5.11.10
Nos amábamos tanto...
En la desaparecida Yugoslavia, serbios, croatas, eslovenos, bosnios islámicos, montenegrinos, macedonios, albaneses kosovares, judíos y gitanos omnipresentes, lograron convivir en paz. Las hibridaciones no eran delito de alta traición y las mezclas eran vistas como fundamento de cohesión nacional. Entonces llegaron los propagadores de rumores: "Un musulmán envenenó el pozo y ha muerto un niño"; "fueron vistos unos croatas violando a una muchacha serbia"; "los kosovares quieren la independencia". En cuestión de meses, los envenenamientos fueron una profecía autocumplida, las violaciones se volvieron realidad, los independentismos encarnaron y los vendedores de orgullo patrio y los mercaderes de armas avanzadas hicieron su negocio de carne humana.
Hubo un tiempo en el que a nadie le importaba si la música era croata, serbia o gitana, o todas las anteriores, o ninguna. Independientemente de su etnia, lengua, religión y cultura, los yugoslavos cantaban y bailaban juntos Ajde Jano.
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2 comentarios:
Existió ese tiempo?
Un abrazo Pedro Miguel.
Yo digo que nos seguimos amando, sólo es preciso que no lo olvidemos.
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