29.7.03

Funerales Bush


La semana pasada la Casa Blanca debutó como agencia de servicios fúnebres. A sus dos primeros clientes, Uday y Qusay Hussein Al Tikriti, les hizo un trabajo primoroso. La labor pudo ser apreciada por todo el planeta en un folleto con fotos de los beneficiados en las que se aprecia el antes y el después de los afeites necrológicos: dos organismos reventados por explosiones de misiles antitanque fueron convertidos, del cuello para arriba al menos, en muñecos convincentes y plácidos.

Los hermanos Hussein Al Tikriti habían sido sorprendidos en el interior de un domicilio particular de Mosul, en posesión de fusiles automáticos Kalashnikov, y fueron neutralizados mediante misiles antitanque TOW y Hellfire disparados desde vehículos Bradley y helicópteros Apache. Esos tubos tienen un peso aproximado de 20 kilos cada uno y un precio que va de 2 mil a 4 mil dólares por unidad. Según el forense español José Cabrera Forneiro las gráficas de los cadáveres permiten suponer que Uday y Qusay “se murieron de perfil”, como habría dicho García Lorca, y de manera instantánea, al recibir la onda expansiva lateral de uno de esos misiles que les sembró el cuerpo con pedazos de metralla. Además, al primero la explosión le arrancó la pierna izquierda y parte de la cara. En la casa había otros dos individuos que también resultaron muertos: un guardaespaldas y el hijo de 14 años --Mustafá-- de Quday. Este último fue, según el mando militar estadunidense, “el último en morir”. Su cadáver no recibió los beneficios póstumos concedidos por la Funeraria Bush al padre y al tío, y no fue exhibido en la morgue inflable del aeropuerto de Bagdad.

Tal vez, a la hora de decidir el destino de los cuerpos, el Pentágono resultó influenciado por el espectáculo final de Celia Cruz, cuyo cadáver espléndido había sido paseado durante cinco días y expuesto al homenaje de cientos de miles de dolientes. Y si dos días antes la cantante tropical había ingresado a su última morada con una peluca rubia, ¿por qué negarles a los iraquíes fallecidos el beneficio de una buena afeitada, un poco de maquillaje y lápiz labial y medio kilo de pasta para resanar? En su primera sesión fotográfica los muchachos Hussein Al Tikriti ostentaban sendos gestos de apatía; en la segunda, en cambio, la paz eterna parecía haber llegado a sus caras, y los especialistas forenses incluso habían logrado imprimir en ellas sonrisas discretas, propias de quienes fallecen después de haber experimentado una revelación trascendental. Hasta podría pensarse que Uday y Qusay, dos hombres que vivieron toda la vida, y sin elección posible, contextos tortuosos y sórdidos, habían encontrado por fin, en sus camillas de la tienda inflable del aeropuerto de Bagdad, la serenidad eterna.

El agente funerario Bush hizo, pues, un gran trabajo. Administró una muerte instantánea (y eso también quiere decir, se supone, indolora) a los hermanos Uday y Qusay Hussein Al Tikriti. (Falta conocer aún las circunstancias exactas del deceso de Mustafá Hussein, hijo adolescente del segundo, pero no hay motivos para pensar mal y cabría incluso suponer que el muchacho recibió un trato humanitario semejante al que se aplicó al padre y al tío.) Luego, Bush se apiadó de los cuerpos descuartizados y les procuró una reconstrucción facial tan exitosa que alguna marca trasnacional de juguetes ha de estar planeando el lanzamiento de los muñecos Uday y Qusay --transfórmalos y diviértete con sus quijadas desprendibles--, siempre y cuando, claro está, logre que la familia le ceda los derechos del copyright. Los gringos son muy respetuosos en eso de la propiedad intelectual y la piratería les resulta repugnante. Finalmente, los iraquíes estarán tan agradecidos con su benefactor que nadie en el país liberado se opondrá a que las cabezas de Uday y Qusay sean incorporadas a la decoración del dormitorio que Bush ocupa en la Casa Blanca. Realmente se lo ha ganado.

