Foto Iván Sánchez / La Jornada Michoacán
Viva el país que no se ha rendido.
Vivan sus playas públicas. Viva su mar
soberano. Viva su atmósfera libre. Vivan las tierras que no serán convertidas
en negocio aeroportuario.
Vivan los bosques que no ceden al golpe de la
motosierra. Viva el filón de mineral defendido por sus legítimos dueños. Viva
el río que absorbe la descarga tóxica y no envenena a los sedientos. Vivan los
lagos cómplices de los pescadores.
Vivan los pescadores, los comuneros, los
ejidatarios, que resisten los proyectos depredadores. Vivan quienes difunden
las luchas contra el acueducto, la hidroeléctrica, el teleférico, el parque de
diversiones, el campo de golf, la mina a cielo abierto, la supercarretera, la
perforación destructiva, la construcción devastadora.
Vivan los caminos libres que comunican sin
lucrar, las represas que iluminan sin destruir el entorno, las canteras que
entregan su materia para construir escuelas y hospitales.
Vivan las cosechas sin transgénico.
Vivan los campesinos que no sienten vergüenza
de su condición. Vivan los trabajadores que no aspiran a ser potentados. Vivan
las profesionistas que defienden la dignidad de su trabajo.
Vivan los burócratas que se consagran a servir
a la sociedad antes que a sus jefes. Vivan los políticos que no traicionan a
sus representados.
Vivan los barrios. Vivan las vecindades. Vivan
los multifamiliares. Vivan los caseríos. Vivan los mercados. Vivan los centros
de salud y los planteles escolares, los parques y las plazas públicas.
Viva la palabra verdadera. Viva el discurso
que esclarece. Viva el libro que rescata la memoria. Vivan quienes difunden el
antídoto de la verdad contra la intoxicación televisiva y la propaganda
mentirosa. Viva la oración de la esperanza y la maldición pronunciada ante toda
injusticia.
Vivan las indignadas, los escépticos, las que
se organizan, los manifestantes, las que informan, quienes siguen buscando a
sus desaparecidos, los que no olvidan a sus muertos, quienes no han matado a
nadie, las que dan vida, los que le cierran los ojos al cadáver de un
desconocido.
Vivan las que bordan en pañuelos los nombres
de las víctimas, quienes se aferran a la vida aunque cada año pongan nuevas
fotos en su altar de muertos.
Vivan los jubilados y las viudas a quienes les
robaron la pensión; los asalariados a los que no les alcanza el salario; los
causantes a los que el Fisco les arrebata el ingreso; los productores sin
mercado; los comerciantes que se quedaron sin clientela; los jóvenes que no
tienen escuela; los pacientes sin cama; los campesinos despojados de sus
tierras; los científicos sin laboratorio; los escritores sin computadora; los
plomeros sin herramienta; las costureras sin tela; los cocineros sin comida;
los pintores sin pintura; los obreros traicionados por sus dirigentes
sindicales; los que son tratados como delincuentes porque combatieron a la
delincuencia; los que no pierden la claridad aunque no tengan para pagar la
luz.
Vivan las comunidades zapatistas. Vivan los
yaquis que defienden el agua. Viva Temacapulín. Vivan los resistentes de
Cholula. Viva Wirikuta. Viva San Salvador Atenco. Vivan las policías
comunitarias. Vivan Las Patronas. Vivan los defensores de derechos humanos.
Viva el SME. Vivan los trabajadores de Mexicana. Vivan los sindicatos
universitarios.
Vivan las universidades y los hospitales
públicos. Vivan los caminos públicos. Vivan los medios públicos.
Viva La
Jornada en sus 30 años.
Viva la América Latina soberana que espera
nuestro regreso a sus filas.
Viva Cuauhtémoc. Viva Gonzalo Guerrero. Viva Bartolomé de las Casas. Viva Francisco Tenamaztle. Viva Jacinto Canek. Viva Vasco de Quiroga. Viva Gaspar Yanga. Viva Gabriel Teporaca. Viva fray Servando Teresa de Mier.
Viva Francisco Primo de Verdad. Viva Miguel Hidalgo. Viva Josefa Ortiz de
Domínguez. Viva José María Morelos. Viva Leona Vicario. Viva Epigmenio
González. Viva Francisco Xavier Mina. Viva Vicente Guerrero. Viva el Batallón
de San Patricio. Viva Benito Juárez. Viva Guillermo Prieto. Viva Ignacio
Zaragoza. Viva José Santos Degollado. Viva Melchor Ocampo. Viva Mariano
Escobedo. Viva Vicente Riva Palacio. Viva Ignacio Manuel Altamirano. Vivan
Ricardo y Enrique Flores Magón. Viva Juana Belén. Viva Emiliano Zapata. Viva
María Arias Bernal. Viva Aquiles Serdán. Viva Belisario Domínguez. Viva
Francisco Villa. Viva Elisa Acuña. Viva Antonio Díaz Soto y Gama. Viva María
Talavera. Viva Elisa Griensen. Viva Felipe Carrillo Puerto. Viva Lázaro
Cárdenas. Viva Francisco J. Múgica. Viva Heriberto Jara. Viva Rubén Jaramillo.
Viva Benita Galeana. Viva Valentín Campa. Viva Demetrio Vallejo. Vivan Frida
Kahlo y Diego Rivera. Viva José Revueltas. Viva Sergio Méndez Arceo. Viva
Heberto Castillo. Viva Carlos Montemayor. Viva Carlos Monsiváis. Viva Bety
Cariño. Viva Samuel Ruiz. Viva Carlos Fuentes. Viva Arnoldo Martínez Verdugo.
Viva José María Pérez Gay. Viva Daniel Cazés. Viva José Emilio Pacheco. Viva
Arnaldo Córdoba.
Vivan la imaginación y el amor. Vivan la
dignidad y la honestidad. Vivan la congruencia y la persistencia. Viva la vida.
Viva México.
Viva México.
Viva México.
3 comentarios:
excelente! Lo comparto! Saludos!
¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Mmm seguro que faltaron algunos -muchos- se me ocurre Octavio Paz, Genaro Vazquez, Lucio Cabañas, etc...
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