Una noche alucinante, a orillas del Mármara, aquella mujer, tan bella que dolía su hermosura, me compartió (traducida, claro, a una lengua de la Cristiandad) una expresión local para referirse a esas etapas de trabajo intenso: to work as shining irons. No se lo dije, pero lo pensé: es más humano, o cuando menos más orgánico, nuestro “trabajar como una mula”. Y desde luego no tuve la concentración requerida para traducirle el “andar en chinga”.
En todo caso, la frase me confirmó esa como dureza del alma turca, una de las razones (de seguro la menos importante) por las que no acabé casado con mi interlocutora. Acaso ahora, en vez de oír en Tlalpan el célebre pregón pregrabado de las bicicletas tamaleras (¡... Calientitooossss! ¡Acérquese y pida los ricos y deliciosos tamales oaxaqueñooooosss...!), estaría escuchando las sirenas de los barcos que pasan por el Mármara.
En todo caso, la frase me confirmó esa como dureza del alma turca, una de las razones (de seguro la menos importante) por las que no acabé casado con mi interlocutora. Acaso ahora, en vez de oír en Tlalpan el célebre pregón pregrabado de las bicicletas tamaleras (¡... Calientitooossss! ¡Acérquese y pida los ricos y deliciosos tamales oaxaqueñooooosss...!), estaría escuchando las sirenas de los barcos que pasan por el Mármara.
Pero eso es otra historia y, como cantaba la gran chaparra, je ne regrette rien. El punto es que, hoy, como entonces, necesito con urgencia unas vacaciones.
8 comentarios:
La canción de la pequeña gorrioncita me recordó el "vida, nada me debes".
Nada como unas buenas vacaciones para ajustar la contabilidad de nuestra vida.
Saludos.
Unas vacaciones... dichoso tú, si puedes irte... pero si te vas, ¡suerte y que vengas con pilas dobles!
Saludos
"Non, rien de rien, je ne regrette rien, ....."
Este post, me obliga a un comentario muy largo, en este momento estoy tras la chuleta, no hay tiempo.
Lo prometo para mas tarde.
Pues no tendrás el Mármara como espejo, pero sí el Papaloapan, ¿por qué no vas a Tlacotalpan?, lo único que necesitas en tu mochila es un frasco de repelente de moscos y muchas ganas de "echar la hueva".
Con un fin de semana recargas la pila en ese edén veracruzano.
Yo también las necesito, porque hoy tuve un día de esos que uno quiere desaparecer del globo terráqueo... por lo menos unas horas.
Sin más remedio, me metí a la regadera, llené de vapor el baño y traté de olvidarme de hoy.
Qué va, Jorge Luis y Torresvera: de aquí a unos meses, las vacaciones son un mero wishfull thinking.
Belle: ¿Y el comentario? Ah, gracias por los Cardenales Totalmente Palacio.
Qué milagro, Caritina, y gracias por la sugerencia, pero para ir a Veracruz necesito mínimo una semanita, porque no resisto la tentación de andar de aquí para allá: de Cuetzalan a Tlacotalpan, vueltita por Orizaba, del puerto a Xalapa, de allí a Coatepec y Xico, imperdonable la escala en Perote para tragar jamón serrano, y ya entrado en gastos, subirme al Tajín, conocer Papantla, que me falta...
Gaudeamus, me duele tu hoy; que tu mañana sea tibio y que el vapor siga allí, esperándote.
Unas vacaciones... pos cuando las puedas, te permitan, te permitas, te de la gana, tenerlas, que las desquites bien don pemigue... saludos
Estos son los puntos de partida del comentario que deje pendiente a este post: Shining Irons.
Una mujer cuya belleza dolía
La dureza del alma turca
Sirenas en el Marmára, pregones en Tlalpan
Je ne regrette rien
Vacaciones
Tardé demasiado es escribir el comentario, la idea voló, desolée
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