22.12.09

Tarjeta navideña

A primer golpe de vista, la composición podía ser tomada como obra de una mente criminal: un cuerpo humano, descuartizado a balazos, con el pantalón bajado, cubierto por billetes ensangrentados cuidadosamente distribuidos encima de la piel, así como por pequeños objetos rituales. La foto del cadáver de Arturo Beltrán Leyva y la decisión de darle extensa difusión mediática habrían podido ser tomadas —acaso lo fueron— por los operadores de un cártel rival: es la clase de escarnio que las bandas delictivas hacen del enemigo caído, como ocurre con los narcovideos que circulan en youtube o como la exhibición de los cuerpos de los hijos de Saddam Hussein, resanados con plastilina y maquillados de color rosa solferino, montada en julio de 2003 por la soldadesca gringa en el interior de una carpa inflable. Fue un espectáculo caro: sólo por el chivatazo que permitió a los ocupantes dar con el paradero de los hermanos Hussein, en Mosul, los contribuyentes de Estados Unidos pagaron 30 millones de dólares. A eso hubo que agregarle los gastos, jamás desglosados, por la demolición de la vivienda con misiles TOW (larga vida a los accionistas de Hughes Aircraft), por el salario de los soldados que llevaron a cabo la carnicería y por la reconstrucción burlona de los cuerpos. Entre otros. Para la administración de Bush resultaba prioritario enviar un mensaje inequívoco: los dictadores insumisos a Washington serían perseguidos sin miramientos hasta en su descendencia, sin compasión ni concesión alguna, y lo que quedara de ellos quedaría sujeto a bromas de mal gusto. Más allá de plasmar la infinita vulgaridad característica de George Walker, la acción mediática fue un comunicado de terror y escarmiento.

Quién sabe cuánto nos costó, a los causantes mexicanos, la difusión de las imágenes del presunto narco abatido en Cuernavaca, pero es dudoso que el montaje haya sido una mera ocurrencia de funcionarios de bajo nivel, federales o estatales, civiles o militares, como lo insinúa el calderonato con una hipocresía monumental. El despojo mortal era un trofeo (esa palabra usó una fuente gubernamental citada antier en este diario) demasiado valioso para el gobierno federal como para permitir que un empleado de poca monta de la procuraduría morelense lo manoseara e hiciera con él composiciones perversas. De hecho, el cadáver del capo fue estrechamente vigilado por fuerzas militares hasta que llegó a su destino final, en un panteón privado de Culiacán. Circunstancias aparte, la cuidadosa gráfica del muerto cubierto de billetes bien podría llevar, por pie de foto, “así o más”, “haiga sido como haiga sido” o cualquier otra expresión de bravuconería incivilizada.

Pero hay motivos para sospechar que no todo sea resultado de una catarsis festiva, sin duda explicable —aunque no justificable— tras los fracasos y hasta los desastres que afectan a la oficialmente llamada “guerra contra la delincuencia” (por cierto: ¿dónde habrá causado más regocijo la foto, generosamente reproducida por los medios afines al régimen? ¿En Los Pinos o en los escondrijos de los otros rivales de Beltrán Leyva?) Esto no habría ocurrido si no hubiera la determinación de convertir al Estado en portavoz de barbarie, de degradar a las instituciones hasta el punto de volverlas emisoras de cosas indistinguibles, en la forma y en el fondo, de los célebres narcomensajes, de enviar a la población en general, y particularmente a sus sectores más lúcidos, organizados y cívicos, telegramas de terror con este sentido: el poder público es capaz de exterminar, de brincarse todas las formas de la legalidad (una muy simple: ¿alguien ha oído hablar de una orden judicial de allanamiento o de captura que diera pie y cobertura al operativo de Cuernavaca?), de emplear todo el poder de fuego disponible contra una residencia enclavada en un condominio, de hacer maldades equivalentes a las que cometen los más malos de los malos, de solazarse y degradarse en la profanación del cadáver enemigo.

A fin de cuentas, si el gobierno tuviera intenciones reales de combatir al narco, en vez de promover combates espectaculares y cruentos, tendría que empezar por cerrar los circuitos financieros al lavado del dinero procedente de las drogas ilegales, dinero que es ya una de las tres principales fuentes de divisas para la economía nacional. Sería más barato, simple, civilizado y fructífero. Pero parece ser que el calderonato deseaba enviar al país una tarjeta navideña macabra para promover su poder corporativo, y eso hizo.

7 comentarios:

Bogador y caminante dijo...

¡Cuánta verdad! Pedro Miguel.

Unknown dijo...

"Ejecutan a madre del marino que enfrentó al Jefe de jefes", este es el encabezado de "el universal" en su sitio de internet, hoy 22 de diciembre de 2009. Es terrible. Me pregunto, ¿cómo le caerán estas noticias a Felipe Calderón?, ¿podrá dormir?, ¿seremos testigos un día de ver como se cumple la Ley del Talión en él mismo, y su familia?. Con la vara que mide le van a calcular sus centímetros en un el futuro? Hoy me convenzo aún más de que el cártel que quiere todo el pastel es el del gobierno.

