todos migrantes campesinos sin permiso para trabajar en las ciudades, eran reclutados con engaños en las estaciones ferroviarias. En China impera el denonimado hukou, un estricto control migratorio interno por medio del cual se otorga o se niega permiso de residencia en las urbes a las personas procedentes del campo. Los migrantes que carecen de la autorización correspondiente, indocumentados en su propio país, caen tarde o temprano en las redes de explotación ilegal en las que la paga mensual promedio es de cien dólares o menos, las jornadas exceden las ocho horas y las prestaciones laborales no existen. Es muy probable que los esclavos descubiertos a fines del mes pasado en Shanxi se encontraran en la circunstancia descrita.

En lo que
va del año decenas de trabajadores han muerto en accidentes en minas del país asiático que operan en condiciones ilegales o irregulares. En términos de desamparo laboral, Pasta de Conchos, en Coahuila, no es la excepción mundial, y hasta es posible que sea expresión de la norma.
Recientemente circularon denuncias de organismos sindicales internacionales sobre las terribles condiciones de trabajo en las fábricas que producen souvenirs para las Olimpiadas que habrán de realizarse el año entrante en el país asiático: entre otras, trabajo infantil, jornadas de 12 horas o más, meses de 30 jornadas sin días de descanso y horas extra forzosas y no pagadas. Las empresas involucradas, el Comité Olímpico Internacional (COI) y las autoridades políticas de Pekín negaron las acusaciones en una forma tan semejante y sincronizada que sonaron como una orquesta y fortalecieron, así, las sospechas.
Hace mucho tiempo que uno se pregunta cómo hacen las industrias chinas para producir todo un cosmos de baratijas y no tanto a precios inverosímiles: relojes digitales a diez centavos de dólar la unidad, pantallas de plasma con precio de mayoreo de 50 dólares, muñecos de peluche que cuestan menos que un refresco embotellado. Parte de la explicación reside, cómo no, en las economías de escala y en la innovación tecnológica. Pero circunstancias como la de la ladrillera de Shanxi encuentran su acomodo en las cadenas productivas, y es posible que algunos de los tabiques con los que están construidos los deslumbrantes edificios de la moderna Shangai, sede de las firmas exportadoras chinas más pujantes, hayan sido fabricados a precio de ganga por esclavos extenuados y lacerados. Más aun: esos ladrillos soportan algunas partes del edificio económico mundial, por el que transitan la mezclilla de Nacif, los zapatos deportivos Nike cosidos por niños indonesios que deberían estar en la escuela y no en la fábrica, las maquilas ensangrentadas. Nadie tiene idea en qué proporción y medida, y además es imposible sustraerse al consumo de porquerías baratas porque hace mucho tiempo que los sueldos están para llorar, así que más vale mirar hacia otro lado.


Shangai: juegos en la demolición

11.6.07

"Soy totalmente suicidio"


Visto el 19/05/2007, no me acuerdo si en El Palacio de Hierro, en Sears, en Suburbia o en otro de esos centros de reflexión existencial.

10.6.07

Roma Deplorabilis



  • El apogeo de la Pornocracia
  • El horror de Juan XIII y la luz de Silvestre II

La Iglesia Católica hace cosas muy curiosas. Por ejemplo: se asume en femenino como Santa Madre y tiene por patrona máxima a María, pero ha marginado, discriminado y humillado a las mujeres a lo largo de dos milenios. A fines del primero, éstas se hicieron con el poder en Roma y, dada la misoginia estructural de la institución, no tuvieron más remedio que ejercerlo por vías torcidas. Fue en el siglo X de nuestra era, en un periodo que se conoce como la Pornocracia, o gobierno de prostitutas, aunque las detentadoras del mando real no eran trabajadoras sexuales sino madres, hijas o amantes (o dos de las tres cosas combinadas) de quienes ostentaban el poder formal. Se había perdido en la Ciudad Eterna todo sentido de mesura y contención, y los mandamientos quinto y sexto eran regularmente quebrantados por los integrantes de la élite y las crónicas de la época son un enredijo sobre quién cogía con quién y cuál envenenaba a cuál.

Teodora de Toscana incita a su marido, el senador Teofilacto, para que deponga y asesine al antipapa Cristóbal y al antecesor de éste, León V, a fin de que Sergio de Túsculo, amante de la propia Teodora, pueda acceder al Papado con el nombre de Sergio III. El nuevo pontífice toma por concubina a Marozia, hija de Teodora y (dicen las malas lenguas) del que posteriormente llegaría al Papado con el nombre de Juan X. Marozia y Sergio III engendran al futuro Juan XI, tras de lo cual la amante del pontífice se casa con Alberico I de Spoleto, con quien procrea a Alberico II. A la muerte de Sergio ascienden al trono papal los también amantes de Teodora Anastasio III (abril de 911 - junio de 913) y Landon (agosto de 913 - febrero de 914).

