11.5.09

Nomás pensando

Pobre de la verdad. Nadie la quiere
salvo si puede usarse como daga
contra la piel del adversario.
Y pobre de la luz, que tanto duele
y deja al descubierto cosas tristes
y el poderío de la sombra.
Pobre la honestidad, que cómo estorba
para tener estatus envidiable,
un precioso penthouse, autos del año
y el visto bueno de las putas.

4 comentarios:

  1. ¿Tu lo escribiste? Muy bueno. Me gustó.
    COn respecto al tapabocas; mejor que sea hamaca para ratones :o )

    Saludos. Adriana.

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  2. ¡Muy bueno!
    Saludos con muchísimo cariño.

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  3. Alejandro: Pues sí.

    Adriana: nomás que si se usan como hamaca de roedores, luego no hay que emplearlos como tapabocas.

    Igual pa'ti, Gabriela.

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