La página alerta contra “grupos que siempre están difamando esta loable labor poniéndonos rocas en el camino y utilizando el 'nombre' sólo con una palabra distinta a nosotros para que la ayuda no llegue a por nuestros hermanos sin voz, en verdad estamos atravesando una situación muy difícil de alimento y apoyo para nuestros pequeños por esta gente que es un grupo de Polanco pero ya las autoridades están investigando porque nosotros estamos legalmente constituidos por el bien de todos y el bienestar de mis animalitos tendremos que proceder en contra de quien resulte responsable”.
La organización cuenta con su propia página en Facebook –más de 60 mil seguidores– y en ella hay un amplio catálogo de animales en adopción, promoción de eventos y muchas fotos de la activista en sus tareas de rescate y de cuidado.
Llama la atención una serie de entradas sobre un mismo tema: “Un tipo llamado Jou o Michelle que se come a los perros, así como se come a los perros podría comerse a un niño, él sigue libre. Si desean buscar una solución a esto y que definitivamente el individuo deje de matar a los perros pueden llamar a Yolanda 04455-3408-8421 para dar una solución”.
El comeperros de Tultitlán ha sido denunciado al menos desde 2009, como lo indica una carta enviada a Calderón cuando era presidente, y a Peña Nieto, cuando era gobernador mexiquense, en la que se pedía que aquel “ indigente adicto y violento” fuera internado en “un lugar donde pueda recibir la atención que necesita”.
En el grupo animalista de Facebook las cosas toman otro cariz. La entrada referida va acompañada por fotos de un hombre en evidente situación de calle e indigencia que realiza gestos amenazantes a la cámara, así como por una colección truculenta de cadáveres de canes enteros o mutilados, carbonizados algunos de ellos. Escribe Romero Núñez: “Ya tiene 5 años que (…) lleva matando a los animalitos en el tiradero de basura de Tultitlán, por una u otra razón no le hacen nada y también le falta el respeto a la gente. Anteriormente El Jou desangraba del cuello a los perros y los dejaba toda la noche desangrando para matarlos y comerlos después sacando su hígado. Ahora descaradamente los mata y los hierve para cocerlos vivos” (sic). No sé quién defiende a El Jou porque siempre se sale con la suya, ya lo han detenido pero siempre lo dejan libre”.
Al pie de las fotos proliferan centenares de comentarios. Uno solo de los participantes pone en cuestión la veracidad de la historia. Otros tres, sin justificar los hábitos alimenticios de El Jou, se compadecen de él. Muchos otros señalan que el vagabundo es un caníbal en potencia. El resto son execraciones divididas a partes iguales entre quienes proponen que el hombre sea encarcelado o encerrado en un hospital psiquiátrico y los que sugieren, proponen o exigen su asesinato. Los autores son usuarios variopintos de Facebook: amas de casa, empleados de corporativos, chavas estudiantes, abogados, comerciantes, dentistas, señoras de la tercera edad. En sus perfiles igual ponen imágenes de Jesucristo, rostros de Hello Kitty, siluetas de Transformers y hasta citas apócrifas de Saramago. Los nombres o los apodos de usuario no tienen importancia. He aquí algunos –sólo unos cuantos– de los comentarios, copiados con toda literalidad:
–Pónganse a pensar que hoy son los perritos, mañana puede ser uno de nosotros. Violencia genera Violencia, lo que deberían de hacer es desaparecerlo... ejem...ups!!! digo, mandarlo a un psiquiatrico y que no salga nunca más de ahí !!!!
–Ay q ir a donde vive!!! hacer justicia por nuestra propia mano si la “autoridad” le vale madre pues que vea que a nosotros no! Agarrarlo dormido y quemarlo vivo al puto.
–Para la policia no son cargos suficientes, asi ke mas facil sera darle un escarmiento a mano propia y darle a probar a ese hdp lo ke se siente ser torturado.
–Entre varios le podemos poner la putiza de su vida, le podemos romper las piernas a batazos o pasarle el carro en las patas y nos damos fuga.
–No hay nadie q le de un tiro a ese desgraciado en la frente, q maldad tan grande por dios.
Cada tanto, la responsable del sitio sube una foto de perro descuartizado, más espeluznante que la anterior, y atiza:
–Le quitó las tripas, se los come por dentro, no tiene piedad por ellos, por favor hagan algo para detener a este hombre.
Y los comentarios arrecian:
–Q se junten varios cabrones y se lleven un bote con gasolina lo busquen lo roseen y le prendan fuego.
–Lo unico que se le puede hacer es darle una putisa o apoyar a Yolanda con lo que pide, pero lo que sino sirve de nada es maldecirlo por facebook eso no logra nada mejor actúen, lo que quieran hacer cuentan conmigo.
–Posiblemente la mejor solución sea dejarle un perro, que ya esté muerto, lleno de veneno para ratas para que sea su último alimento.
–... Deberían dejarlo inmóvil cosa que no se pueda mover y echarle algún tipo de comida en el cuerpo o algo asi para que los perros se lo coman vivo al infeliz.
–Amarrenlo al ogt y quémenle las manos.
–Si las autoridades no hacen nada nosotros siiii sera mejor para todos y sobre todo para estos hermosos animalitos si desaparece. [matenlo , matenlo, matenlo!!!!!!!! ] yo apoyo.
–Es un peligro no solo para estos animalitos indefensos que no tienen la culpa sino para las personas de bien por favor únanse varias personas y entre todas cójanlo y amarrarlo con alambre de púas las manos y cocerle la lengua para que no siga haciendo daño.
–Y por que no le cortan el pene y que c lo tragueee ese hijo de la vil putaaaaaaaa y despuest lo hacen pedazitooooooooooz lentamenteeeeee”...
–Maldito viejo estupido y asqueroso ay que atropeyarlo con un camion de basura y echarlo ahi mismo que se joda el ojete de mierda...
Una participante lanza una pregunta:
–¿Alguien ha pensado alguna vez que dentro de estos sujetos que parecen repudiables vive alguien que también sufre?”
De inmediato, otra la fulmina:
–Ya porfa en buena onda tus argumentos dan hueva, ahorita lo q importa es resolver este problema no tus teorías llenas de sentimentalismos absurdos. Bórrate ya.
Y alguien más remata:
–Ps si tanto te molestan los comentarios llevatelo a tu casa (…) aver si cuando mate a alguno de tus familiares te parece bien, pendeja.
Gracias a la labor de Yolanda Romero Núñez, muchos perros de Tultitlán están a salvo. Pero hay un humano que, si fuera más que un invento para movilizar a personas de buen corazón, podría encontrarse en peligro de muerte: le dicen Michelle o El Jou, come perros y vive en la calle.