Sin ningún propósito de negar, minimizar o desvirtuar el dolor auténtico de Isabel Miranda de Wallace, de Alejandro Martí y de Nelson Vargas, el tratamiento que se les ha otorgado es radicalmente distinto al que se dio a Marisela Escobedo.
Las diferencias entre los tres primeros y esta última son simples: por un lado, aquellos tienen recursos económicos sobrados y una posición social, en tanto que Marisela era pobre; por el otro, Miranda de Wallace, Martí y Vargas se desenvuelven en el Distrito Federal, en tanto que Marisela vivió, luchó y murió en Chihuahua.
Para Isabel, para Alejandro y para Nelson hubo audiencias oficiales, atenciones, cámaras y micrófonos de los medios. A la madre de Hugo Wallace le dieron incluso un premio de Derechos Humanos.
A Marisela Escobedo lo que le dieron fue un balazo.
5 comentarios:
Cierto, muy cierto.
Da tristeza y vergüenza reconocerlo.
Este país se ha convertido en una mierda.
Más que odiosa, creo que es desinformada. Te invito a que ahondes más en la historia de la señora Wallace.
Esta mujer tardó años en que las autoridades la voltearan a ver, poniendo en riesgo su vida y su patrimonio. Hace cinco años inició la búsqueda de los asesinos de su hijo porque las puertas de todos los juzgados y tribunales se le cerraron, los medios no la escucharon, y porque el presidente nunca la recibió. Wallace, completamente sola, armó una estrategia que incluía acercarse al círculo de confianza del asesino de su hijo usando disfraces y otras artimañas. Creo que el factor dinero no tiene nada que ver en ese caso en particular -salvo que el dinero le permitió poner los anuncios espectaculares que finalmente llamaron la atención de los medios-, porque la mujer ha estado sola. Durante estos cinco años ha enfrentado varios atentados, pero eso no sale en la tele porque no hubo cadaver que fotografiar ni gobernador al cual pegarle; sin embargo el que no le hayan dado un balazo sólo fue circunstancial.
Por otra parte, el que Marisela Escobedo no haya sido millonaria no la hace pobre, pero no creo que ninguno de los dos extremos tengan que ver al momento de juzgar el caso. Independientemente de su poder adquisitivo, lo que ocurrió es una de las mayores chingaderas que han pasado en el país.
Con todo respeto, no creo que el criterio para separar a unos de otros sea el dinero; creo que en todo caso lo correcto sería la cercanía con el primer círculo de poder.
Chilangelina: no minimizo ni el dolor ni el enorme mérito de Isabel Miranda de Wallace, y tampoco la comparo con Marisela Escobedo: lo que comparé fueron los resultados que obtuvieron la una y la otra. Dije que la razón de la diferencia la hacían los "recursos económicos sobrados" (de Martí, de Vargas y de Miranda de Wallace) y su "posición social", lo que incluye, desde luego, "la cercanía con el primer círculo de poder" que tienen los tres. De modo que, en la sustancia, creo, estamos de acuerdo.
Híjole, pues es que justamente ese es mi punto: "sobrados" recursos económicos no necesariamente hacen cercanía con el poder. Los sobrados recursos de Wallace no le abrieron ninguna puerta, al contrario. Se tuvo que enfrentar al poder para dar con el asesino; no hubo poder que la resguardara de los atentados, y los resultados que obtuvo los obtuvo por su trabajo valiente, no por cercanía con nadie. Ahora, claro, el poder la reconoce, pero eso pasa, o cuando el asunto ya está resuelto, o cuando ya están muertas. Repito: el hecho de que no lograran matarla no cambia las circunstancias de su lucha, y ps para mí se cuece aparte.
Saludos, Pedro :)
Publicar un comentario