29.7.10

El último suspiro
del Conquistador / XLVII


No tuvo conciencia de que había muerto sino cuando revivió, por unos breves momentos, devorado por dolores insoportables, con los músculos y los nervios privados de concierto. Le fue difícil limpiar la mirada de las veladuras dejadas por algo que había sido más hondo que un sueño prolongado y, cuando lo consiguió, irguió la cabeza y dobló el cuello para observar su cuerpo en forma instintiva, y descubrió una gran herida en la zona frontera del tórax y el abdomen. Pero le horrorizó mucho más caer en cuenta de que aquella lesión se encontraba en un cuerpo que no era el suyo: la última visión de su pecho hundido, enjuto y poblado de pilosidad canosa no correspondía a aquella piel amarillenta que cubría una anatomía muelle, fofa y mucho más joven que la que daba asiento a su identidad. Una punzada palpitante en el hombro derecho le impedía mover el brazo correspondiente. Hubo de realizar un esfuerzo casi sobrehumano para elevar un poco la extremidad del otro lado y vio una mano flácida y regordeta que no era la suya. Todas las nociones que lo habían acompañado durante la hibernación nublada y lechosa se vinieron abajo y el estruendo se transformó en un rugido que salió por su garganta.

* * *

El gobernante en turno no toleró que no lo invitaran al homenaje fúnebre del escritor fallecido, algo natural si se consideraba la trayectoria de éste, crítica y mordaz hacia el régimen. De inmediato emitió un decreto que declaraba patrimonio nacional al difunto y que, para efectos prácticos, constituía la expropiación de sus restos con propósitos ceremoniales. Horas más tarde, la situación en la esquina nororiente de Pino Suárez y República de El Salvador parecía un parto atorado: en el portón principal del Museo de la Ciudad, antigua residencia de los marqueses de Calimaya, el ataúd del escritor no terminaba de salir, jalado hacia afuera por los fórceps de los policías federales, mientras que adentro del recinto, familiares, amigos y lectores del difunto tiraban del féretro hacia el interior. El jefe del agrupamiento de uniformados hizo un intento desesperado por llevar a los dolientes al cauce de la legalidad y de la razón; ordenó a sus hombres que depositaran en el suelo el extremo de ataúd que tenían en su poder y empezó a leer, altavoz en mano, el decreto emitido poco antes por el presidente de la República. Ambos bandos guardaron silencio.

“... en ejercicio de las facultades que me confiere la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con fundamento en los artículos correspondientes y aplicables de las leyes federales de Responsabilidad Patrimonial del Estado, del Derecho de Autor, para la Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público, Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, de Bienes Nacionales, General de Salud, así como de la Ley Federal para el Control de Sustancias Químicas Susceptibles de Desvío para la Fabricación de Armas Químicas, Considerando que el mencionado ciudadano constituye un activo inapreciable para la cultura y las letras nacionales, decreto, Artículo 1, la inmediata declaración de propiedad artística e histórica de la Nación aplicable al nombre, bienes, derechos de autor, frases atribuidas, imágenes fotográficas, videográficas y pictóricas, del Escritor Insigne; Artículo 2, el Gobierno federal se hará cargo, por medio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de cubrir el pago de indemnizaciones a que hubiera lugar en virtud de la disposición expuesta; transitorios: Artículo Primero, Se ordena la inmediata transferencia de bienes, objetos y conceptos mencionados al control de la Secretaría de Educación Pública, la cual, por medio de las dependencias idóneas, y en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública, se hará cargo de un magno homenaje fúnebre nacional al Escritor Insigne, presidido por el C. Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; Artículo Segundo, el presente decreto entrará en vigor en forma inmediatamente posterior a su publicación en una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Federación; Artículo Tercero, se mandata a la Secretaría de Seguridad Pública a localizar a todo el personal del Gobierno Federal que se requiera para el cumplimiento de las disposiciones contenidas en el presente decreto y a llevarlo en calidad de presentado a sus sitios de trabajo, a fin de hacer efectivos, a la brevedad, los lineamientos prescritos. Dado en la residencia oficial de Los Pinos en la Ciudad de México, Distrito federal, a las 20: horas del día 19 de...”

El comandante policial no pudo terminar de leer porque el patio central del Museo de la Ciudad sirvió de caja de resonancia a las crecientes carcajadas multitudinarias que retumbaban dentro y fuera del edificio. Mientras tanto, el cerco de vehículos y efectivos de la Policía Federal alrededor del recinto había sido reforzado con algunos vehículos Humvee pintados de verde olivo que apuntaban hacia el edificio sus lanzadores de granadas Mk-19 y sus ametralladoras Barrett calibre .50.

El jefe de los efectivos policiales esperó unos momentos a que se apagara el jolgorio causado por su lectura del decreto presidencial y luego, con su altavoz de mano, se dirigió a los dolientes con la mejor oratoria de que fue capaz:

–¡Señores, les voy a pedir respeto al orden legal vigente! Por favor, no obstaculicen las disposiciones oficiales.

La actriz Jesusa Rodríguez se abrió paso en la aglomeración del zaguán y encaró al comandante:

–Nosotros les pedimos que se retiren, por respeto a la decencia, y que dejen de alterar el orden público.

El uniformado no captó la ironía y, prescindiendo de la bocina, le replicó a la artista en corto:

–Mire, señora, mejor convenza a los presentes de que se retiren a sus casas. Yo cumplo órdenes del Presidente, y si ustedes las obstaculizan, me obligarán a hacer uso de la fuerza.

–¿Y qué va a hacer? ¿Matarnos? –reviró la aludida–. Ya lo consiguieron, oficial, ya nos mataron de risa a todos, menos al homenajeado, que se murió de otra cosa.

El comandante de la policía bufó con resignación, dio media vuelta sin decir palabra, caminó unos pasos hacia el centro del arroyo vehicular y, con él, el cerco policial se replegó algunos metros. La pequeña muchedumbre de civiles que se agolpaba en la entrada introdujo de nuevo al patio del recinto el sarcófago del escritor.

Segundos después, en las filas de los agentes del orden se escucharon unos como ladridos intensos y breves y media docena de recipientes metálicos volaron con precisión a través del zaguán, cayeron entre quienes se encontraban en el patio, despidieron humo como si fueran incensarios, y los asistentes al homenaje fúnebre tuvieron de súbito un segundo motivo para el llanto: el gas lacrimógeno.

* * *

Cuando el corazón de Garcí empezó a latir de nuevo en su mano, el almero Tomás sacó la mano de la cavidad torácica del esclavo y, con unas puntadas bastas, unió los bordes irregulares de la tajada que había hecho bajo su esternón. Luego extrajo el punzón de obsidiana clavado en el hombro de Garcí y limpió las heridas con un trapo empapado en infusión de moho de tortilla. A lo largo de una hora, la respiración del hombre se fue normalizando, y de pronto abrió los ojos.


(Continuará)

27.7.10

“Vamos”

Disculpas, pero esta foto es de Lámpara de Diógenes, y no de
Mineko Kia Sakurazukamori
, como lo había consignado originalmente

Sin registro oficial ni prerrogativas, el mayor partido político de México colmó el Zócalo capitalino el domingo pasado. Fue una concentración tumultuaria pero pacífica, lejos del optimismo desbordado del primer semestre de 2006 y lejos de la rabia que florecía en las movilizaciones de los meses siguientes. Las hordas felices o iracundas de exaltados cívicos, dispuestos a darlo todo por la patria, se han ido convirtiendo, en estos años amargos, en un conjunto de ciudadanos que comprendieron la necesidad de volverse políticos ad honorem. Fue un encuentro de decenas de miles de políticos, bisoños en su gran mayoría, que escuchan, informan y discuten sobre asuntos de programa, de organización, de logística, de capacitación.

La conversión ha requerido de años de trabajo pero el resultado –siempre parcial, siempre insuficiente– está a la vista: las 32 representaciones estatales trabajan e informan a sus pares de la labor realizada. Tal vez el conjunto de los medios y la cáscara de lo que fuera la clase política formal tendrían que sorprenderse, pero no: se han repetido muchas veces ante el espejo las consignas de que el señor López ya se quedó solo (por extremista y radical, quién le manda) y que dilapidó su capital político en marchas y plantones. A fuerza de pronunciar esos mantras, han terminado por creérselo: para ellos esto es un nuevo desplante demagógico del cabecilla mesiánico. Lo sustancial sigue siendo el tema de la marca de los tenis del hijo o, a lo sumo, el cerco de las hordas primitivas y caudillistas contra el castillo de una democracia transparente, respetuosa de la legalidad y garante del derecho a la vida. Los guaruras de opinión seguirán defendiendo ese bastión a a capa y espada y pluma bien pagada.

Y como la República Formal ya no se sorprende de nada –cómo va a escandalizarse con el secuestro de Fernández de Cevallos si ella misma lleva 20 veces más tiempo de secuestrada–, los únicos sorprendidos serán los propios zocaleros, esos que por necedad pura o por sentimentalismo (éste es ya el nuevo ángulo de ataque) se niegan a “vivir mejor” bajo los términos del calderonato, es decir, a relajarse y disfrutar las migajas de país que se les asigne.

