Mejor no
En las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, un joven en uniforme nazi se disponía a asesinar de manera rutinaria a un polaco. Entonces bajó del Cielo un ángel y le dijo al oído al matarife:
—No lo hagas.
—¿Por qué no? —respondió el nazi—. Es sólo un polaco.
—Ese hombre está destinado a ser Papa —le explicó la aparición.
—¿Y eso a mí qué? —se impacientó el joven asesino.
—Que tú vas a sucederlo en el cargo —dijo el ángel, y desapareció.
2 comentarios:
Hola Pedro Miguel.
Los dos personas muy "humanas" y preocupados por el bienestar del mundo.
La única diferencia es que el polaco tenía cara de "buena gente".
Un saludo desde Alemania,
David B.
Pues sí, David, y la miradita del alemán me recuerda a Malcolm McDowell en el personaje de Calígula.
Saludos.
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