22.7.03

Información terrorista


De acuerdo con un cable de Europa Press reproducido en la versión digital de El Mundo, la policía mexicana encontró “instrucciones para crear armamento químico en correos electrónicos que figuraban en el ordenador requisado en la vivienda que (Juan Carlos Artola, presunto líder de las también presuntas redes etarras en territorio mexicano) ocupaba en la localidad de Puerto Escondido”. Como ocurre con el conjunto de los medios informativos españoles, la redacción on line de El Mundo no considera necesario hacer la distinción entre etarras y supuestos etarras, de modo que se sirvió un titular con la cuchara grande: “Incautan al máximo responsable de ETA en México manuales para la fabricación de armas químicas” (http://www.elmundo.es/elmundo/2003/07/20/espana/1058699050.html). A ver si un día de éstos no le confiscan a ese periódico un manual para divulgar noticias distorsionadas, emitir sentencias rápidas y contribuir a la paranoia mundial del terrorismo. Las atrocidades de los etarras son repugnantes sin duda, pero eso no justifica el amarillismo y la predisposición linchadora de la prensa española ante el conflicto vasco.

A saber si el detenido en el puerto oaxaqueño realmente es un dirigente de ETA, si lo hallado en su computadora era verdaderamente una fórmula de fabricación de armas químicas y si eso pudiera tomarse como indicio de una intención de los separatistas de recurrir, en su accionar asesino, a esa clase de sustancias mortíferas. Yo, en lo personal, estoy seguro de no ser etarra, de no estar involucrado en nada semejante a una acción terrorista y de no haber efectuado nunca una operación de lavado de dinero. Sin embargo, si la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) hurgara ahora mismo en el disco duro de mi computadora y si actuara con mala fe parecida a la de los colegas españoles, podría concluir que soy, en realidad, una falsa personalidad de Osama Bin Laden. Encontraría diagramas para fabricar paquetes explosivos y coches bombas, instrucciones detalladas para armar un fusil de asalto AK-47 y un catálogo de rifles para fuerzas especiales cuyos precios van desde mil 84 hasta mil 495 dólares. Y eso no es nada: hallaría, también, documentación ilustrada para fabricar una bomba atómica.

Obtuve mi botín de información terrorista en una búsqueda por Internet que duró exactamente 37 minutos. Los diagramas de paquetes explosivos y coches bomba los bajé precisamente de la página de El Mundo; ahí pueden ser consultados por cualquier persona (http://www. elmundo.es/eta/paquetebomba.html y http://www.elmundo.es/eta/cochebomba.html); están incluidos, por cierto, en una serie de gráficos animados sobre ETA. El instructivo del cuerno de chivo lo tomé de una página gringa (http://www.independencearms.com/) dedicada al culto a las armas de fuego, de las que hay miles; los datos de la bomba atómica están en un documento divulgado ad nauseam desde los inicios de Internet y que actualmente puede consultarse, entre otros sitios, en http://www.serendipity.li/more/atomic.html. Los autores del documento advierten que la información “es estrictamente para uso académico”, que los diseñadores y constructores de armas atómicas son físicos capacitados y que cualquier profano que pretenda armar su propia bomba muy probablemente se provocaría la muerte, no en una detonación nuclear, sino debido a la exposición a radiaciones letales.

Un dato curioso: recientemente, el actual gobierno británico, tan afecto a cometer estupideces, desclasificó los 219 tomos de la documentación completa del desarrollo del primer artefacto nuclear inglés, una bomba llamada Danubio Azul. El ingeniero retirado Brian Burnell, quien trabajó en el programa de armas atómicas de los años cincuenta, dijo a The Daily Telegraph que los documentos permitirían a cualquier terrorista fabricar una bomba atómica fácilmente. Quien quiera hurgar en pos de la información puede hacerlo buscando las palabras claves Blue Danube en el sitio oficial inglés http://catalogue.pro.gov.uk/. Es probable que el gobierno de Tony Blair, empeñado en una guerra criminal y luego consternado por provocar el suicidio de un científico inocente, todavía no haya tenido tiempo de enmendar la pifia.

Llevo ya varias horas escribiendo --en buscadores y en el procesador de palabras-- los términos “terrorismo”, “armas químicas”, “bomba”, “manuales”, “diagramas” e “instructivos”, pero hasta el momento los marines no han venido a tocar el timbre ni he recibido un citatorio de la PGR para que esclarezca las sospechas en torno a mis actividades. Puede ser que los sistemas de inteligencia de Washington --el Echelon-- no sean tan perspicaces; por su parte, la ausencia de la procuración de justicia podría deberse a que, en realidad, no he cometido ningún delito. Pero en los tiempos que corren lo prudente es borrar mi investigación y terminar cuanto antes estas líneas.

15.7.03

Brigada Plus Ultra


Cientos de hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y dominicanos están siendo enviados al territorio ocupado de Irak para participar en la pacificación y normalización del país invadido. Se desplegarán en el centro y sur y estarán bajo el mando de oficiales españoles y polacos que son, a su vez, las mascotas de los militares estadunidenses que controlan (¿controlan?) el territorio iraquí. Según las versiones oficiales, los pobres centroamericanos tomarán parte en tareas de desminado, reconstrucción y sanidad. No es difícil, en consecuencia, imaginarlos reventados por las minas, agobiados en trabajos de albañilería o aplicados en la remoción y traslado de restos humanos en descomposición.

