Polisemia de puto

“Yo soy tan macho que hasta me he cogido a varios putos”, dirán algunos cándidos que ignoran, entre muchos otros asuntos, sus propias esencias homosexuales. Pero además del hiriente agravio homofóbico que significa en algunos países de habla española, puto también quiere decir otras cosas: promiscuo, infiel, cobarde, traicionero, putañero. O sea que el quevediano “Desengaño de las mujeres” tiene un mucho de autorretrato (y no lo oculta), habida cuenta de la irrefrenable afición del autor por las prestadoras de servicios sexuales:

Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.

Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.

Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado

si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.

Y luego me encontré en Youtube esto que, sin llegarle ni a los talones al célebre soneto anterior, también es muy ilustrativo del tema: