Izquierda: maestros de la CNTE reparten ayuda. Derecha: Peña promete ayuda.
Empresarios,
publicistas y caricaturistas, entre otros voceros extraoficiales del
régimen y la derecha, divulgaron el domingo 10 un texto que dice
(transcripción literal) esto: “¿Y donde están los valientes y
heroicos maestros de la CNTE sección 22? ¿Levantando escombros?
¿Alimentando a los damnificados? ¿Reconstruyendo la ciudad? Ah, no!
Eso lo están haciendo los asesinos y represores soldados del maldito
ejército Mexicano…”
Lo
cierto es que durante el fin de semana pasado, de ocho de la mañana
a ocho de la noche, estuvo llegando gente al centro de acopio
instalado por la Sección XXII de la CNTE en avenida Coyoacán 939,
entre Ángel Urraza y Matías Romero. Peatones con un pequeño bulto
de latas de atún, señores que llenaron con cobijas la cajuela de un
taxi, señoras con sus camionetotas repletas de comida y medicinas,
chavos preparatorianos con unas bolsitas de frijol y de arroz,
familias que apartaron unas horas de su domingo para acarrear bolsas
del súper.
Desde
el viernes por la mañana los 82 mil maestros democráticos de Oaxaca
fueron convocados por su dirigencia a movilizarse para atender a la
población damnificada por el terremoto de la noche anterior,
clasificar, empacar, transportar y distribuir la ayuda recolectada y
coordinar brigadas de médicos voluntarios para dar asistencia a
heridos y enfermos. Fue el segundo esfuerzo del que tuve noticia para
organizar el auxilio a los afectados. El primero fue el de un
restaurante de comida oaxaqueña por el rumbo de Santa María la
Ribera, el Comixcal. Luego supe que la UNAM y el IPN estaban
participando en la tarea. La primera recogió 30 toneladas de ayuda
en tres días. El Poli convocó a formar brigadas médicas. En el
curso del viernes y del sábado, ciudadanos y organizaciones
académicas, sociales y empresariales se sumaron al esfuerzo y
empezaron a focalizarlo a los puntos en los que no se había recibido
nada de asistencia oficial –decenas de municipios– como Unión
Hidalgo, Asunción Ixtaltepec, Santiago Niltepec, Santa María
Xadani, los pueblos ikoots de San Mateo, San Dionisio, Santa María y
San Francisco del Mar. Está en curso una acción para enviar
alimentos, medicinas y objetos de limpieza para la organización
LGBTTTI Gunaxhii Guendanabanii AC. Los migrantes centroamericanos del
albergue Hermanos en el camino empuñaron picos y palas para
contribuir en el trabajo de remover escombros. Una caravana de
Ayotiznapa llegó a Chiapas. El viernes por la mañana, los
asambleístas de Morena y otras instancias y comités de ese partido
convirtieron sus oficinas en la capital en puntos de recepción de
ayuda para los damnificados.
Ese
mismo día, por la tarde, Peña Nieto y el gobernador Alejandro Murat
se dieron una vuelta por la destruida Juchitán. El segundo dijo a
los pobladores que no están solos y a continuación los dejó solos
todo el fin de semana. Apenas ayer, lunes, en compañía de Miguel
Ángel Osorio Chong, Murat instaló una comisión para evaluar los
daños y levantar un censo de casas y edificaciones afectadas para
bajar recursos del Fondo de Desastres Naturales. Ah, y la Presidencia
decretó desde el viernes luto nacional y activó el Plan DN-III; los
testimonios procedentes del Istmo de Tehuantepec afirman que se ha
visto a los soldados y marinos patrullando las calles, acordonando
sitios peligrosos y entregando bolsas de agua. El presidente del PRI,
Enrique Ochoa Reza, anunció en un tuit que ese instituto político
abriría un centro de acopio de víveres y cientos de tuiteros le
preguntaron que si estaba armando con tanta anticipación las
despensas para conseguir votos en 2018 o si se disponía a
financiarse otra flotilla de taxis.
La
sociedad organizó desde el viernes la asistencia a las localidades
chiapanecas más golpeadas por el terremoto –Arriaga, Tonalá,
Pijijiapan, Tuxtla, SCLC, entre otras– pero no fue sino hasta ayer
que Peña se acordó de la existencia de Chiapas y viajó a esa
entidad a decir alguna cosa.
En
Veracruz hay regiones afectadas por el paso de Katia de las que no se
tiene ni información. Por ejemplo, en Ixhuatlán del Café y otras
localidades de las altas montañas (entre Xalapa y Córdoba) hubo
inundaciones de metro y medio a causa de las lluvias. En
Coatzacoalcos, donde hay áreas urbanas golpeadas por el sismo, un
director local de la Comisión de Agua del Estado mandó a repartir
despensas con el logotipo de Yúnete, un membrete utilizado por el
gobernador Miguel Ángel Yunes Linares durante su campaña electoral.
Cuando los testimonios gráficos de esa indecencia inundaron los
medios y las redes sociales, Yunes se deslindó de su funcionario.
Cómo
no acordarse del contraste entre sociedad y régimen que se puso de
manifiesto en el terremoto del 19 de septiembre de 1985.
1 comentario:
¡Muy buen artículo! Ojalá y tenga impacto en el curso de Morena.
Alejandro Valle Baeza
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