Motivos para el asombro: haber resistido a cinco años de acoso oficial implacable (del desafuero en adelante) y seguir aquí; haber construido, a pesar de todo, una organización que constituye un desafío real al poder público (eso es muy fácil para un cártel del narco, pero arduo y a veces imposible para un movimiento social, una comunidad indígena o un sindicato independiente); y algo impensable hace tres años: aceptar que el tránsito por la institucionalidad electoral podrida sigue siendo, con todo, el atajo menos costoso para la recuperación del país.

Sí, la vocación de fraude electoral del binomio PRI-PAN es progresiva, e incurable, pero hay que encararla. Sí, la soberanía del PRD no reside en su militancia sino en el Tribunal Electoral (los defraudadores de 2006, socios, por lo demás, de Acción Nacional Revolucionaria Institucional, Inc.), pero esa circunstancia debe remontarse. Sí, el adversario electoral controla (o es controlado por) el arsenal de los medios, de los presupuestos públicos, de la PGR, de las computadoras hildebrándicas del IFE y de los cañonazos de 50 mil pesos y, a como van las cosas, de los escuadrones de la muerte que igual pueden usarse para combatir a narcos adversarios que a disidentes políticos. Salvo el último, esperemos, los oligarcas emplearán a fondo esos recursos a fin de evitar que llegue a la Presidencia un proyecto político que es un peligro para sus chequeras.

Pero la vía electoral, a pesar de sus miserias, sigue siendo, parece ser, la forma menos costosa de recuperar la institucionalidad y de rescatar un país que el régimen oligárquico está reconfigurando a balazos.

El programa es de sentido común y tiene una amplia vocación de convocatoria. Nadie habló de implantar soviets sino de ver que los funcionarios no roben, que los ricos paguen impuestos y que el Estado se responsabilice de las necesidades básicas de la población. Como en Alemania y en España.

El principal partido de México –lo es, si se les descuenta a otros las militancias compradas, los difuntos en el padrón y el músculo presupuestal– no tiene todavía nombre ni estatutos formales, y menos registro o presupuesto. Pero, consultadas sus bases sobre la pertinencia de ir a los comicios, no por gusto electorero sino por necesidad, y seguramente en alianza con los partidos de la izquierda nominal, respondieron “vamos”.

26.7.10

Desajuste (no
tan) atmosférico


Los terremotos y los ciclones no sólo son detestables porque apachurran y ahogan a la gente, sino también porque los sobrevivientes se quedan con la convicción irremediable de su propia insignificancia y vulnerabilidad: piojos sobre la cáscara de un planeta traicionero, adorable cuando se porta bien pero todo un asesino serial en sus ratos de mal humor.

Esta lluvia pertinaz y de baja intensidad no mata casi a nadie (sólo a uno que otro despistado que se quede dormido panza arriba con la boca abierta y se ahogue) pero provoca estragos equivalentes en el alma: obliga a cobrar conciencia de la indefensión afectiva y de la dependencia a las bebidas calientes, a las sábanas tibias, a la proximidad de la piel humana. Lo bueno (y lo malo) es que pasa. Tarde o temprano.

22.7.10

“La culpa es de Esparza”

De repente, las voces variopintas encuentran una raíz de sintonía: no hay porqué culpar de nada a un gobierno generoso y razonable que quiso premiar a los despedidos con indemnizaciones por encima de lo que marca la ley y con la mano abierta de la no acción penal. Como ocurre con los niños muertos de la Guardería ABC, Felipe Calderón ha puesto la chequera por delante de los reclamos y ha exhibido su disposición a no ametrallar, en principio, a quienes protestan.

No se hagan bolas: si se mueren Cayetano y otros que permanecen en huelga de hambre, la culpa será del pérfido Martín Esparza, ese líder sindical a quien de pronto se descubren propiedades en Hidalgo y desayunos opulentos en el Four Seassons. Opinadores independientes y plurales descubren, bajo las carpas desesperadas instaladas en el Zócalo capitalino, el designio siniestro de un líder dispuesto a medrar con el fallecimiento de sus seguidores. El razonamiento implícito es que éstos son lo suficientemente estúpidos como para morirse de hambre sólo para que el dirigente engorde sus influencias y sus posesiones. Pero no importa: se ha hecho la luz, en forma milagrosa, en las mentes de opinadores, entrevistadores, comentaristas y tuiter@s: ¡la culpa es de Esparza!

Pero cuando uno lleva algunos años de leer periódicos y consultar los medios con ojo crítico, aprende a olfatear corrientes de opinión inducidas por el poder público. La súbita unanimidad contra el dirigente del SME y la repetición obsesiva de detalles resultan inocultables síntomas de una de esas campañitas para cuyo armado ni siquiera es indispensable Antonio Solá. En unos días circularán coches de lujo otorgados a plumas y bocas con impacto mediático a cambio de este ensayo de linchamiento. Si fallece Cayetano, Miguel Ángel u otro de los trabajadores electricistas que se mantienen en ayuno, la responsabilidad no será de Martín Esparza. Los asesinos serán Felipe Calderón, Francisco Blake y Javier Lozano. Y quienes se prestan al presente juego distorsionador habrán sido cómplices. Y se sentirán felices de haber dado en el clavo.

El último suspiro del
Conquistador / XLVI


La doctora Contreras hizo escuchar a Jacinta una larga perorata sobre protocolos de investigación. La muchacha empezaba a sentirse verdaderamente irritada pero en eso sonó su celular. Hurgó con la mano en su bolsa, la mirada fija en la inoportuna interlocutora, hasta que sintió las vibraciones del aparato. “Permítame”, dijo, sacó el teléfono, observó la pantalla y el corazón le dio un vuelco: era Andrés. Jacinta se dio media vuelta, se encorvó sobre el celular, como si quisiera protegerlo con su cuerpo, oprimió la tecla para recibir la llamada, se sentó en el suelo, de espaldas a Manuel y a la doctora Contreras, se llevó el teléfono a la oreja y dijo, con la voz más dulce que pudo:

–Gracias por llamarme.

–Gracias por contestarme –dijo Andrés, en el otro lado del Atlántico.

Jacinta quiso decir algo pero la garganta se le cerró. Conmovida por la intensidad de lo que estaba sintiendo, rompió en sollozos. A Andrés le ocurrió lo mismo. Así estuvieron ambos, durante un largo minuto, escuchándose llorar a través de una compleja red de microondas, satélites y tendidos de fibra óptica. La doctora Contreras soltó unos bufidos de impaciencia, pero Manuel, que era un hombre muy piadoso, se la llevó aparte y le hizo plática con asuntos académicos y evocaciones de congresos científicos pasados.

* * *

No fue sino hasta la madurez que Rufina se enteró de asuntos como la disforia de género, los tratamientos psicológicos para consolidar la identidad sexual y las posibilidades de reasignación de sexo por métodos endocrinológicos y quirúrgicos. Su psique era mujer pero su cuerpo era el de un hombre vestido de mujer. Se entendió a sí misma como un caso de desavenencia entre el alma y el organismo y leyó, en Devolver el alma al cuerpo, un libro que había comprado en su juventud en un mercado ambulante, que esa pareja no siempre lleva una vida armónica y que, en ocasiones, el divorcio es necesario, e incluso posible mediante rituales de brujería. Pero ella no quería llegar a tanto.

Nunca dejó de sorprenderse por la cantidad de hombres que se decían machos y que, sin embargo, se mostraban dispuestos a tener relaciones sexuales con ella, e incluso a enamorarse de un travesti. Pero ella no quería volver a colocarse en una situación tan vulnerable y dependiente como la que experimentó con Juan Riestra. No quería usar a nadie ni ser usada: aspiraba, simplemente, a satisfacer sus ansias de un cuerpo masculino con los hombres que se prestaran a ello.

* * *

El almero Tomás condujo a Garcí hasta un jacal anexo a su vivienda, en el cual había dispuesto de todos los elementos necesarios para el ritual que estaba por inventar: un pequeño altar de madera, presidido por un pequeño pebetero en el que el copal pom se transmutaba en humo aromático; un alijo de espesas telas bordadas; varias copas de barro vacías; un tecomate con una infusión de hierbas, un plato con sal y un frasco de vidrio con tapón de corcho; una porción de cera de Campeche; un cuchillo de pedernal fabricado a la usanza de antes, un trozo de obsidiana macerado en pócimas y una afilada daga de acero toledano por sobre todo ese conjunto sobresalía un extraño artefacto semejante a un alambique y compuesto por varios objetos unidos entre sí: un pequeño odre cortado del que sobresalía un pedazo de corcho que tenía adosada, a su vez, una caña delgada, cuyo extremo opuesto estaba obturado por un tapón de trapo con cera. A un lado de ese extraño altar, Tomás había colocado una yacija estrecha y baja, flanqueada por un pequeño escabel de madera y carnaza sin curtir.

El español entró con paso dificultoso y la mirada turbia, pues poco antes, en la era situada frente a la casa, Tomás le había hecho beber unos sorbos de hierba del sueño. Con un esmero casi amoroso, el brujo maya condujo a su esclavo hasta el catre precario, lo hizo beber del tecomate unos tragos más de anestésico y esperó a que se durmiera. Cuando Garcí empezó a roncar, Tomás, como precaución adicional, le hundió el dardo de obsidiana junto a la clavícula, limpió con uno de los trapos la escasa sangre que manó de esa herida, se incorporó, tomó el pebetero y con movimientos verticales sucesivos, fabricó volutas de humo, mientras recitaba en voz baja, por cada una de ellas, los nombres de la cuenta del kin y luego, los de la cuenta del uinal:Ha’, Ik’, Ak’b’al, K’an, Chicchan, Cham, Manich, Ek... Chuen, Eb, Ben, Hix, Men, Cib, Chab’...

Una vez que terminó, tomó con una mano el cuchillo de pedernal, tanteó con la otra los bordes del esternón de Garcí y, cuando tuvo bien ubicado el sitio, clavó allí el instrumento de sacrificio. Garcí se incorporó a medias, abrió los ojos, dejó escapar un acorde grave por la garganta y volvió a su posición yacente mientras la sangre escurría por sus costillares. El almero secó el torso, dejó en el suelo el cuchillo de pedernal y tomó el puñal de hierro, con el cual agrandó un poco el agujero que acababa de practicar, desplazando el instrumento en diagonal, primero en un lado y luego en el otro, en la dirección de los cartílagos intercostales.

Cuando logró el espacio de maniobra requerido, introdujo la daga por debajo del esternón, que sobresalía del resto del pecho como el trinquete de un navío volteado y cortó con precisión el diafragma; luego se asomó por la hendidura que había practicado y observó, con satisfacción, al fondo de la cueva torácica, los movimientos del músculo cardíaco. En un ritual de sacrificio habría correspondido meter la mano, tomar el órgano, jalarlo con fuerza hacia abajo, hasta exponer el amasijo formado por la cava, la aorta y las pulmonares, y segmentarlo para separar el corazón del resto del cuerpo. Pero Tomás necesitaba un organismo con todas las partes en su sitio, de modo que empapó otra tela en extracto de la hierba del sueño y lo introdujo en la oquedad sangrante hasta rodear el músculo cardíaco. Se incorporó, tomó del altar el frasco vacío y el artilugio parecido a un alambique, y colocó el primero a la derecha de Garcí y el otro, a su izquierda. Luego amasó la cera de Campeche sobre el pebetero en el que ardía el copal, hasta dejarla suave y maleable. Volvió al lado de Garcí y comprobó, con satisfacción, que su mandíbula se había relajado, que tenía la boca más abierta que la de un cenote y que su respiración se había hecho casi imperceptible.

El almero tapó con la cera blanda la nariz del esclavo, metió en la fosa derecha un pequeño trozo de caña y acercó a la fosa opuesta el ingenio que contenía el ánima de su señor, don Hernando Cortés. Al cabo de un rato, el cuerpo de Garcí fue recorrido por pequeños estertores y Tomás reconoció en ellos los gestos corporales que anuncian la llegada de la muerte. Asió la caña que sobresalía de la cera puesta sobre la cara del español y la clavó en el corcho del frasco. Luego, con presteza, quitó el tapón de trapo de la punta del ingenio y la introdujo, a través de la cera, hasta la fosa nasal izquierda de Garcí. Un tenue movimiento de oleaje en la piel de la mandíbula fue la señal del momento preciso: Tomás cerró la mandíbula de Garcí y con la otra mano dejó caer todo el peso de su cuerpo sobre el odre que contenía el frasco con el alma.

El recipiente de vidrio se hizo añicos en el interior del cuero y por una fracción de segundo se escuchó un ruido ululante y el frasco vacío acoplado al esclavo se ladeó como si hubiera adquirido un peso súbito. El almero dejó caer la mandíbula inerte del esclavo, tomó el recipiente, lo retiró con rapidez, quitó la caña y selló con cera el agujero en el tapón de corcho. Luego, reemplazó el trapo que había colocado alrededor del corazón por otro, impregnado con agua, lavó a ciegas el órgano y notó que éste empezaba a moverse, muy despacio al principio, en su mano.

(Continuará)
"Tórax", monotipia de Claudio Goldini

21.7.10

Dicen quienes están en
huelga de hambre...

A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LA CLASE TRABAJADORA DEL PAIS
SALUD:

Por medio de la presente ratificamos nuestra postura de llevar esta forma de protesta hasta las últimas consecuencias, y enfatizamos que por voluntad propia mantenemos la huelga de hambre, que no somos carne de cañón, como han manifestado algunos comentaristas en los medios de comunicación buscando denigrar nuestro movimiento de resistencia; deslindamos nuevamente a nuestro Comité Central y a los médicos que nos atienden por la decisión que hemos tomado y una vez más responsabilizamos al Jefe del Ejecutivo, Felipe Calderón Hinojosa de lo que pase con nuestras vidas.

En sus manos está darle solución a este conflicto que los trabajadores no generamos, le recordamos que nuestra protesta es pacifica pero enérgica, denunciamos a la opinión pública nacional e internacional la postura de la Secretaria de Gobernación de dejarnos morir y no asumir sus obligaciones como funcionarios públicos, que en el ejercicio de la política debieran resolver los conflictos mediante el diálogo y la negociación.

Reiteramos que quienes realmente queremos atenuar las repercusiones del decreto de extinción, somos los trabajadores, ya que regresando a trabajar, se reducirían considerablemente los constantes apagones que padece la población en nuestra zona de atención.

Por otra parte afirman, quienes desde el Gobierno Federal evaden la mejor solución al conflicto, que la figura de patrón sustituto es inviable jurídica y económicamente, cuando abogados de reconocido prestigio, Maestros Eméritos de la mejor Universidad de Iberoamérica han argumentado hasta el cansancio que la materia de trabajo subsiste, que está demostrado que el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes puso a disposición de la Comisión Federal de Electricidad, los bienes de Luz y Fuerza del Centro por instrucciones del Subsecretario de Electricidad Benjamín Contreras desde el 11 de octubre de 2009, y que por lo tanto procede la aplicación del artículo 41 de la Ley Federal del Trabajo, el 290 de la Ley del Seguro Social y la cláusula 115 de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo.
Económicamente hablando, si tal es el eje de sus argumentos, ha habido más afectaciones a las finanzas públicas con las plazas creadas, en lo que va del sexenio, a nivel subsecretario y de dirección. Las fallas en el suministro de energía derivadas del decreto de extinción afectan la estabilidad de empresas grandes y pequeñas así como de las familias que incluso han visto perdido su patrimonio. Mención aparte merece el posible peculado por las liquidaciones ofrecidas a quienes continuamos en resistencia, que no están contempladas en el presupuesto.

Finalmente, de manera pública solicitamos una reunión en los pinos con el Ejecutivo Federal, quién es el responsable de administrar el sector eléctrico, para entregarle una propuesta administrativa, técnica, operativa y financiera para salir adelante, esperando que la convocatoria al diálogo con todas las fuerzas políticas no se quede en el mero discurso.

México, D. F. a 21 de julio de 2010

“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
14 Huelguistas Dignos Miembros Activos del Sindicato Mexicano de Electricistas

20.7.10

Miguel Ángel Ibarra
sufrió síncope cardiaco

A las organizaciones sindicales, sociales y políticas,
A los organismos de Derechos Humanos,
A los medios de comunicación nacionales y extranjeras,
Al pueblo mexicano,
Salud:

Justo a la mitad de la conferencia de prensa, que estábamos desarrollando esta mañana a las 10 horas en el campamento del Zócalo de la Ciudad de México, nuestro camarada Miguel Ángel Ibarra, con 81 días en huelga de hambre, sufrió un síncope cardiaco.

El desmayo duró alrededor de 5 minutos, luego de los cuales su médico le sugirió ser conducido al hospital, a lo cual nuestro compañero se negó y ratificó su voluntad de continuar hasta la solución del conflicto.

En esos momentos se vivió una situación verdaderamente dramática, espoleada por el llanto de los pequeños hijos de Miguel ahí presentes (José Ángel, de 12 años, y Yaira, de seis), que conmovió incluso a los periodistas, ahí presentes.

Este lamentable suceso viene a ratificar la denuncia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) de que la salud de nuestros camaradas se viene deteriorando rápidamente y urge reanudar las negociaciones con el fin de solucionar el conflicto.

Esta conferencia de prensa fue convocada para dar a conocer una carta de nuestro camarada Cayetano Cabrera Esteva, con 85 días en huelga de hambre, en donde convoca al presidente Felipe Calderón a otorgarle el derecho de audiencia, acompañado de nuestro Secretario General Martín Esparza y demás miembros de la dirección, haciéndolo responsable de lo que pueda acontecer, respecto de la vida de los camaradas en huelga de hambre.

Fraternalmente
“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
Fernando Amezcua Castillo
Secretario del Exterior

Muerto mayor


De los veintitantos mil cadáveres que nos han arrimado en estos años, el más desolador es el del régimen político. A diferencia de los otros, éste no es enterrable tras diligencias legales; cada nueva fase de la putrefacción nos es ofrecida como prueba de renovación; llevamos más de dos décadas padeciendo un hedor insoportable –de la partida secreta de Salinas al contratismo mafioso del calderonato, digamos–; los gusanos engordan y se disputan lugares en la lista Forbes, y la autopsia se ha vuelto un relato de dos pistas: las noticias cotidianas refieren traumas y patologías mortales de necesidad, pero los guaruras de opinión ven en ellas pruebas de vitalidad, fortaleza y dinamismo.