Los presidentes y los parlamentos de Honduras, Nicaragua y El Salvador argumentan que la presencia de efectivos de sus países en el Irak derrotado es buena para que esas pequeñas naciones centroamericanas empiecen a adquirir presencia en el concierto de la modernidad global. Pero es más probable que los asesores de George W. Bush hayan pensado en la necesidad de dar argumentos y cobertura al término coalition, empleado por su jefe cuando anunció la intención de invadir Irak y que el Departamento de Estado haya salido a comprar voluntades entre los habitantes débiles de su patio trasero. Unos cuantos millones de dólares en ayuda militar y un viaje con gastos pagados a Las Vegas para congresistas tropicales son suficientes para adquirir un hato de reclutas desnutridos --pero maquillados de tropas de elite--, ponerlos bajo el mando del sargento Aznar y anunciar al mundo que la comunidad internacional participa con entusiasmo en el avasallamiento armado de Irak. Enhorabuena.

Por lo que se refiere al grado de convicción de estos novísimos guardianes de la democracia y la paz mundial, es bueno recordar el dato de sus emolumentos: además de sus salarios regulares recibirán un bono extra de 200 dólares diarios mientras permanezcan en tierras iraquíes, es decir, de fines de este mes a marzo del año entrante: casi 50 mil dólares para cada uno de estos soldados de la libertad. Para poner en contexto esa suma --una hora de festejos en casa de Bill Gates o una década de salarios en el bolsillo de un jardinero mexicano-- cabe recordar que en Honduras el producto interno bruto (PIB) per cápita es de 2 mil 600 dólares anuales, según los datos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés); 53 por ciento de la población está por debajo del nivel de pobreza y 28 por ciento de la población económicamente activa (PEA) se encuentra desocupada. Los datos correspondientes a El Salvador son: 4 mil 600 dólares de PIB anual per cápita, 48 por ciento de pobres y 10 por ciento de desempleo; Nicaragua registra un PIB de 2 mil 500, pobreza de 50 por ciento y 23 por ciento de desempleo. República Dominicana es la privilegiada de la coalición: PIB de 5 mil 800, pobreza de 25 por ciento y desempleo de 15 por ciento (www.cia.gov/cia/publications/factbook, datos de 2001). En suma, para los soldaditos centroamericanos que consiguieron visa a Irak la aventura les significa la oportunidad de cambiar radicalmente su horizonte económico. Multiplicada por unos 700 integrantes de la Brigada Plus Ultra, como ha sido bautizado el rebaño, la cantidad arroja 35 millones de dólares que saldrán, al parecer, de las arcas españolas, las cuales, a su vez, endosarán la factura a Estados Unidos. Una baba de perico, si se considera que el precio de la destrucción de Irak fue calculado en 60 mil millones de dólares por círculos legislativos de Washington.

Los problemas vendrán cuando esos 35 millones de dólares de carne centroamericana mal entrenada y equipada, y desconocedora, entre muchas otras cosas, del idioma y las costumbres iraquíes, se revelen como el punto más débil de las tropas de ocupación, y los integrantes de la resistencia nacional descubran que sus agresores les han regalado al menos un puesto de tiro de feria con patitos de hojalata para que afinen su puntería.

8.7.03

Heliogábalo


Tal vez algunos desconozcan la carga irónica detrás del mote de Il Cavaliere con que se conoce a Silvio Berlusconi. Silvio Heliogábalo lo llamó Antonio Tabucchi --autor que ahora sufre en la Italia berlusconiana el problema de la censura--, en evocación de aquel corruptísimo emperador romano (218-222) que sirvió de ejemplo a John Locke para argumentar sobre la indisoluble relación entre la esencia humana y un cuerpo y una forma específicos: “No creo que nadie, por seguro que esté de que el alma de Heliogábalo resida en uno de sus cerdos, diga que ese cerdo es un hombre, o que es el propio Heliogábalo”, asentaba el filósofo en su Ensayo sobre el entendimiento humano.

