11.9.15

El día del golpe


Desde antes Ruy y yo nos habíamos hecho la promesa de ir a Chile a combatir si el gobierno de la Unidad Popular era atacado. Así que aquel 11 de septiembre, cuando me enteré de lo que estaba pasando en Santiago, le marqué para ponernos de acuerdo. Una vez que colgamos, nuestras respectivas mamás, que habían escuchado la conversación, complotaron entre ellas y luego, por separado, nos hicieron ver que no había manera de llegar a Chile sin atravesar un continente infestado de dictaduras militares. Nos dijeron también que éramos menores de edad y que de ninguna manera nos iban a autorizar los pasaportes, que éramos un par de idiotas y que si insistíamos en el viaje, a ver de dónde sacábamos dinero, porque ellas no nos iban a dar un centavo. Y ya fue que nos quedamos en el DF, chille y chille, y con la sospecha de que nuestras progenitoras se habían sumado a  los golpistas :(

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