6.11.08

Cadáver con guaruras



Pobre Mouriño: hasta en su velorio le tocó estar detrás de cercos policiales, autos blindados, arcos detectores de metales. En los pocos meses que estuvo en el Palacio de Cobián, la zona se pobló de barricadas verdes, calles clausuradas, vallas metálicas, policías inexpugnables, todo con tal de ahorrarle al Secretario una lejana mentada de madre. Ahora, hasta la tumba ha de acompañarlo el temor al repudio del pueblo. La suya no fue vida, y este ajetreo VIP tampoco es la paz de la muerte.
Moraleja: así, más valdría no gobernar.


9 comentarios:

marichuy dijo...

Pedro

Tu sabes que nunca fue de mis quereres, pero jamás he sido partidaria de la muerte como solución o como sentencia. Sentí pena por su muerte. Y sobre todo, he sentido pena por su jefe; esto lo ha golpeado en donde más le duele.

Ayer alguien recordaba unas palabras dichas por José Francisco Ruz Massieu, que vienen muy a cuento: "Pobre Calderón, pobre México, pobres de todos nosotros"

Saludos

Unknown dijo...

Pues he aquí que en este paraíso donde las sotanas, los vestuarios de diseñador y los uniformes verde olivo pasean sus impunidades de las más impúdicas maneras; El hijo pródigo de papi-YUNISSSTE, quien en 2006 recibiera de manos de la mapachería Gordillezca y los acuerdos bajo el oscuro manto de los arreglos políticos, entre azules y rojos la Presidencia Municipal de Boca del Río, Veracruz, mismo que ya siendo alcalde tuviera a bien darse el lujo de celebrar grande fiesta en honor de sus nupcias entre otras excentricidades familiares como los gastos de esperpento encaminados a festejar el cumpleaños del hijo menor del siniestro Yunes Linares, despilfarros infames ya comunes en esta clase política porfiriezca, hoy, tras darse el lujo de cancelar sus actividades programadas para el día de ayer, por el luto que le embargaba tras la muerte de su simil Mouriño, en este municipio tan contrastante donde conviven en asombrosa desigualdad los grandes adinerados y sus autos de lujo cuyas llantas rechinando en las noches porteñas hacen la delicia de la élite acaudalada, con la población de-a-pié en la misería mas pavorosa, el crimen y la desesperanza, cuyos urgentes requerimientos y apoyo no son atendidos por este "Junior" indignante. Ese mismo personaje larvario hoy se rasga las vestiduras y a mi y al medio para el que trabajo con honestidad y sin vender mi pincel a ningún interés fáctico, nos exige disculpas públicas dirigidas a la familia del Secretario "Desaparecido" por un cartón que publiqué en el diario Imagen de Veracruz tras enterarme de la muerte del funcionario. Asi pues te invito con el corazón a mi espacio para que sepas de lo que estoy hablando. Saludos Don Pedrito Miguel, mi admiración y vicio visual por sus letritas maravillosas, un abrazo. No mas veladas ni evidentes muestras de autoritarismo contra el derecho a la libre expresión y al uso del humor negro como una mas de las herramientas de las que nos valemos los críticos y los criticones.

www.canijochaneque.blogspot.com

Pedro Miguel dijo...

A mí la muerte de Mouriño tampoco me alegró, querida Marichuy, pero sentí mas pena por su vida, tan carente de nociones y de referencias. Pobre chavo.
Calderón, en cambio, no me entristece: a diferencia de Mouriño, él sabe perfectamente bien lo que está haciendo, y lo que está haciendo se llama traición a la patria.
Abrazo.

Ninguna autoridad pública, Chaneque, tiene atribuciones para exigirte que te disculpes, así hayas publicado algo atroz. Ustedes aguanten y no se dobleguen.

Luis Ricardo dijo...

Lo que Marichuy no podrá negar y sí hay que tomar en cuenta, es que Mouriño fue un transa. Eso ha de doler mucho a los deudos, la posibilidad de que al muerto, además de todo y enmedio de la pena, le griten sus verdades.

pez dijo...

pues yo tampoco no siento pena ni por mouriño ni por calderón ni por toda la bola de transas, corruptos y traidores a la patria, incluyendo por supuesto a la Zebra

yo no era partidario de la pena de muerte, pero para los criminales que asesinaron al menor de edad secuestrado inyectándole ácido en el corazón, como quisiera que les inyectaran ácido en las venas a ellos

marichuy dijo...

Luis Ricadro

No confundo, su muerte no lo exculpa de sus tráficos de influencias y malversaciones; tampoco lo exime de su ineptitud. Pero su muerte lejos de mejorar las cosas, las enturbia más.
Y si digo que pobre de Calderón, es porque más extraviado no puede estar; y con sus extravíos y transas, nos está llevando a todos al carajo.

maría de lourdes aguirre beltrán dijo...

Pobres de las gentes que sin deberla ni temerla, transitaban inocentemente por la calle, y sin haberse subido a un avión, murieron de un avionazo, a ellos poca gente los menciona o se conduele de su trágico destino.

pk dijo...

yo seguiré esperando, capitán, más sobre el asunto, de tu parte.
de mientras,
un abrazo expectante.

ps. no nos obliga el escenario político nacional a pensar que no fue un accidente?

Bogador y caminante dijo...

¿Por qué nos tienen tanto miedo a los de a pie?

Bueno, ya lo dijiste: tal vez de chiquitos sus papás les decían que los de abajo a la izquierda se los comerían si no se dormían pronto.

Todos los días consulto tu blog, publiques o no (porque antes de consultarlo no sé si ya publicaste), aunque a veces no comente por supuestas prisas por hacer otras cosas.

Un abrazo fraterno.