Xerófilo dijo...

Hola:
Justo iba a comentar lo que dice Noé respecto a los familiares del marino. No cabe duda que a toda acción se genera una reacción.
Lamentablemente cada vez es más frecuente que sea sobre personas absolutamente inermes y ajenas al conflicto.
Lo que mencionas de la orden de allanamiento es muy relevante. Indudablemente uno de los muchos motivos para que no deseen que desaparezca el fuero militar.
Saludos
RRS

Roque Nuevo dijo...

No sólo constituye "una de las tres fuentes principales de divisas" sino que el narco emplea... ¿cuántos mexicanos, directa e indirectamente? No tengo el dato pero tiene que ser múltiples de un millón.

De acá lo absurdo de la guerra de drogas: Calderón está atacando una de las claves de la economía real, en cuanto a producción de riqueza y al empleo. Más aún: de aquellos millones de Mexicanos trabajando con el narco la vasta mayoría son los más marginados del país, viviendo en las zonas más marginadas desde todos los tiempos.

¿Qué clase de guerra/invasión es ésta? Ni siquiera tiene el sustento de alguna teoría anti insurgente, como la del Gen Petraeus, que tiene tal siquiera la intención de colocar al pueblo al centro de la lucha y no a los insurgentes. Acá, Calderón protagoniza la clásica estrategia "search and destroy" que ha fracasado dónde sea--incluyendo en Irak antes de Petraeus.

La muerte de Beltrán Leyva beneficia directamente al Chapo Guzmán y al cartel de Sinaloa y a nadie más. Ahora la tormenta de venganza que la organización de Beltrán Leyva va a desatar en el país llegará como lluvia sobre lo ya mojado por la guerra de drogas anterior, el pánico de gripe mexicano, las invasiones de sindicatos, etc etc. Estos platos rotos los pagamos todos de este país porque sin la seguridad que debe garantizar el estado mínimo, la economía se va aún más al carajo. Y como la nieve de James Joyce, este carajo cae sobre los justos e injustos por igual.

No hay "solución" al "problema" de las drogas. Uso comas invertidas irónicas porque el uso de las drogas nació junto con la civilización--de ahí el mito de Prometeo, por ejemplo, cuyo sangre nutrió la planta del opio. A los griegos (Aristóteles, Homero, Pericles, por ejemplo) no se les ocurría que las drogas fueran un "problema". Esto es porque eran la solución de un problema, él de la vida demasiada corta, enferma y brutal.

La guerra de drogas y el moral que lo sustenta es la intervención más nefasta y destructiva que haya protagonizado los EEUU en toda su historia. Algún día van a sacar los costos en vidas y tesoro pero el paradero de las fuerzas anti guerra/anti intervención es un misterio. Prefieren protestar la guerra en Irak o Afganistán que la que está destruyendo su propia sociedad. Parece que en Ciudad Juárez hubo alguna marcha para exigir la salida del ejército de su ciudad. Obviamente no tuvo efecto. Pero imagínate se las marchas se multiplican en todo el país con la única consigna: "¡Ya basta! ¡Ejército a sus cuarteles! ¡DEA fuera de México!" Con esto, algún político podría llevar agua a su molino y elegirse bajo estas premisas.

yosoyelsantoelenmascaradodeplata dijo...

Creo que la situación se pondrá peor, pues es eveidente que los gobiernos panistas, están protegiendo al chapo.

Roque Nuevo dijo...

No quiero abusar de tu paciencia pero acabo de leer lo siguiente, de Stratfor, un servicio de analisis politico. Con motivo de que se acaba de bajar la calificacion de inversión nternacional de Mexico por la falta de una base fiscal y la baja de su producción de petróleo, dicen que los ingresos del narco constituyen el único rayo de esperanza de la economía nacional. Según ellos los ingesos del narco son,

Ironically, the solution to Mexico’s revenue problem may be the drug trade. Trafficking in drugs brings Mexico’s drug cartels more than $40 billion of estimated annual revenue, equivalent to around 5 percent of Mexico’s GDP and is double what Mexican migrants send back as remittances. Most importantly, it constitutes an indigenously produced source of foreign capital, a boon that every emerging/developing economy would want access to. This capital has to go somewhere: the mattress of a local sicario (essentially cartel enforcers), investments in the entertainment and tourism industry or offshore bank accounts. Back in the U.S., capital goes to local banks, which then reinvest it in the local economy via consumer and corporate loans.

maría de lourdes aguirre beltrán dijo...

Además del muerto de la fotito, los militares cosieron a balazos a una señora que transitaba por esos rumbos, y a un señor que repartía tortillas, ¿porqué no hay fotos de ellos?
Y todavía, el secretario de desgobernación salió en defensa de la soldadesca justificando sus desmanes