No preguntes / no contestes

Hay preguntas que no deben ser respondidas porque la contestación, cualquiera que sea, resulta siempre inconveniente. Por ejemplo:

--¿Te acostaste con X? (X puede ser Angelina Jolie, Brad Pitt, un Heloderma Horridum, o una combinación cualquiera de esas tres cosas, o bien algo distinto)

El dato es intrascendente e inevitablemente impropio. Si hablo con la verdad y te digo que sí, entonces estaré siendo indiscreto y lesionando el honor de una dama, el buen nombre de un caballero o la reputación de un animalito del Señor; si te digo que no, estaré frustrando tus expectativas de información con una respuesta anticlimática y desprovista de tensión narrativa. Pero si te miento y te digo que sí, estaré faltando a la verdad, y si te digo que no, será una respuesta hipócrita y encubridora.