La economía está sostenida por la depredación de Pemex (y del presupuesto público), las narcodivisas y la explotación de los migrantes. O que nos expliquen cómo, en medio de la carestía, el desempleo, las quiebras y la insuficiencia generalizada de los ingresos, los centros comerciales se mantienen a tope, la industria de la construcción experimenta, en diversas regiones, fenómenos expansivos con torres de oficinas de a 20 mil pesos el metro cuadrado y condominios horizontales de tres millones de pesos, y algunos siguen estrenando camionetotas de a medio millón.

A juzgar por la relación entre delitos denunciados y fallos condenatorios, la justicia está difunta al 90 por ciento, pero, por candidez o por necesidad de armar un discurso, los mandos de seguridad y procuración insisten en seguir alimentando con capturas y consignaciones a un sistema judicial que no quiere o no puede procesar ni un caso más. Ante la evidencia monumental del despropósito, a últimas fechas y en algunos casos se ha optado por la figura de la inexistencia de culpables: Paulette, Guardería ABC, múltiples corruptelas gubernamentales de las que se acepta el pecado, pero no se pronuncia el nombre del pecador. Y si la opinión pública insiste, queda siempre la salida de torturar a cualquier infeliz para que diga sí a todo, desde el asesinato de Julio César en adelante.

El régimen ha muerto pero no hubo apertura de testamento ni Pacto de La Moncloa que especificara quién heredaba qué, ni trámites de ese estilo y algunas veces, las menos, los herederos –mejor dicho: quienes se arrogan el derecho– consiguen ponerse de acuerdo en negociaciones turbias realizadas a espaldas del país: te doy votos legislativos a cambio de contratos, de gubernaturas, de impunidades. Pero la mayor parte de las ocasiones conducen al país a callejones sin salida o bien, se sospecha, resuelven sus diferencias a balazos.

El régimen falleció pero no quiere enterarse de la mala noticia y, por supuesto, no está dispuesto a ser remplazado por un organismo vivo y funcional. Para aparentar que está vivo, de cuando en cuando los designados para administrar la defunción le administran descargas de electricidad en los miembros y éstos respingan, como las ancas de rana en las que Luigi Galvani realizaba sus experimentos pioneros. Con propósitos de credibilidad y hasta de legitimidad, el Frankenstein agusanado mueve los ojos y hace como que emite un discurso articulado. Pero el cadáver es robusto y pesado, y cuando da manotazos, suele llevarse a la muerte a algunos espectadores.

El único punto en el que aún existe una tenue posibilidad de acuerdo con esta cosa es fijar fecha para su funeral, y en ese sentido lo más practicable es el verano de 2012. Pero no hay que dar nada por cierto: como ha quedado comprobado en un par de ocasiones, hay muertos que hacen trampa.

19.7.10

86 días de ayuno


A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LA CLASE TRABAJADORA DEL PAIS
SALUD:

1.- Llevo 86 días en Huelga de Hambre en el Zócalo de la Ciudad de México y me siento muy mal de salud.

2.- Estoy decidido a continuar en esta Huelga de Hambre hasta que este gobierno del presidente Felipe Calderón nos devuelva nuestro empleo a los 44 mil trabajadores que fuimos despedidos de manera ilegal.

3.- El Presidente de la Republica es el único que puede resolver este conflicto. Por lo que desde este momento y de manera pública solicito que el Presidente Felipe Calderón nos reciba a todos los huelguistas de hambre en Los Pinos, conjuntamente con nuestro Secretario General y el Comité Central de nuestro Sindicato.

4.- Si el Presidente no atiende esta petición pública para resolver este conflicto de manera política, él será el único responsable de lo que le pase a mi vida y a la de mis compañeros en esta Huelga de Hambre.

México, D. F. a 19 de julio de 2010
“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”

Ing. Cayetano Cabrera Esteva

16.7.10

Ayuno masivo en
solidaridad con el SME

ÁNGEL DE LA INDEPENDENCIA
DOMINGO 18 DE JULIO DE 2010
DE 9:00 A 21:00 HORAS

Ante la ilegítima determinación de la SCJN que declaró constitucional la extinción de Luz y Fuerza del Centro, los ataques a las conquistas y derechos laborales de los trabajadores y a 80 días de la huelga de hambre que pone en riesgo la vida de vari@s compañer@s electricistas, convocamos a redoblar la solidaridad con el SME en su justo reclamo por conservar su fuente de trabajo mediante un patrón sustituto. Frente al creciente deterioro de la vida pública nacional, es la unidad inquebrantable del movimiento social la única capaz de superar las agresiones contra la clase trabajadora y en particular contra el SME, por lo que requerimos de respuestas combativas y acciones políticas urgentes para revertir las estrategias antipopulares del régimen, denunciando la sumisión del Poder Judicial a la patraña del Ejecutivo y sus compromisos entreguistas con el imperio. Es momento de sumar esfuerzos, de construir la unidad en la acción participando en este ayuno masivo y juicio popular contra las medidas tomadas por la Suprema Corte de Justicia y las políticas laborales del gobierno, haciendo patente el apoyo masivo del movimiento social con el SME.

AYUNO MASIVO Se invita a las organizaciones sociales fuera de la ciudad de México y en distintas partes del mundo a organizar de manera paralela el ayuno y juicio político en plazas públicas. Los participantes en el ayuno deberán registrarse en el correo electrónico: ayuno.por.el.sme@gmail.com
o de de 7 a 9 hrs. el mismo día del acto en el Ángel de la Independencia. Se deberá llevar 3 litros de agua (Pascual) por persona, caramelos macizos, silla o banquito, sombrilla, gorra y sueros o electrólitos. Agradeceremos no llevar alimentos, casas de campaña o toldos.

Se invita a todos los que quieran colaborar con el ayuno y la jornada política de solidaridad a llevar carteles, mantas, pancartas y materiales para confeccionar propaganda solidaria con el SME.

Se llama a trabajadores de la cultura, a artistas, grafiteros y compañeros que laboran en actividades político-culturales a sumarse a esta convocatoria y a hacer sus propuestas para colaborar durante la jornada de 12 hrs. y a las organizaciones que puedan colaborar con equipo de sonido y otros materiales a comunicarse con los organizadores.

JUICIO POPULAR Recordando que el 18 de julio es aniversario luctuoso de Benito Juárez, quien como magistrado tuvo una labor que contrasta con las actitudes serviles de los actuales integrantes de la Corte, durante la jornada del ayuno se invita a las organizaciones de derechos humanos, juristas y ciudadanos en general a participar en el juicio popular contra las aberrantes medidas tomadas por la SCJN y contra las políticas antisindicales del actual gobierno, particularmente de su Secretario de Trabajo, el nefasto Javier Lozano

TU PARTICIPACION ES FUNDAMENTAL EN ESTA LUCHA.

¡EL SME VIVE, LA LUCHA SIGUE!

ORGANIZACIONES CONVOCANTES: Puedes registrar a su organización en ayuno.por.el.sme@gmail.com o al teléfono (55 - 52 - 07 - 41 - 47)

Sindicato Mexicano de Electricistas. Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, Ecuador. Partido Revolucionario de los Trabajadores, Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma Chapingo, Frente Amplio Opositor a la Minera San Javier, Movimiento Democracia Directa, Movimiento Migrante Mesoamericano, Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Unión de Colonias Populares del D.F., Coordinadora Metropolitana de Movimientos Populares, Comité 68, Familia Latina Unida, Red Migrante, La Comuna-expresión política, Lomas del Chamizal, AC; Promoción del Desarrollo Popular, AC, Comité Promotor del Tribunal Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento, , Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical, Movimiento Urbano Popular de la Convención Democrática, Sindicato del Heroico Cuerpo de Bomberos del D. F, Federación Internacional de Trabajadores de Transporte, Alianza de Tranviarios de México, Movimiento Nacional Organizado “Aquí Estamos”, Frente Popular Francisco Villa, Unión de Juristas de México, Cooperativa Pascual, Redes Universitarias, Frente Tlatelolco en Defensa de Nuestra Economía, Central Única de Trabajadores, Organización Proletaria Emiliano Zapata de Chiapas, Comunidad de San Pedro Atlapulco, Feministas Socialistas, Organización Independiente Zona de Tlahuac, Unión de Pequeños Productores y Comerciantes de Jamaiquita, Organizaciones Urbano Populares de la CND.

15.7.10

El último suspiro
del Conquistador / XLV


Jacinta recorrió con una mirada impúdica a la doctora Contreras y se la imaginó desnuda: hombros huesudos, unas tetitas flácidas y a media asta, y unos muslos morenos y correosos con venas resaltadas. Quería pensar en cualquier cosa menos en la extraña circunstancia que la rodeaba. En el viejo coche de su amigo Manuel había hecho el viaje desde el sur de la ciudad hasta Zacatenco y se había visto conducida por el viejo científico por un dédalo de pasillos y escaleras hasta que desembocaron en un laboratorio anticlimático: no era la instalación reluciente y luminosa que esperaba, sino una aula larga, acondicionada para albergar aparatos de medio millón de dólares, puestos en mesas largas de madera erosionada. El cromatógrafo de gases ni siquiera ocupaba el lugar central, sino que había sido dispuesto al final de una hilera de puestos de estudio austeros, y no era la máquina de la NASA que ella se había imaginado, sino una caja de metal que, de no ser por el manojo de tripas plásticas que brotaba de su costado y por la computadora de modelo antiguo que tenía adosada, bien habría podido pasar por un horno de pizzería.

