“El gobierno de los ricos y socialmente influyentes, el de la mafia o el del populacho dejan ver, cada uno a su modo, las desventajas de un gobierno sin derecho en comparación con uno de derecho”, escribe Richard Bellamy al comentar a Bobbio (DOXA, Cuadernos de Filosofía del Derecho, Nº 28, 2005).
Al explorar conceptos de gobierno y de estado de derecho, casi da ternura la candidez con la que el gerente en turno del poder oligárquico traza un retrato de su propio régimen al ensayar definiciones y descripciones del crimen organizado: “la organización criminal que a través de de la violencia o la amenaza busca apoderarse de las rentas de las empresas lícitas o ilícitas en una comunidad”; “... una vez hecho el 'arreglo', los delincuentes controlan a la autoridad y, una vez que la han sometido, se apoderan de la plaza sin restricción alguna y no existe límite a sus abusos sobre la población” (“La lucha por la seguridad pública”, Felipe Calderón Hinojosa, 14 de abril de 2010). Daría ternura, pero “la recuperación de la seguridad de las familias mexicanas” ha generado lo contrario y ha costado ya 23 mil muertos. Y mientras asistimos de manera obligada a la carnicería, el saqueo de los bienes públicos permitiría cubrir con una fila de monedas de a peso la distancia de aquí a Júpiter.
“Apoderarse de las rentas...” Al leer eso, uno piensa en la manera en que la alianza gobernante le enjaretó a la mayoría de la sociedad un incremento de impuestos que habría podido evitarse si los altos funcionarios, los legisladores y los magistrados, moderaran las facturas por viajes y comidas que le endosan al presupuesto.
Además, las líneas citadas obligan a recordar que esta administración y las anteriores han saqueado impunemente a Pemex, no para beneficiar al conjunto de sus propietarios –es decir, a la población– sino para beneficiar a un puñado de magnates, transnacionales y funcionarios públicos, ya sea mediante contratos que les dan a ganar miles de millones de dólares en perjuicio de las arcas públicas, ya por concesiones con el 80 por ciento de descuento (adjudicación de frecuencias a Televisa y Nextel), ya por el otorgamiento de exenciones y privilegios fiscales escandalosos, como los que el propio Calderón reconoció el 29 de octubre del año pasado, ya por transferencias extra salariales del erario a servidores públicos, como las que se otorga a sí mismo Francisco Mayorga, titular de la Secretaría de Agricultura.
Las caracterizaciones de la delincuencia que formula Calderón evocan también los atropellos a la ley cometidos en la extinción de Luz y Fuerza del Centro, en la concesión a particulares de actividades constitucionalmente reservadas a la nación, en “la violencia o la amenaza” empleadas contra los mineros y los electricistas, en el uso de la fuerza pública para beneficio de la fuerza (financiera) privada de Grupo México: “los delincuentes –afirma Calderón– controlan a la autoridad y, una vez que la han sometido, se apoderan de la plaza sin restricción alguna y no existe límite a sus abusos sobre la población”.
Volviendo a Bellamy: “No es justo que los tiranos tengan el hábito de asegurarse la legitimación legal después de la toma del poder, y no antes de ésta”.
Si en algo acierta el panista es en que no fue la acción del gobierno la que provocó la violencia, y que ésta es más bien fruto de los enfrentamientos entre distintos grupos de la criminalidad. Porque gobierno, lo que se llama gobierno, no hay mucho que digamos.
Otro que comenta a Bobbio, el colombiano Álvaro Acevedo Tarazona (Reflexión Política, Universidad Autónoma de Bucaramanga, Vol. 2, Nº 3, 2000), extrae de la lectura de El futuro de la democracia una conclusión local: “Si bien estamos viviendo en un país nominalmente 'democrático', a diario nos enfrentamos al desafío de reconstruir una verdadera democracia en la cual el imperio de la ley, las libertades y la justa convivencia sean su sustento”. En México se puede decir más claro: la sociedad debe construir un gobierno.
4 comentarios:
Hola Pedro,
Muy atinado el título de tu artículo de hoy así como el contenido.
Por él me seguí al comunicado de Calderón. Obviamente alguien se lo escribe...y, ¡qué manera de definirlo!
Empecinado el enano, en lo que a su parte corresponde, pero, los que lo manejan???
Que sea una buen día!
Menganita.
Así exactamente como esa foto se me hizo cuando lo vi en el video este donde da un discurso estúpido sin sentido que no dice absolutamente nada, como no tengo tele, pues lo vi en internet ya después de que salió, me sentí tan mal, me deprimió tanto, su testarudez su necedad, su ignorancia, y pues todas esas personas que estan tras los discursos, los medios... en fin... así exactamente como está en esa imagen, así, así... muchos saludos PEMIGUE...
Pedro Miguel:
Cuando este monigote nos robò la elecciòn, me diò el patatùs, pues me imaginè e negro panorama que nos esperaba.
Ahora me doy cuenta que lo que està sucediendo en nuestro paìs es un millòn de veces peor de lo que creìa .
Lo que me sorprende es el aguante que tenemos los mexicanos.
Siento que estamos viviendo una època muy oscura.
Un abrazo
A seguirle, aunque sea en tiempos oscuros.
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