La profesión de amor al mundo
tiene un precio elevado:
una herida que duele en forma proporcional
al tamaño del amor.
Eso yo no lo sabía
cuando era más listo pero menos sabio
que ahora
y quería llegar
por el camino rápido
al fondo de las cosas.
Poco a poco, se aprende
que van juntos la cáscara y el fondo,
que camino y destino son siameses,
que realidad y fantasía
conforman la argamasa universal
de nosotros, los vivos.
Qué fácil, qué imposible es el camino
al corazón de los asuntos.
1.10.10
Un enigma
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2 comentarios:
Hola Pedro Miguel,
¿De quién este poema?
Un abrazo,
Adriana
Adriana: yo lo escribí, pero lo puse acá para que sea de todo mundo.
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