Habían transcurrido cinco días desde que a Eduviges, su madre, la declararan en estado de muerte cerebral, pero Jacinta no acusó el golpe. Cuando salió del pequeño cubículo en que el médico le dio la noticia, se sorprendió de su propia entereza, y entonces cayó en la cuenta de que, en su adolescencia, había llorado la muerte de su mamá en forma anticipada, con lágrimas de rabia por la pasividad asombrosa de Eduviges. Se le había muerto adentro mucho antes de que llegara al sanatorio con un cuadro de derrame cerebral. Pero la voz de la doctora Contreras interrumpió sus recuerdos:

–Esto no es tan sencillo como usted podría suponer –le dijo, mientras examinaba con desconfianza el frasco que la muchacha le había entregado momentos antes–. Primero, debemos hacer mediciones sobre la composición, el espesor y el grado de difracción de la luz en el material de este frasco. Es antiguo, ¿verdad?

–Mucho –dijo Jacinta con desgano.

Desde antes de las presentaciones, Manuel había fraguado una coartada plausible para el experimento: Jacinta era una arqueóloga que pretendía analizar sustancias vegetales empleadas en los rituales indígenas realizados en las décadas posteriores a la Conquista.

* * *

Tras haber sido detenido, golpeado y violado por los efectivos de una corporación municipal de una localidad veracruzana, Rufino vio su camino claro: tenía que abandonar al hombre que amaba antes de ser abandonado por éste; sería mujer, así fuera a contrapelo del mundo y de su propia anatomía, y en lo sucesivo ella, Rufina, desempeñaría el papel de la patrona en los asuntos del amor. Y no lo haría para someter, sino para protegerse.

* * *

A lo largo de su carrera, Sánchez Lora había desarrollado reflejos y trucos para colocarse a un lado de donde se daban las órdenes, y atestiguó todo. El comandante de la agrupación policial, alarmado ante la idea de provocar una confrontación con heridos, llamó por la red al secretario de Seguridad Pública y le explicó que la misión que le habían encomendado no tenía pies ni cabeza, y que por asegurar a un difunto sus hombres se arriesgaban a provocar otros cuatro, o más. Pero el secretario fue inflexible:

–Si no lo dejan sacar el féretro, rómpales la madre.

Por su lado, y sin tener idea de esa gestión, uno de los funcionarios del área cultural del gobierno, atrapado en el desorden creciente que ocurría en el zaguán del Museo de la Ciudad, pensó que era imprescindible detener aquello que iba camino a desastre político; se armó de valor y marcó el teléfono del secretario particular del Presidente de la República.

–Pásamelo –le dijo, sin más preámbulo, en cuanto le contestaron–. Aquí se está armando un desmadre innecesario.

–Espérame –le respondió el secretario particular al otro lado de la línea–, que el Presidente está en un brindis privado.

Al cabo de unos segundos que le parecieron una eternidad, el funcionario escuchó en su celular una voz lastrada por cargas etílicas:

–No vamos a claudicar en la defensa del estado de derecho. Cumpla con sus instrucciones y demuestre su compromiso con México.

Afuera del edificio histórico, el comandante vacilaba. El inmueble le imponía respeto y no se atrevía a dar el siguiente paso, que era ordenar el disparo de latas de gas lacrimógeno hacia el interior. En el patio de la antigua casa de los marqueses de Calimaya, los asistentes, previendo un asalto policial, desmontaron las coronas fúnebres de los palos dispuestos en forma de “A” que les servían de soporte. La confrontación era inminente. El comandante decidió ganar tiempo y le dijo a uno de sus subordinados:

–A ver, tú. Consígueme un ejemplar del Diario Oficial, para que se enteren estos pendejos.

–¿Y de dónde saco un Diario Oficial a estas horas? –preguntó el aludido.

–¡Dos semanas de arresto si no me lo traes en media hora! –rugió el jefe policial. El interpelado abandonó el lugar a toda prisa.

* * *

En algún momento de su eternidad nublada comprendió que el transcurrir del tiempo es una ficción y que los minutos, las horas, los días, los años y las décadas, sólo sirven para ordenar nuestros acontecimientos, pero que el pasado y el futuro son nombres de lugares de un presente vasto y eterno en donde todas las cosas ocurren en forma simultánea.

* * *

El café recién hecho desvaneció en el organismo de Andrés los efectos del desvelo y la resaca física y moral. O tal vez habría sido el chapuzón con objetivo suicida en las aguas del canal Saint Martin, de las que emergió purificado y recargado. Tras apurar la bebida caliente, se levantó con impaciencia a ver si su celular ya tenía algo de pila. En efecto, el aparato había ya recobrado un mínimo de conciencia, la pequeña pantalla estaba encendida y en ella figuraba una llamada perdida. Era de Jacinta.

* * *

Al esclavo Garcí le pareció un honor la propuesta de Tomás: prestar su cuerpo para que reencarnara, en él, el espíritu de Don Hernán Cortés. Tras solicitar la aprobación del zombi, el almero tuvo todo listo para el intento. Había ideado un ingenio rústico, compuesto en lo sustancial por un pellejo de vino, un fuelle y un pedazo de caña, para expulsar el alma del frasco en el que se encontraba prisionera e introducirla por una de las fosas nasales de Garcí. Finalmente, Tomás, que era un hombre bueno, verificó que tenía a mano un frasco vacío y limpio para captar el alma del esclavo. Le preocupaba la sincronización necesaria en el instante de la muerte, pero no se arredró.

–No es mi propósito que sufras –le dijo al zombi– ni que tu esencia se pierda en la nada. Bebe esto.

Y entregó a Garcí una pequeña jícara con una infusión de hierba del sueño.


(Continuará)

14.7.10

Cosas de Gesto


En sus noches de insomnio, el pintor Gesto se pregunta cómo sería la humanidad si la inteligencia no hubiese brotado en el orden de los primates sino en las familias cánida, felina o úrsida. Olvídense, claro, de anfibios, reptiles y pájaros, porque esos tipos de vertebrados poseen una bóveda craneana tan pequeña que no sería capaz de albergar ni una fantasía erótica de George W. Bush. Tampoco se puede depositar muchas esperanzas en los bóvidos, en los porcinos, en las diversas clases de roedores o en cualquier otro grupo herbívoro, porque el desarrollo del cerebro requirió de ingentes cantidades de carnita, digan lo que digan vegetarianos y macrobióticos: si Dios o Darwin hubiesen querido destinarnos a cortar el pasto con el hocico, nos habrían puesto los ojos a los lados de la cara, y no en la posición más bien frontal que caracteriza a los cazadores. Así pues, nuestros únicos parientes cercanos posibles eran los perros, los osos, los gatos o los changos. Y nos tocaron estos últimos.

Gesto recuerda la media docena de textos de ciencia-ficción que hablan de esas alternidades de la evolución que jamás ocurrieron –el canis sapiens, el felis sapiens, el ursus sapiens–, y se entusiasma un poco al imaginar criaturas que corresponden más bien al ámbito de la mitología, embotelladas en el tránsito urbano, ensimismadas en la necedad de una ecuación, ocupadas en planear un genocidio o arrobadas mientras escuchan una sinfonía. Pero al adentrarse un poco más en la exploración de la idea, encuentra implicaciones poco deseables:

“Si la inteligencia hubiese surgido entre los perros, piensa, seríamos más lascivos y más sucios de lo que somos; si tuviéramos gatos por parientes, estaríamos más chiflados de lo que ya estamos; y si la razón hubiera nacido entre los osos, seríamos más torpes y gruñones de lo que somos, y ni uno sólo de nuestros especímenes, macho o hembra, tendría unas nalgas mínimamente decentes”.

Se resigna, entonces, ante el hecho de que nos tocó ser, simplemente, patéticos y simiescos, y que nuestros defectos y virtudes antropoides nos han llevado a hacer la Gioconda y a hacer Auschwitz, la televisión y la trigonometría, la contaminación planetaria y la colocación en la Luna de un puñado de nuestros ejemplares, así fuera por unos pocos fines de semana.

“Eso somos, pues”, piensa, mientras da vueltas en la cama. Como no logra conciliar el sueño, se incorpora, se rasca un sobaco, a continuación se huele los dedos para regodearse en el olor de su axila, se pone una bata y se dirige a su taller. Allí, mientras escucha el Concierto n° 2 de Rajmáninov, se dispone a un duelo a muerte contra un lienzo en blanco. No tiene muy claro qué pintará, pero lleva en la mente la idea esencial de la belleza.


13.7.10

Mazacote


Oaxaca se cuece aparte, no por la personalidad del gobernador electo, Gabino Cué, sino porque en su campaña confluyeron sectores mucho más amplios que esa izquierda partidista secuestrada por el calderonato: gente afín a la APPO, al movimiento lopezobradorista y a la otra campaña, optaron con honestidad por apostarle a la liquidación del régimen terrorífico de Ulises Ruiz –que amenazaba con perpetuarse con la herencia del cargo a un incondicional– y coincidieron, así fuera aguantándose las náuseas, con el panismo calderónico, trepado a última hora a una candidatura que olía a éxito.