Pero Il Cavaliere o Heliogábalo no tiene nada de caballeroso. Así pudo constatarlo Indro Montanelli, venerable periodista de derechas de toda la vida que se lió en los negocios con el actual gobernante y que salió tan decepcionado de la aventura que terminó llamando a los italianos a votar por la izquierda. Así lo percibió también la opinión pública europea el pasado miércoles, cuando el truhán impresentable se estrenó como presidente de la Unión Europea (UE) insultando al diputado alemán Martin Schulz, a quien comparó con un guardián nazi de campo de concentración. El canciller Gerhard Schroeder exigió que Il Cavaliere se retractara y ofreciera disculpas. Como la presión era tan fuerte, al día siguiente, Berlusconi llamó por teléfono a Schroeder para pedir perdón. Pero el viernes declaró que no había ofrecido ninguna disculpa; “sólo subrayé que yo había sido el ofendido”, dijo el tramposo político-empresario.

Por sí solas, la patanería y la bajeza de Berlusconi podrían ser un desdoro menor para la UE; a fin de cuentas, ninguno de los textos fundamentales de ese conglomerado de naciones prohíbe explícitamente que el presidente en turno arroje excrementos a sus críticos. Lo más grave es que la Europa comunitaria, que se pretende modelo de legalidad, democracia y justicia, esté presidida por un sujeto de largos y graves antecedentes penales. Montanelli no tenía otra forma de explicarse el origen de la fortuna de Berlusconi que el reciclaje de dinero sucio. Il Cavaliere ha sido investigado por evasión fiscal, soborno, asociación con la mafia, lavado de dinero y hasta por su presunta participación en el asesinato de un juez. Cuesta creer que en el contexto de la democracia italiana los procesos e indagatorias correspondientes --algunos aún en curso-- no se hayan constituido en un impedimento insalvable para que un sujeto como Berlusconi conquistara, por segunda ocasión, en 2001, la jefatura del gobierno. Pero, según los indicios disponibles, Il Cavaliere se lanzó a la política precisamente para alcanzar posiciones que le permitieran tapar sus ilegalidades y asegurar la impunidad. Y hasta la fecha, el premier italiano ha logrado que sus partidarios en el parlamento impidan cualquier investigación de sus negocios turbios.

Pero, más allá de inelegancias e ilegalidades, el ascenso político de Berlusconi es una exhibición de inmoralidad: la que implica ser dueño de la mayor parte de la televisión italiana y, al mismo tiempo, el jefe de los medios electrónicos del Estado. Lo ilustra esta reflexión aparecida en el periódico madrileño El País el 29 de junio: “Cuando el pasado 28 de mayo tomó asiento en la tribuna de personalidades en el estadio Old Trafford para presenciar la final de la Copa de Campeones, lo hacía en su triple condición de primer ministro italiano (los dos equipos finalistas lo eran), presidente del Milán y gran patrón de la televisión, porque fue una de las emisoras de su propiedad, Canale 5, la que transmitió en directo el encuentro”.

Il Cavaliere posee la mayoría de la empresa que controla los tres mayores canales privados italianos; es propietario de Mondadori, la principal editorial del país, cuyas divisiones de libros y revistas abarcan, respectivamente, 30 y 38 por ciento de los correspondientes mercados nacionales; es dueño, además, del semanario Panorama, los diarios Il Giornale e Il Foglio, un portal de Internet y hasta una empresa encuestadora, Datamedia, que en la campaña electoral del año antepasado inflaba 7 por ciento las preferencias electorales en favor de la coalición de nacionalistas, fascistas y xenófobos que encabeza el propio Berlusconi.

En el año 222, los mismos militares que habían encumbrado a Heliogábalo se hartaron de él, lo asesinaron en una letrina y tiraron su cadáver al Tíber. La democracia italiana ha tenido varias oportunidades de deshacerse --en un sentido político, por supuesto-- de Berlusconi pero ha escogido, en cambio, hundirse en el descrédito en compañía de su primer ministro. Antes del segundo triunfo electoral de Il Cavaliere, y ante la andanada de críticas de la prensa extranjera por su impunidad ascendente, el empresario Giovanni Agnelli (Fiat) se quejó de que su país estuviese siendo tratado como república bananera. No pudo reconocer que cualquier nación que permita ser gobernada por un tipo como Berlusconi es una república bananera. Ahora la institucionalidad política de la UE tendrá que elegir entre hacer el vacío a su flamante presidente y sobrellevar con discreción la vergüenza durante los próximos seis meses o asumirse como un territorio de impunidad, corrupción y decadencia.

