18.3.08

Hoy, por la verdad,
otra vez al Zócalo

El gobierno de Felipe Calderón miente por sistema, por hábito heredado del foxismo y por necesidad. Emplea el término bienestar para encubrir la miseria, llama empleo al desempleo, invoca la seguridad para justificar la multiplicación de la inseguridad que ha tenido lugar durante los 16 meses y medio que llevamos padeciéndolo. Pretende hacer pasar las inmundicias contractuales de Juan Camilo Mouriño como actos de honestidad. Dice estado de derecho para designar al atropello, la impunidad y la injusticia. Habla de austeridad mientras reparte entre sus altos funcionarios sueldos de doscientos mil pesos o de más. Califica de instrumento contra la delincuencia a reformas legales que son, en cambio, graves márgenes de discrecionalidad para cuerpos policiales de vocación represiva y delincuencial. Su discurso convierte la inacción en acción, los fracasos en logros, las violaciones homicidas en gastritis crónicas, la corrupción en transparencia, el servilismo a Washington en ejercicio de soberanía nacional. pronuncia normalidad en un entorno institucional dislocado y envilecido por quienes se encuentran en su cúspide.

Para consumar su propósito de entregar los hidrocarburos nacionales a las corporaciones extranjeras (con el consiguiente cobro de comisiones bajo el agua), el calderonato debe empeñarse a fondo en la mentira. Comenzó por afirmar que no existían tales propósitos y acabó por urdir un embuste televisivo para justificarlo: el “tesoro escondido” de los yacimientos en aguas profundas; para extraerlo, se dice, “México puede aprovechar la tecnología y la experiencia de quienes ya extraen el petróleo en aguas profundas”. El spot se sirve con una guarnición de ataques mediáticos contra quienes se oponen a la privatización y se decora con la cabeza parlante de Cuauhtémoc Cárdenas, exhibida por la secretaria de Energía, justificando –en vísperas del aniversario de la expropiación, qué vergüenza— la urgencia oficial de empezar los trabajos en aguas profundas. A todo eso recurre el grupo encaramado en el poder, y a más, con tal de no decir la verdad, que es la siguiente: quiere abrir la industria petrolera a las corporaciones transnacionales para cumplir compromisos inconfesables y para quedarse con una buena tajada de los contratos que resulten.

¿Y si no? ¿Y si se desarrolla tecnología nacional para succionar el crudo submarino? ¿Y si se renta o compra esa tecnología con los recursos multimillonarios que Pemex genera, en dólares, y que se malgastan en los lujos de un gobierno que no le sirve al pueblo para maldita la cosa? ¿Y si se reorienta la economía nacional para que pueda prescindir de su adicción a los recursos petroleros, y se deja que los yacimientos profundos duerman tranquilos por unas décadas más? ¿Y si en vez de gastar 100 en la aparatosa militarización del país se invierte 10 en desarrollo, creación de empleos, educación, salud y tratamiento de las adicciones? ¿Y si se empieza por ahorrar los dineros invertidos en la cooptación de voluntades y en la edición y posproducción de mentiras? ¿Hay alguien en la línea que pueda responder estas preguntas?

Los integrantes del régimen están obligados a mentir, porque no pueden decirle a la sociedad “queremos cambiar la Constitución y la ley reglamentaria para privatizar los hidrocarburos, porque necesitamos pagar favores y hacernos más ricos de lo que ya somos”. O quién sabe: ya Mouriño aceptó, como si nada, que las firmas eran suyas, y sigue, pese a todo, presentándose en Cobián.

El petróleo de México debe preservarse a toda costa de los zopilotes privatizadores. Pero hoy, 18 de marzo, hay que movilizarse además en defensa de un intangible igualmente valioso: la verdad.



En el Monumento a la Revolución reposan los huesos difuntos y los descendientes logreros del Presidente Cárdenas. Su espíritu, en cambio, andará hoy en el

Zócalo.
5 de la tarde. En defensa del petróleo, con el Peje.

9 comentarios:

marichuy dijo...

Pedro

Felipe Calderón y Mouriño mienten por las razones que enumeras, o porque está en su naturaleza y/o porque, salvo contadísimas excepciones, todos los gobernantes y políticos mienten. En eso no hay sorpresa.

Pero, a estas alturas, lo que ofende es que el grupo en el poder y empresarios que los acompañan, sigan subestimando la inteligencia del respetable al negar lo inocultable: su ANSIA por privatizar PEMEX.