Fuera de ese caso, las alianzas han desembocado, en los mejores casos, en triunfos fársicos o en alegatos poselectorales que son como el juramente hipocrático pronunciado por Mengele: no tiene mucha gracia remplazar el cacicazgo priísta que aún padece Puebla por otro cacicazgo gordillista (es decir, priísta), y cabe preguntarse a cuenta de qué –si no es por cuotas de poder “haiga sido como haiga sido”–, se movilizan los camachuchos en Hidalgo, en defensa de la candidata local del foxismo, es decir, del grupo político que ideó y operó el robo de la Presidencia en 2006. Para colmo, en Veracruz se cocina un conflicto paralelo, con el también priísta y elbista (aunque ande travestido de blanquiazul para la ocasión) Miguel Ángel Yunes.

La paradoja es que, si en lo inmediato estas ensaladas insuflan nuevas energías a un sistema electoral inverosímil, a la larga disipan toda la credibilidad que pueda quedarle. Sí: por un lado se demuestra que es posible derrotar, en las urnas, a formaciones gangsteriles como las establecidas en los gobiernos de Oaxaca (está por verse si se consigue desmontarla) y Puebla. Pero en la segunda entidad la transición de Mario Marín a Rafael Moreno Valle será el tránsito de las botellas de cognac a las Hummers, es decir, el recambio de nombres y etiquetas.

Pero lo más grave es que en estos comicios el PRI, el PAN, el PRD y otros menores, han terminado de revelarse como meros canales de acceso al poder para individuos ambiciosos. Adiós a los programas y a las plataformas. Adiós a diferencias sustanciales. Si algo distingue a unos de otros es el grado de perversidad o ingenuidad y los poderes fácticos (presupuestos públicos para respaldar campañas, control sobre medios informativos y sobre corporaciones armadas legales o ilegales, en fin) que son capaces de desplegar para poner a uno de los suyos en algún hueso. “Así es la democracia”, nos dicen. Pero si la democracia fuera persona, tal vez se cortaría las venas al ver cómo la invocan a coro César Nava (fraude nacional de 2006) y Jesús Ortega (fraude de 2008 en el PRD).

El cogobierno de facto entre el PRI y el PAN empezó en tiempos del salinato, con los comodatos estatales llamados concertacesiones, y se prolonga hasta la fecha en los consensos sobre política económica y en los maridajes que impidieron esclarecer los resultados electorales de 1988 y 2006. En las últimas elecciones, el PRD fue aceptado como miembro menor del club de la inmundicia. No habrá que extrañarse si uno de estos días lo vemos de la mano del PRI para sacar al PAN de la contienda (como ya se vio al PT de Chihuahua el 4 de julio): todo se vale. No hay forma de que los medios perviertan a los fines porque no hay nada que pervertir. El chiste es acomodarse cerquita del presupuesto.

La izquierda partidista ha llegado muy cerca del punto de disolución, lo que no quiere decir que desaparezca: igual puede convertirse en una cadena da farmacias o de pizzerías. Y como el PRI y el PAN son lo mismo (salvo por la irredenta torpeza del segundo), el régimen de partidos confluye en un mazacote de plastilinas variopintas. Apúrense a entregar su voto a alguno de los colores en pugna antes de que hasta los colores sucumban a la fusión en una cosa parduzca y uniforme. Los ciudadanos honestos de derecha, quienes creen en el centro y los que se inclinan por la izquierda, ya no tienen partidos que los representen: los que existen creen que todo se vale para conseguirlo todo, porque en el ámbito de la identidad no hay nada.

Vaya desafío: la sociedad debe reconstruir la vida política del país casi desde cero, hacerlo por vías pacíficas y cívicas, y un tanto al margen de los grumos y pegotes en los que ha terminado la clase política. Porque, con las opciones actuales, restringir la participación ciudadana a la emisión del sufragio es como escoger entre una Big Mac y una Burger King. Y hay opciones peores.

11.7.10

Caca, zapato, llanta


Las cacas saben que son objeto de repudio y por eso han desarrollado una extraordinaria adherencia: para vencer el rechazo, así sea en forma pasajera, para establecer vínculos fuertes con los objetos con los que entran en contacto y permanecer pegadas a ellos durante mucho más tiempo del que quisieran los dueños de los objetos en cuestión.

Los zapatos, que no pueden estarse quietos y que son traviesos hasta la pared de enfrente, tienden, en forma natural, al deslizamiento, y esa aptitud es un peligro para los fémures, los húmeros, las vértebras y hasta los parietales de sus propietarios. Para refrenar el gusto de los zapatos a moverse por sí mismos, y a gran velocidad, sobre las superficies lisas y satinadas, se ha diseñado suelas adherentes dotadas de surcos, protuberancias y estrías. Esas discontinuidades superficiales contribuyen a evitar derrapones y resbalones de consecuencias fatales, tragicómicas o simplemente cómicas (y de todos modos dolorosas para el alma de quien las padece, aunque hilarantes para los espectadores) y a mejorar la tracción que ejerce sobre el piso la fuerza de los músculos abductor, vasto lateral, cuadríceps, gemelos, tibial y otros que impulsan el paso, el trote y la carrera.

Pero quienes más provecho sacan de los trucos tecnológicos de la industria del calzado no son las agencias de seguros médicos sino las cacas: se colocan en sitios estratégicos en los que más probabilidades hay de que caiga un pie guarnecido por una suela con hendiduras de diseños barrocos y, cuando logran su objetivo, se infiltran en las muescas del zapato, ejercen su capacidad de adherencia y con ello ganan un compañero para las próximas horas o, si el caminante sufre de indolencia y dejadez, días y semanas. Y no sólo consiguen establecer una relación –ellas, las rechazadas, las solitarias, las despreciadas– sino también, de manera colateral, un medio de transporte y esparcimiento que las llevará a conocer el mundo y a pregonar la nueva de su fetidez urbi et orbi. Ciertamente, algunos usuarios del calzado sujeto a esa relación de codependencia se molestan tanto con la presencia de caca en sus pies que son capaces de limpiar sus zapatos a fondo y a conciencia hasta con su cepillo de dientes, si es necesario, con tal de desalojar todo vestigio de caca de los surcos de sus suelas.

Uno a veces se pregunta por qué las cacas no dirigen sus aspiraciones afectivas hacia las llantas de los coches, las cuales están dotadas de surcos mucho más profundos y complicados que los de las suelas de los zapatos. La razón es que las llantas son unas señoras muy arrogantes a las que las tienen sin cuidado las sustancias o los objetos –¡a excepción de los clavos! – que se adhieran a ellas: sea chicle, sea caca o sea polvo de oro lo que se les pegue, ellas no van a detener su giro frenético por una minucia. Además, las personas suelen pasear sus zapatos por salones elegantes de alfombras rojas y, en consecuencia, es habitual que presten atención a la limpieza y presentabilidad de tales prendas; las llantas, en cambio, se quedan fuera casi siempre, y a casi nadie le da por escarbar con un palillo los surcos de las llantas de su coche para limpiarlas de impurezas. Desde luego, han ocurrido, y seguirán ocurriendo a lo largo de la historia, muchos encuentros entre neumáticos y cacas, pero los primeros no les otorgan la menor importancia a tales escarceos y dejan que la fuerza centrífuga ponga fin al encuentro. Las cacas, por su parte, aunque se sepan trágicamente destinadas al repudio, a provocar asco y repulsión, prefieren eso que la indiferencia: ellas también tienen su corazoncito.

10.7.10

Clara Ramírez Ojeda,
desaparecida en Cd. Juárez


Recibido el domingo 11 de julio a las 19:10:

Ciudad Juárez Chihuahua, Domingo 11 de julio de 2010.

BOLETÍN DE PRENSA DEL GOBIERNO LEGÍTIMO DE MÉXICO
Comité Territorial “Las Haciendas”, Ciudad Juárez.

¡Clarita vive! Se informa a la opinión pública que nuestra compañera y amiga, responsable de nuestro Comité Territorial “Las Haciendas”, Clara Ramírez Ojeda ha sido localizada con vida y ya se encuentra de regreso con sus familiares.
Clarita se ausentó de su casa en el Fraccionamiento Las Haciendas el día miércoles 7 de julio en dirección a la Junta de Aguas, con motivo de sus actividades de gestoría dentro del Comité. Aproximadamente a las 22:00 horas del sábado 10 de Julio, la compañera regresó en visible estado de shock y con evidencia de maltrato física y emocional. Fue tirada en la colonia Guadalajara Izquierda y amenazada de desistir con sus actividades de gestoría y auto-sustentabilidad comunitaria. La compañera rindió declaración ante el Ministerio Público hoy por la mañana.

Su trabajo dentro del Comité en apoyo a Andrés Manuel López Obrador, le ha ganado el respeto de vecinos y de las organizaciones de la localidad. Es responsable junto con su hija del comedor infantil que sirve a alrededor de 100 niños de Las Haciendas.

La familia se reserva por seguridad la información que ya consta en las actas ministeriales y que permiten seguir líneas de investigación concretas. No somos, sin embargo, ingenuos. Exigir a la autoridad de facto cumplir con su obligación de esclarecer ya no sólo el caso de nuestra compañera y amiga Clarita, si no de los miles de injusticias sintomáticas del deterioro, sería como pedirle peras al olmo.

Se informa que sigue vigente la convocatoria a las organizaciones y medios de comunicación, al acto de entrega de una Carta dirigida a la Procuradora de Justicia Patricia González Rodríguez, que será llevado a cabo este próximo lunes en punto de las 12:00 del mediodía, en la Subprocuraduría de Justicia Zona Norte (frente a las cruces rosas).