1.7.03

Los fondos de Cavallo


Todavía falta mucho. Ahora Ricardo Miguel (o Miguel Ángel) Cavallo está frente al juez Baltasar Garzón y uno desearía que el magistrado no vaya a tolerar en sus oficinas que torturen al torturador, como lo ha permitido, según dicen las malas lenguas, con algunos acusados de pertenecer a la banda asesina de los etarras. El otrora Sérpico, tan pulcro como siempre y tan disociado como cuando aplicaba personalmente la picana en los cuerpos de sus cautivos, alegó ante el juez español que no sabe nada de nada y su fingida ignorancia evoca la demencia senil alegada por Pinochet y la súbita amnesia de Echeverría. Pero a Cavallo ese recurso no le va a servir de nada. Encarcelado en la prisión de Soto del Real, será juzgado por genocidio y terrorismo --ojalá que Bush se informara del caso y lijara un poco sus vastas nociones de lo que es terrorismo--, y hay la fundada esperanza de que el proceso culmine con una derrota para la impunidad de Estado.

En lo inmediato las cuentas bancarias de Ricardo Miguel (o Miguel Ángel) Cavallo dan para contratar como abogado defensor al catedrático de derecho penal Antonio Ferrer Sama, quien sabrá Dios cuántos euros se embolsa por cada hora de trato amable con su cliente genocida. Tal vez el docto y mercenario jurista no se ha puesto a pensar que las víctimas del ex marino llegaban a las sesiones de electrocución y muerte sin abogado defensor, ni pagado ni de oficio, y allá él con su jurídica conciencia. Pero el dinero está listo porque Cavallo es un hombre rico. Hasta donde se sabe, sigue siendo accionista de Unión Transitoria de Empresas (UTE), Brides, Seal Lock, Martiel S.A. y Talsud, empresas que formó con Jorge Rádice y otros represores y torturadores después de terminada la dictadura argentina.

Los fondos para la constitución y operación de esas y otras empresas provienen, a su vez, según todos los indicios disponibles, de lo que Cavallo y otros represores robaron a sus víctimas en tiempos de la dictadura militar. Mariana Masera Cerutti dijo en entrevista con este diario (31/8/00) que los esbirros del Grupo de Tareas de la Esma no sólo secuestraron y asesinaron a su padre y a su abuelo, sino que se quedaron con los bienes de su familia --desde radios, cuadros y joyas, hasta una finca de 25 hectáreas--, cuyo monto, en ese entonces, ascendía a más de 10 millones de dólares. “No menos de 70 millones de dólares pasaron como botín de guerra a manos de más de 120 hombres de la armada”, señala la información.

Aquellos fueron los capitales iniciales para la operación de compañías de documentación y registro que, desde La Rioja y Mendoza hasta México, pasando por Bolivia y El Salvador, han operado con prácticas fraudulentas. Tras estipular precios ínfimos a fin de amarrar los contratos en licitaciones dudosas, tales empresas inflan las cuotas con la complacencia o complicidad de las autoridades. Así ocurrió con los negocios de expedición de licencias de manejo en Mendoza, entonces gobernada por el menemista Rodolfo Gabrielli, y así sucedió con el Renave en México, entidad cuya supervisión correspondía al entonces secretario de Comercio Herminio Blanco Mendoza.

Es inevitable preguntarse en qué medida Cavallo y sus secuaces aceitaron los trámites de las --de otro modo inexplicables-- concesiones que obtuvieron mediante la distribución de fondos procedentes de la venta de casas, automóviles, televisores, cuadros, radios y joyas de los secuestrados y asesinados. ¿Dejó Cavallo un rastro de regalos costosos en las residencias de ex funcionarios argentinos, bolivianos, salvadoreños y mexicanos? ¿Y por qué se suicidó el subsecretario Raúl Ramos Tercero, enlace entre Cavallo y Blanco Mendoza?

Albricias: Ricardo Miguel (o Miguel Ángel) Cavallo va a ser enjuiciado por genocidio y terrorismo (ojalá que a alguien en la Casa Blanca se le ocurra redactar un resumen del caso para el ignaro presidente Bush), pero la mafia posdictatorial formada por Sérpico y otros sigue operando en América Latina. Se necesita ahora una investigación trasnacional que establezca las rutas, los puntos fuertes, los cómplices y los alcances de esa organización delictiva que empezó con el robo de autos como actividad secundaria (la primaria consistía en secuestrar, torturar y asesinar) y culminó con la operación de registro de vehículos.

¿Y cuántos otros empresarios con orígenes semejantes al del torturador de la Esma permanecen entre nosotros? ¿Cuántos zopilotes del franquismo y del pinochetismo se pasean por las pulcras oficinas comerciales de la modernidad tecnocrática ofreciendo servicios con tecnología de punta, prometiendo estándares de calidad total y presumiendo certificados ISO 9002?