El último de esa dinastía sexual, Juan X, asesina al primer Alberico. Marozia se agencia al marqués Guido de Toscana como segundo consorte y da su apoyo al hermanastro de éste, Hugo de Arlés, quien aspira al trono de Italia. Guido es azuzado por su nueva esposa y marcha sobre Roma, a la cabeza de un ejército y aprehende al Papa, quien muere en prisión. Su sucesor, León VI, es asesinado por órdenes de Marozia, y el sucesor del sucesor, Esteban VII, muere a manos de no se sabe quién. En 929 fallece Guido, Marozia cásase con Hugo de Arlés, quien está casado con otra, y para anular esa unión incómoda, la nueva pareja coloca en el solio pontificio a Juan XI (hijo, recuérdese, de Marozia y Sergio III), quien deja sin efecto el antiguo matrimonio de su nuevo padrastro. Las terceras nupcias de la mujer provocan, sin embargo, la molestia de su otro hijo, Alberico II, el cual expulsa de Roma a Hugo de Arlés y enjaula a su madre y a su hermanastro Papa, el cual, como su antecesor, fallece en la cárcel, en tanto que Marozia permanece en ella hasta 954, año de la muerte de Alberico II. Juan XI es remplazado por León VII, hermanastro de Alberico, y media entre éste y Hugo de Arlés; como resultado de la gestión, acuerda el matrimonio entre su hermanastro y la hija del padrastro de éste, Alda. En los años siguientes, Alberico II coloca al frente de la Iglesia a Esteban VIII, quien, en un pleito, pierde la nariz y las orejas; a Marino II; a Agapito II, quien dura en el cargo nueve años (una proeza) y a Octaviano, su hijo y rival, quien asume como Juan XII.


Este pontífice llegó al cargo en plena adolescencia y se cocía aparte: era más que crápula y cuando empezó su Papado “monasterios enteros dedicaron días y noches a orar por su pronto fallecimiento”. Era partidario de tener sexo con cuanto ser viviente se cruzara en su camino, y una vez el emperador Otón lo reprendió: “Santidad, los clérigos y los seglares os acusan de homicidio, perjurio, sacrilegio, incesto con vuestros familiares, y de invocar a Júpiter, Venus y otros demonios, como si fuerais un pagano.” Se ventiló el asunto en un sínodo que halló culpable al Papa de haber “inventado pecados desconocidos desde la creación del mundo”, de incestar con mami, de tener un harem en el palacio de Letrán, de jugarse las ofrendas de los peregrinos, de decir misa sin haber comulgado, de copular con una interminable lista de señoras, incluidas su madre, dos de sus hermanas, una sobrina y la antigua amante de su padre, así como de haber arrancado los ojos a su director espiritual y castrado a un cardenal, provocándole la muerte. Parece ser que fue el primer Papa que ejerció abiertamente su bisexualidad: le gustaban los adolescentes musculosos, cosa que no tendría nada de malo si no les hubiera entregado, como premios por sus proezas sexuales, cálices de oro y hasta obispados. El 14 de mayo de 964, Día de Matías Apóstol, fue descubierto en plena cópula por un marido engañado y murió de un martillazo en mitad de la nuca.

Otón I y Juan XII


Lo remplazó León VIII. Oficialmente, la Pornocracia había terminado con la caída de Juan XI y el encarcelamiento de Marozia (936).Pero en las décadas siguientes ocurrieron estos hechos: León VIII (963-965) murió de una apoplejía durante un acto sexual; Benedicto V (964) violó a una muchacha, huyó de Roma, llevándose consigo el tesoro papal, y falleció desterrado en Hamburgo; Juan XIII (965-972) fue asesinado por un marido cornudo; Benedicto VI (973-974) fue encarcelado y ahorcado por órdenes de Bonifacio VII, antipapa (974 y 984-985), quien a su vez fue asesinado en 985 y su cadáver fue mutilado y arrastrado por las calles; Benedicto VII (974-983) recibió más de cien puñaladas de la mano de un esposo engañado; Juan XIV (983) falleció de hambre en una prisión; Juan XV (985-996), hijo de un sacerdote llamado León, fue acusado por el pueblo de corrupto y nepótico; Gregorio V (996-999), primer pontífice alemán, era primo de Otón III y murió asesinado por los partidarios de Crescencio II; Benedicto IX (1032-1044, 1045 y 1047-1048) fue Papa tres veces, la primera cuando tenía 12 años, y en una ocasión intentó renunciar al cargo para “vivir en completa desgracia y pecado con otro hombre”; a la postre consiguió transferirle la investidura pontificia a Gregorio VI a cambio mil 500 libras de oro, pero luego intentó despojar a su comprador de aquello que previamente le había vendido.

Al parecer, en todo ese periodo el único Papa dotado de equilibrio mental y ético fue el occitano Gerbert d’Aurillac, Silvestre II (999-1003), quien había vivido en Córdoba, donde se relacionó con sabios árabes. Gramático, astronómo y matemático, y llamado por sus contemporáneos “luz de la Iglesia y esperanza del Siglo”, introdujo el sistema decimal y el uso del cero y el astrolabio, y se le atribuyen inventos como un reloj de engranes, un ábaco para cálculos complejos y un monocorde musical. Leyó sin prejuicios El Corán y la Cábala, se interesó por textos sufís, alquímicos y astrológicos y fue, quiere la leyenda, precursor de la robótica: construyó unas cabezas parlantes de oro puro que “respondían a las consultas que se les hacían”. Por añadidura, D’Aurillac fue un político hábil y ecuménico que supo granjearse la amistad de muchos gobernantes europeos. Enfrentó con éxito una circunstancia excepcional: el cambio de milenio, que provocó toda suerte de especulaciones y terrores sobre el Fin del Mundo.






Silvestre II