Desde Ciudad Juárez responsabilizamos a Felipe Calderón, a su política de pillaje neoliberal que sólo beneficia a 30 millonarias familias que mantienen secuestrado al Estado. A su espuria “guerra contra el narcotráfico”, que ha dado el marco ideal a la delincuencia tanto organizada como institucional, de operar de manera impune en nuestras colonias.

Repudiamos estos hechos y exigimos a la autoridad municipal, emita un pronunciamiento a través del cual garantice la Libertad de Asociación de las y los juarenses. Al omitir hacerlo, estaría sentando un nefasto precedente que imposibilita la vida democrática y la impartición de Justicia pronta y expedita.

Atentamente,
“Sólo el pueblo organizado salva a la Nación”
COMISIÓN DE DIFUSIÓN
Comité en Defensa de la Economía Popular Ciudad Juárez - Comité Territorial “Las Haciendas”
redesuniversitariasuarez@h
otmail.com (656)150-6976 fb: Redes Universitarias Ciudad Juárez Twitter @chalalu)


YA APARECIÓ (00:40 DEL 11 DE JULIO) MÁS INFO., EN UNAS HORAS

Ciudad Juárez, Chihuahua. A 10 de Julio de 2010.

BOLETÍN DE PRENSA DEL GOBIERNO LEGÍTIMO DE MÉXICO
Comité en Defensa de la Economía Popular, Ciudad Juárez.


El Gobierno Legítimo de México, a través de la Casa del Movimiento en Defensa de la Economía Popular en Ciudad Juárez, denuncia la desaparición de nuestra compañera y amiga, responsable del Comité Territorial “Las Haciendas”, Clara Ramírez Ojeda . Ella se ausentó de su casa en el Fraccionamiento Las Haciendas el día miércoles 7 de julio y hasta el momento de esta convocatoria, se desconoce su paradero.

Exigimos de manera enérgica su inmediata localización con vida. Se invita a los y las representantes de los medios de comunicación para que nos acompañen en el acto de entrega de una Carta, firmada por las distintas organizaciones y vecinos, dirigida a la Procuradora de Justicia del Estado de Chihuahua, Patricia González Rodríguez.

Su trabajo como coordinadora del Comité “Las Haciendas” en apoyo a Andrés Manuel López Obrador, le ha ganado el respeto de vecinos y de las organizaciones de la localidad. La compañera Clarita, con el apoyo de su hija, son las responsables del Comedor Infantil Caritas Felices donde diariamente desayunan y comen alrededor de 100 niños del Fraccionamiento Las Haciendas, incluidos sus nietos.

El acto de entrega de la Carta será llevado a cabo este próximo lunes en punto de las 12:00 del mediodía, en la Subprocuraduría de Justicia Zona Norte de Eje Vial Juan Gabriel y Aserraderos (frente a las cruces rosas). Se solicita el apoyo de las y los compañeros, de los medios de comunicación y del público en general, para la difusión de la fotografía de nuestra compañera. Para mayor información, comunicarse al (656)138-4490 con el Abogado Santiago Delgado.


Atentamente,
“Viva se la llevaron, viva la queremos de regreso en el Comité Las Haciendas”


COMISIÓN DE DIFUSIÓN
Comité en Defensa de la Economía Popular Ciudad Juárez
Comité Territorial Las Haciendas.
Redes Universitarias Ciudad Juárez.

9.7.10

España sufre desmemoria
histórica: Álvarez Arregui


“Vienes a verme porque soy el único que queda” exclama con sorna y se ríe. Federico Álvarez Arregui me recibe en su austero despacho del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Este vasco es de los pocos exiliados republicanos que siguen vivos y en activo en México. Desde este ajustado despacho, de unos 15 metros cuadrados y que comparte con su asistente, dirige desde hace 8 años, la revista Literatura Mexicana, una publicación académica sobre filosofía y las letras en lengua castellana. Es su trinchera particular, desde donde, pese a sus 83 años, sigue aportando al acervo cultural local. Pertenece a esa generación de intelectuales españoles que perdió nuestro país a causa de la Guerra Civil y la dictadura franquista y que en cambio, con su esfuerzo, engrandecieron la cultura mexicana y siguen haciéndolo, aunque son cada vez menos, entre ellos Álvarez Arregui, quien después de la risa, prosigue su primera frase: “no es cierto, quedan algunos más pero ya estan enfermos o muy mayores, con lo cual yo me convierto en bateador emergente”, agrega haciendo un símil con el béisbol que me recuerda sus primeros años de exilio en Cuba.

El hijo del fundador de Izquierda Republicana en Guipuzcoa llegó en 1940 a la Habana a reencontrarse con sus padres después de 4 años de no verlos, pues ellos se habían quedado en Madrid después de la toma de San Sebastián por el bando nacional, y ya en la derrota cruzaron la frontera a Francia donde sufrieron los campos de concentración y finalmente pudieron salir a Cuba. Cuando Álvarez desembarcó solito del Magallanes, tenía 13 años y en la mochila traía 4 años de vivir en territorio franquista, rezar cada noche el rosario con su abuela e ir a la escuela de los Marianistas. Con este equipaje la isla le sorprendió por su luminosidad, su sol, su música, su diversidad racial y su exuberancia. “Soy un exiliado particular porque mi llegada a Cuba fue de una felicidad infinita”, asevera y se le ilumina la cara recordando el colorido cubano.

Allí pasó 7 años trascendentales de su vida, hasta los 20, y asegura que “Cuba nos integró, por lo menos a mi generación pues el pueblo cubano era enteramente antifranquista, entonces nosotros los exiliados, éramos los buenos”. Con esta disposición, estudió el bachillerato e ingresó en la carrera de ingeniería. Allí militó en los movimientos estudiantiles de izquierda radical, y bebió del caldo de lo que pocos años después sería la revolución.

Sin embargo, Cuba no integró a los intelectuales exiliados en sus estructuras culturales como hizo México. En las universidades había cuotas para profesores extranjeros y muy pocos españoles tuvieron cabida. Por eso a sus 20 años, toda la família se mudó a México, donde empezó a relacionarse con la flor y nata de la intelectualidad republicana. Esas relaciones le devolvieron su españolidad pues Federico en ese momento ya se sentía un joven latinoamericano. “Cuando llegué a México no sentí ninguna estrañeza cultural, social o política y al igual que el resto de mi generación de exiliados, que no la de nuestros padres, participé totalmente en la vida política de México. Participaba en las mobilizaciones de los ferroviarios, de los mineros, de los estudiantes… Eso sí, en las manifestaciones del 1 de mayo marchábamos en el contingente de la República”

Leer el texto completo en Periodismo Humano

SME: voces en
huelga de hambre

8.7.10

El último suspiro
del Conquistador / XLIV


El almero Tomás no habría querido tratar a Garcí como esclavo, pero el español no daba margen para otra cosa: imitaba con sumisión y buen humor las acciones del maya, le ayudaba en lo que fuera posible, sin llegar a ser molesto, y reía mientras desempeñaba las faenas más duras: desyerbar milpas, construir chozas de cañabrava, cortar leña. Tomás había invertido la herencia que le dejara su señor en tres encomiendas prósperas, una en Antequera y dos más en el Soconusco, pero decidió vivir de manera modesta a unas pocas leguas de su pueblo natal.

En esa región, la conquista española no fue un hecho consumado sino hasta un siglo después: los caciques chiapanecas, tzotziles, tzeltales, zoques, chontales y mames, hacían como que se rendían ante la espada, simulaban abrazar la fe de la cruz y, pocos meses después,alguna partida los descubría, junto con sus gobernados, cometiendo idolatría en adoratorios improvisados en los cerros próximos a sus pueblos. Venía entonces la captura de los jefes y la dispersión de los macehuales, quienes emprendían campañas de resistencia tan feroces como infructuosas. Tomás procuraba mantenerse al margen de la violenta campaña de desgaste contra los suyos, que se desarrollaba por medio de una dominación inhumana y que, de cuando en cuando, desembocaba en batidas y en combates. Vivía con discreción, sin pareja ni descendencia y, al principio, acompañado sólo por Garcí. Pero en los años posteriores a su retorno de España, Tomás adoptó a tres huérfanos de distintas edades, hijos de principales ajusticiados por levantiscos e idólatras.

El primero tenía apenas cinco años cuando el almero lo encontró vagando y gimiendo entre las ruinas de un caserío incendiado por los españoles y fue llamado Simón por su protector. El segundo, a quien denominó Matías, era un niño de 12 que escapaba de una de las redadas contra los insumisos y que fue aprehendido por los capataces cuando merodeaba en una de las encomiendas del almero. Éste lo sustrajo de sus captores con el argumento de que lo entregaría a la justicia, pero se lo llevó a su casa. El tercero era su sobrino y ya andaba por los 16 cuando unos tipos con adarga se apersonaron en su localidad, degollaron a los hombres del pueblo y violaron a varias mujeres. El muchacho quiso enfrentar a los agresores pero su madre lo disuadió y le ordenó que escapara y que buscara refugio en la vivienda de su tío. Llegó allí con una voluta de rabia atravesada en la garganta y a Tomás le fue difícil apaciguarlo. Tras muchos esfuerzos, logró hacerle ver al joven que la resistencia contra los teúles era inútil y que la venganza acarrearía nuevas desgracias para la gente del pueblo. “Te haré mi aprendiz –le propuso, una vez que el muchacho estaba más tranquilo–, te transmitiré saberes que te harán poderoso, y te daré mi nombre. Vas a llamarte Tomás”. El joven quedó convencido. Así se formó una extraña familia de cinco hombres que vivieron en un rincón cualquiera de la selva del Usumacinta.

