jefe de Gobierno del Distrito Federal:
Muy buen día tenga usted, doctor; el
motivo de esta carta es para desearle una feliz Navidad y, claro, un
próspero año nuevo, que disfrute de la deliciosa cena en compañía
de toda su familia en un marco de felicidad, bondad, alegría y
respeto.
Sé que usted tendría los mismos
deseos hacia mi persona, pero desafortunadamente yo no podré
disfrutar de todo lo que le deseo, ya que me encuentro preso en el
Reclusorio Varonil Norte. Supongo que usted debe conocer mi caso y el
de mis 12 compañeros y, claro, mi compañera Rita, pero para qué
recordarle e incomodarlo con historias que no van de acuerdo con esta
temporada navideña (como el plantón de la CNTE que hace ver fea su
majestuosa pista de hielo en el Zócalo), para qué atormentarle de
cómo sufrí la bestialidad de los cuerpos policiacos; la altanería,
abusos e incompetencia de la PGJDF, y de la forma arbitraria con la
que fui conducido a este reclusorio.
Dejemos esos malos recuerdos, dignos de
pasar al libro de la historia penosa de México, ya que en esta
Navidad mi familia tratará de pasar una Nochebuena, aunque para
serle sincero, todas nuestras familias continuarán en el infierno de
tener a un ser querido en el reclusorio de forma injusta, ya que la
verdadera justicia sólo es para la gente rica y poderosa, como usted
debe saber. Pese a todo esto, de corazón, Dios lo bendiga.
Sandino Jaramillo R.
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