Para Hebe Rosell
y Lutz Alexander Keferstein
¿ Cuál es la gota que derrama el vaso
o la chispa que incendia la pradera?
Nadie lo sabe con razón certera
ni hay fórmula infalible para el caso.
Se podría evitar tanto fracaso
sin el fútil afán, sin la quimera
de atrapar en la lógica severa
la sutil expresión de un chiripazo.
Es mejor preparar, día tras día,
al margen de una fecha perentoria,
el fin de la vetusta tiranía
sabiendo que es la hora decisoria
–como ya Kapuscinski lo decía–
la faceta inefable de la historia.
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