Y muy mal ha de andar la imagen de Calderón y la de su niño Mouriño, para que diarios extranjeros como NYT, Washington Post y hasta El País –que será muy bueno allá en España, pero que en lo relacionado con México no se ha distinguido por su objetividad- se hayan ocupado del escandalito.

Un abrazo

mascapalabras dijo...

Pedro,

Lo que sucede es que en los tiempos que corren las ideas, los conceptos se han devaluado por el mal uso que se les ha dado. De tantas veces que vanamente se ha invocado la palabra "amor" se ha convertido en un concepto que remite a tarjetas Hallmark, flores y muñecos de peluche.
Así, los términos lingüísticos no reflejan ya el significado que originalmente representan. Los tiranos ha diferencia de lo que pensamos son congruentes e incluso en sus sueños güajiros piensan que hablan con "Dios" y este aprueba sus métodos, lo que dentro de su ceguera los justifica ha actuar como lo hacen.
Calderón dio una declaración muy atinada el 18 de Marzo en Tabasco al plantear, según reporte de los enviados Claudia Herrera e Israel Rodríguez para La Jornada del 19/03/08; si esta generación será recordada como la que no pudo o no supo o no quiso actuar, que fue incapaz de superar sus diferencias y se perdió en la división, en el encono, en la violencia o en el miedo, o será recordada porque tuvo visión para defender con coraje la soberanía del país.
Que frases mas ciertas, el problema, sin embargo, radica en están completamente fuera de toda contextualización, es decir, el licenciado ve el mundo al revés, o se trata de una forma de mentira muy refinada y planeada por sus spin doctors, o de verdad el inocente vive en un mundo bizarro, completamente opuesto a lo que el piensa.
Saludos

Anónimo dijo...

Hola, Pedro: El inicio de tu nota me hace recordar el relato de George Orwell, 1984. ¡Estamos tan cerca de la antiutopía! Qué pena, en verdad.

Anónimo dijo...

Hola Pedro,

El único capaz de convocar a tanta gente es AMLO, como se comenta en la columna de Astillero. Sin embargo, el PRD está hecho una verdadera porquería y pase lo que pase la TV va a satanizar aún más las cosas.
La pregunta que te hago ahora es ¿qué hacer? no solo con el tema PEMEx, sino en general con todo el país.
A veces creo que sería mejor quedarme en el extranjero con mi familia (!pero el clima está muy frío por aquí!)
David B.

La musa enferma dijo...

HOLA PEMIGUE... tu cómo ves las acciones a seguir???

La musa enferma dijo...

Jjajaja pensaba que todavía tenías las moderaciones de comentarios... Bueno, besitos y abrazos

Pedro Miguel dijo...

Mme. Toulouse: El calderonato surgió sin legitimidad, en año y medio ha perdido su credibilidad y si sigue como va, perderá la gobernabilidad.
Abrazo.

Mascapalabras y Antonio: el pasado 18, en Tabasco, Calderón llamó a "un diálogo abierto, objetivo y sereno" para decidir el futuro de Pemex. Menos de una semana después, su gobierno hace saber que enviará una iniciativa para privatizar el petróleo. Dijo diálogo y ahora pretende imposición. Este desgobierno panista sería orwelliano y antiutópico, de no ser porque creo que nadie en Los Pinos ha leído al novelista británico. Por lo pronto creo que son, simplemente, mentirosos y vendepatrias.
Abrazo.

David y Muse: Vaya pregunta leninista: "¿Qué hacer?" Ensayo una respuesta en post aparte.
Abrazo.

Anónimo dijo...

a marichuy, mascapalabras, antonio,david B,la musa maleada y pedro miguel(todos con mayusculas!!

LA DERECHA LLEGO PARA LIMPIAR A LA ANTIPATRIA(ROJOS, COMUNISTAS, SOCIALISTAS Y TODA FAUNA NOCIVA DE IZQUIERDA COMO USTEDES!!

YA DEJEN DE ATACAR A LA DERECHA, QUE PUEDE SER MUY CABRONA!

YA DEJEN DE ATACAR A MEXICO !!!

¡¡¡BAJO ADVERTENCIA, NO HAY ENGAÑO!!!



ARTURO ROLDAN CAMPOS!!

Pedro Miguel dijo...

El comentario anterior es una joya. Merece, por representativo, un post aparte. Desde luego, no da miedo, sino pena por el ínfimo grado de desarrollo mental que exhibe.