28.6.09

No pasarán


El cuartelazo de ayer no es tanto contra Zelaya, sino contra el pueblo de Honduras, contra la democracia frágil en Latinoamérica y contra todo sentido de decencia. Los muy brutos creen que están en los años setenta del siglo anterior, pero no: no pasarán.

6 comentarios:

Roque Nuevo dijo...

Los intentos de Zelaya de modifiar la consititución para permitir su permancencia en el poder fueron condenados como anti constitucionales y/o anti democráticos por el congreso y la suprema corte de justica de aquél país. Por cierto, el congreso y la suprema corte de justicia de México diría algo parecido si esto pasara acá en México. Siempre cabe la posibilidad de que el congreso y la suprema corte de justicia son anti constitucionales y/o anti democráticos de por sí, también como acá en México.

Quiero apoyar el lado de los buenos--él de la democracia, él la decencia y él del pueblo y en contra de los brutos del sigo pasado. Pero ¿cuál es? Él de Zelaya, quien quería modificar la constitución de manera anti democrática para lograr un régimen anti democrático (siempore de acuerdo con el congreso y la suprema corte de justicia de aquél país) o de los golpistas, quienes han operado un cuartelazo al estilo años setenta del siglo pasado?

Ayúdame: mis plantillas del análisis también son de los años setenta del siglo pasado y no me funcionan hoy. Parece que ya no haya golpistas como en aquél tiempo ni haya valientes y decentes demócratas tampoco. Parece a veces que los golpistas son demócratas y los demócratas son golpistas. Luego parece al revés. ¿Cómo salgo de este atolladero?

Alejandra G. dijo...

"quería modificar la constitución de manera anti-democrática"
Señor Roque, discrepo con usted. Se prentendía instalar una cuarta urna para preguntar a TODOS los ciudadanos si estaban de acuerdo en convocar para noviembre un referendum, es decir, cualquiera podía ir a vota SI o NO.
Ciertamente no le veo a eso nada de antidemocrático.
Si la mayoría votaba No, pues san se acabó y sus aspiraciones a la reelección se venían a abajo. Pero, y ¿Si la mayoría votava SÍ?
Seria un GRAN problema ya que abriría la posibilidad convocar a un referendum para cambiar la constitución y permitir la reelección, cosa nada agradable ya que el presidente Zelaya había tomado decisiones muy cuestionables como unirse a la ALBA o aumentar el salario mínimo.
Mi generación ha vivido pocos pero significativos cambios políticos, he visto como algunas naciones de AL se han quitado el yugo de E.U. Tal vez por eso no comparto su visión de "tiempos pasados siempre fueron mejores"

María dijo...

Zelaya pretendìa modificar la constituciòn mediante el voto ciudadano . Lo que pasò en Honduras no es mas que una muestra de neofascismo pulquero retro . Nos devuelve a los tristes tiempos de Franco , Pinochet o Videla , por citar algunos sàtrapas . ¡ NO pasaràn !

Roque Nuevo dijo...

Alejandra, Martha: Ya veo... Gracias por escribir.

Bogador y caminante dijo...

"El cuartelazo de ayer no es tanto contra Zelaya, sino CONTRA EL PUEBLO DE HONDURAS"
¡Qué bien lo dice Pedro!
Y ¡qué bien lo dice la fotografía que puso Pedro! O ¿acaso los que están amenazados por las armas golpistas no son pueblo?
Si esa gente está equivocada o no el tiempo lo dirá y ellos se darán cuenta y rectificarán ¡Como sea son los golpeados! y estoy con ellos, sin duda.
Las fotografías de la siguiente entrada sobre el tema son muy elocuentes ¡Demos todo nuestro apoyo al pueblo hondureño! ¡Condenemos sin titubeos a quienes golpean (los golpistas)!

(Antes firmaba como el que boga de pie sobre una piedra)

Pedro Miguel dijo...

Roque Nuevo: No sé si Zelaya violó las leyes o no, pero si lo hizo, lo procedente, según el derecho, era iniciarle un juicio político en el Congreso (el equivalente del impeachmnet anglosajón, cosa que jamás se realizó), no derrocarlo por las armas, secuestrarlo y desterrarlo (no hubo ninguna legalidad en ello), y menos falsificar una carta de renuncia -era falsa, como lo prueban los enredos en que se metieron los complotados: primero lo "destituyeron" y luego, cuano se sieron cuenta de la pifia, inventaron la dimisión. En todo caso, Zelaya no pretendía modificar la constitución de manera antidemocrática, sino en la forma más democrática imaginable: poner a votación si procedía o no votar la propuesta de reforma, como lo apuntas aquí mismo, Alejandra G.

No es cuestión entre buenos y malos, me parece, sino entre demócratas y totalitarios, por un lado, y entre oligarcas y políticos con sentido popular, por el otro. El desarrollo posterior de los sucesos ha demostrado quién está en qué bando: por un lado, el golpismo ha sido tan claro (e impresentable) que Zelaya ha recibido el apoyo de un abanico político tan amplio que va desde Raúl Castro y Chávez hasta Uribe y Calderón, pasando por Obama (no negaremos que su postura es la de mayor peso en esta circunstancia), y desde las izquierdas radicales hasta las burocracias de la OEA. Incluso los señoritos empresarios de esa cosa que se llama Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), tan sesgados siempre contra las causas populares, han debido condenar el golpe. Last but not least, en Honduras los gorilas han respondido con una represión salvaje a los intentos de resistencia eminentemente populares. Así que no veo motivos para el atolladero.

El desarrollo de los acontecimientos es reconfortante, la contundencia de la respuesta continental (sin precedentes) me parece un sólido motivo de esperanza y también creo, María, que esta vez los gorilas no pasarán.

Si la guerra es la continuación de la política por otros medios, ésta viene siendo, a su vez, la continuación de la economía por otros medios. Y sí, Bogador, hay dos proyectos económicos confrontados en este episodio: el popular y el oligárquico. El de los golpistas es el segundo.

Abrazos.