Resulta, con este asunto
de las wikifiltraciones,
que a diversos gobernantes
se les vieron los calzones.
No tiene madre la Clinton,
balconeada en Wikileaks,
ni sus agentes espías,
perversos, pinches y freaks.
Ya sabíamos, Felipe,
con pretextos no nos salgas,
que a Washington, hace tiempo,
le andabas dando las nalgas.
Mientras que a los mexicanos
maltratas a todas horas,
con los gringos te arrodillas,
les ruegas y les imploras.
Otro que también vendió
a los yanquis el trasero
fue el presidente español
Luis Rodríguez Zapatero.
Que Putin y Berlusconi
a oscuras se dan de besos,
es algo que se desprende
de los documentos esos.
Y que los yanquis, a huevo
quieren derrocar a Chávez,
no habrá de ser nada nuevo
y de seguro lo sabes.
Muchas otras inmundicias
salieron a relucir,
tantas, que en estas cuartetas
no se pueden resumir.
Los delincuentes, expuestos,
a Julian Assange detienen
y muestran de esa manera
que ninguna moral tienen.
WikiLeaks sufre el ataque
de Mastercard y de Visa,
empresas a las que muchos
les deben hasta la risa.
Los hackers pronto responden
y causan mil sinsabores
pues los consorcios maloras
se quedan sin servidores.
Assange saldrá de la cárcel,
seguro lo sacaremos,
y de nuevas filtraciones
pronto nos enteraremos.
Muera el secreto de Estado,
que viva la libertad,
que el planeta esté enterado
y que brille la verdad.
13.12.10
Los wikiescándalos
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