28.1.15

Syriza como inspiración


Mientras Grecia estrena esperanzas México estrena escándalos: a Peña Nieto le descubren otro inmueble millonario comprado a un contratista beneficiado por su administración mexiquense, en la Veracruz de Javier Duarte un periodista más aparece asesinado, los comisionados del Ifai se sirven con la cuchara grande en absoluta impunidad y se cumplen 120 días de la desaparición de los muchachos de Ayotzinapa sin que las más altas instancias del gobierno federal den muestras de voluntad política para esclarecer el caso y sin que la administración acuse recibo de su propia inviabilidad.

En el país mediterráneo la coalición de izquierda Syriza empezó a gobernar ayer mismo con un programa de 40 puntos más basado en el sentido común que en las ideologías y cuyo espíritu valdría la pena retomar en México para superar la grave crisis moral, política, económica y social en la que está inmerso el país. En apretado resumen:

Auditar los orígenes turbios de la deuda pública, renegociarla y condicionar su pago a la recuperación de la economía; redistribuir las cargas impositivas para que paguen más quienes más tienen; proponer una ley electoral que refleje el principio de proporcionalidad; prohibir la especulación financiera; reducir el gasto militar.

Restaurar el salario mínimo a sus niveles previos al ajuste estructural” impuesto por los organismos monetarios extranjeros; acoger a las personas sin hogar en edificios gubernamentales, bancarios y religiosos; dar desayuno y comida gratuitos a los alumnos de escuelas públicas; incluir a desempleados, pobres y personas sin techo en los servicios de salud; dar asistencia financiera a familias ahorcadas por hipotecas; fortalecer los programas de atención a desempleados, a familias monoparentales, ancianos, discapacitados y hogares sin ingresos; reducir el impuesto a productos de primera necesidad.

Nacionalización de la banca privada y de ferrocarriles, aeropuertos, correos y agua potable; establecer la igualdad salarial para ambos sexos; limitar la contratación temporal de personal; ampliar la protección laboral y salarial para empleados de tiempo parcial; operar una reforma constitucional que garantice la separación Iglesia-Estado y los derechos a la educación, la salud y la protección del medio ambiente.

Llevar a referéndum vinculante los tratados con la Unión Europea; abolir todos los privilegios de los parlamentarios; eliminar el fuero de los ministros y permitir que tribunales ordinarios procesen a altos funcionarios.

Desmilitarizar la guardia costera, disolver las fuerzas especiales antidisturbios y prohibir la presencia de policías encubiertos o con armas de fuego en manifestaciones y mítines (ojo, Osorio Chong, Mancera, Moreno Valle); cambiar los planes de estudio de los cadetes policiales para enfatizar en ellos los temas sociales, la inmigración, las drogas y la exclusión social.

Garantizar los derechos humanos en los centros de detención de migrantes; facilitarles la reagrupación familiar; darles acceso pleno a la salud y a la educación aunque sean indocumentados.

Regular el derecho a la objeción de conciencia en el servicio militar. Eliminar la aportación de los asegurados en los servicios de salud pública; nacionalizar los hospitales privados; eliminar toda participación privada en el sistema público de salud.

Retiro de las tropas griegas de Afganistán y los Balcanes; ningún soldado griego deberá permanecer fuera de las fronteras del país. Ruptura de los acuerdos de cooperación militar con Israel y apoyar la creación del Estado palestino dentro de las fronteras de 1967. Negociar un acuerdo estable con Turquía. Cerrar todas las bases militares extranjeras y abandonar la OTAN.

México no es Grecia pero los rumbos impuestos a ambos países en décadas recientes tienen notables similitudes: los dos han sido sometidos por sus propios grupos gobernantes a los intereses financieros transnacionales, ambos han sido uncidos a acuerdos asimétricos con bloques regionales y en ambos la corrupción, el atropello y el autoritarismo han marcado el estilo de ejercicio del poder público. En las dos naciones, también, la sociedad ha ido de menos a más en las movilizaciones y en el lento cerco social a instituciones corroídas desde adentro. Por eso el vuelco marcado allá por la victoria de Syriza es esperanzador para los griegos e inspirador para nosotros.

1 comentario:

Ana María Palos dijo...

Muchas gracias Don Pedro Miguel por tan excelente artículo que divulgaré para que más gente conozca mejor el programa de Syriza, tan inspirador como estimulante, que entusiasma y anima a luchar por una sociedad como la que propone. La que queremos para México, para España y para el mundo entero. Hace soñar, aunque todos sus puntos son puro sentido común, y el que parezca tan revolucionario sólo refleja a qué profundidad hemos caído en pérdida de libertades, igualdad y justicia.
¡No faltará quien lo tache de comunista!
Gracias de nuevo.