Los esclavos también duermen. Tomás veía cómo subía y bajaba el torso lampiño y pálido de Garcí al compás de una respiración apacible. Tuvo el impulso de matarlo en ese mismo momento pero se avergonzó de la idea. Se acercó a él y lo despertó, poniendo con suavidad una mano en su hombro. EL zombi despertó, vio a su amo y sonrió.

–Garcí –dijo el maya con suavidad–: debo matarte.

–Tú eres mi amo –repuso el español con naturalidad, tras espabilarse– y tú dispones de mi vida.

–Pero no sé qué ocurrirá si lo hago pues, a mi entender, tú ya estás muerto.

–Morí, pero fui resucitado por El Negre, de modo que estoy listo para morir de nuevo– rió Garcí.

–¿Conservas algo de la muerte?

–Lo único que no resucitó fue mi voluntad. Todo lo demás en mí está vivo –dijo el español.

–Escucha, Garcí, escucha: guardo un alma y debo encontrarle un cuerpo –le explicó Tomás–. ¿Le prestarías el tuyo?

–Si así tú lo dispones, sí –replicó el resucitado, sin mostrar impacto alguno.

–Es para dar cumplimiento a un deber muy importante. Tu cuerpo será ocupado por el ánima de mi señor Hernán Cortés.

Al escuchar aquello, Garcí se mostró sorprendido por primera vez en la plática, y al gesto de asombro siguió una risotada de entusiasmo.

–¡Vive Dios, será un honor!

* * *


El perito forense Sánchez Lora no podía más con las noticias nacionales. La víspera se habían realizado comicios en varios estados y todos los partidos y todas las autoridades celebraron la fiesta cívica y anunciaron que sus causas habían triunfado; los comentaristas de televisión festejaron las elecciones como un triunfo contundente de la democracia y la civilidad. Pero entre la miscelánea informativa de aquella mañana, Sánchez Lora había leído un parrafito inquietante: en un comité distrital del oriente del país se había recibido, entre muchas otras urnas, una que en vez de sufragios contenía la cabeza de un candidato a gobernador; curiosamente, la del que las encuestas señalaban como favorito para ganar. Sin embargo, el escenario noticioso estaba tan lleno de cabezas cortadas –unas semanas antes alguien había depositado, frente a la entrada de la residencia oficial, las de los 19 integrantes del gabinete presidencial, y no había pasado nada– que una más no hizo mella en el ánimo de nadie, salvo en el de los deudos del difunto y en el de unos cuantas personas sensibles como el propio Sánchez Lora, que lo era a pesar de su oficio.

Al día siguiente, el especialista deambuló toda la tarde por el centro de la ciudad, tratando de hilvanar alguna explicación al desastre que percibía en el país. Su instinto profesional de analista de restos lo impulsaba a construir una hipótesis sobre unas circunstancias que, para él, parecían indicar el fallecimiento de una nación. Admiró la fachada de San Ildefonso, pero no se le ocurrió nada; la calle de Jesús María no le aportó idea alguna; rodeó el perímetro que demarcaba la vasta cicatriz del Templo Mayor, y la oscuridad de su mente no se disipó; quiso hallar algún vínculo entre Palacio Nacional y las eloteras que vendían su mercancía a un costado del solemne edificio, pero no lo halló; interrogó en silencio al portal frontero del Zócalo, en donde había estado La Estrella de Oriente, tienda que era el más remoto antecedente oficial de la mayor fortuna del mundo, pero nadie respondió; pasó a un lado de las nalgas de Catedral, que daban a la calle de Guatemala, y nada se le vino a la mente.

“Bueno –pensó con resignación–: al menos tengo algo con qué entretenerme.” Con el domicilio y el teléfono de Jacinta Dionez en la mano, el perito forense Sánchez Lora podría ir a la mañana siguiente en busca de aquella mujer. Antes de retirarse a casa, decidió darse una vuelta por el sitio en el que había muerto Iván, aplastado por una escultura de hierro que se desprendió de la cúpula del Hospital de Jesús a causa del insólito tornado que había azotado el centro de la ciudad. Del Zócalo caminó por Pino Suárez hacia el sur y unas decenas de metros antes de llegar a la esquina con República de El Salvador vio a la distancia una multitud de vehículos de la Policía Federal con las torretas encendidas. Recordó de inmediato que, semanas atrás, en uno de esos vehículos, un grupo de federales les habían arrebatado, a él y a sus compañeros del Forense local, los restos despedazados del homicida de Rufino Vázquez Morgado. Qué coincidencia, pensó. Caminó unos pasos más y vio un tropel de hombres con atavío antimotines que se arremolinaban en la acera opuesta a la del Hospital de Jesús, justo en la esquina de la casa de los marqueses de Calimaya. Se sorprendió a sí mismo pensando en voz alta:

–¿Qué? ¿No es ahí en donde están velando al escritor?

(Continuará)

Detalles del relieve en piedra en la Casa de Montejo, Mérida
(1549): un conquistador con alabarda, de pie sobre las cabezas de
sus enemigos vencidos (Foto: Wolfgang Sauber, en Wikimedia)

6.7.10

Reconfiguraciones


Es oficial: el PRI se ha partido en tres o cuatro pedazos y éstos compitieron entre ellos, en las elecciones estatales de ayer, por una docena de gubernaturas. Resquebrajamiento mediante, el tricolor pasó de ser un objeto rígido e inflexible a una sustancia maleable y dúctil que embarró al resto de las organizaciones políticas con propósitos de absorción. Se pudo ver, así, a operadores del fraude de 1988 luchando, codo a codo, con algunos de sus impugnadores de entonces; los perpetradores del fraude de 2006 se enemistaron con sus legitimadores, pero recuperaron a varios de los despojados para conformar diques de contención frente al dinosaurio, ignorando que éste anidó en sus corazones y los dejó invadidos de crías. En lo general, fue una kermés en la que se rifaron un montón de puestos de elección popular, y los boletos pudieron adquirirse mediante vales de Oportunidades, a cambio de repartos de despensas, con distribución de recursos del Procampo, a través de transmisiones de mentiras viejas y nuevas en cadena nacional –tres en una semana–, con el recurso de los aparatos corporativos de siempre.

Como ocurre en cualquier país con una democracia consolidada, esto fue una auténtica fiesta cívica sin perdedores. Bueno, el único perdedor fue Felipe Calderón, cuya versión personal de priísmo no gustó mucho que digamos entre los electores. No es para menos: cuando Calderón no confunde al Estado con la policía, lo confunde con las agencias de opinión. Pero hasta él tuvo uno que otro triunfo, como lo confirma el tratamiento dado por El País –agencia de relaciones públicas del calderonato, por vía cuñadil– a la elección: “El PRI pierde tres estados de México que gobernaba desde hace 80 años”. El PRI que todavía se llama PRI gana 9 de 12, pero hay el afán de beneficiar, haiga sido como haiga sido, al PRI que cambió de nombre.

Otros diarios españoles todavía le tienen –a veces– algún cariñito a la realidad: “La jornada de las estatales mexicanas comenzó como cualquier día: con muertos; cuatro cadáveres colgaban de mañana en diferentes puentes de Chihuahua capital”, redactó ABC. Pero los treinta y tantos asesinados de ayer no fueron parte del score, porque esta vez lo importante no era quién falleció, sino quién ganó: olvídense del muerto, que su hermano ya es gobernador.

Las izquierdas partidistas participaron en la fiesta cívica, a veces del brazo de un PRI, a veces de la mano de otros PRIs. Dicen que si no es para ir a elecciones, entonces para qué se conforman en partidos, y en ese punto tienen razón. Pero entre ellas imperó el miedo a la soledad, se amancebaron con lo malo y hasta con lo peor, y salvo en Oaxaca, en donde tal vez hayan logrado amarrar algunas facturas (ojalá: vale por una demolición de caciazgo), perdieron el rumbo a cambio de unas entradas a las fiestas de toma de posesión. Se les desea que, al menos, cenen rico.

Al cabo de diez años, la vida política formal está por culminar una vuelta sobre sí misma, y hoy aparece más descompuesta que hace cuarenta, cuando Díaz Ordaz festejaba la democracia, y mucho más alejada que entonces del país de abajo. En éste hay muchas noticias malas pero también una que otra buena, y esas no se agotan en una jornada electoral. Por debajo del PRI reconstituido y triunfante con distintos colores y siglas, al margen de rituales cada vez más vacíos de significación y contenido, lejos de mecanismos de representación reducidos a su propia caricatura, la sociedad se reconfigura a sí misma, en preparación para el momento en que se decida a hacer efectivo el principio básico de la democracia.

5.7.10

"Forma tu comité": AMLO

La SCJN golpea al
pueblo de México: SME

Sindicato Mexicano de Electricistas

A las organizaciones sindicales, sociales y políticas,
Al pueblo mexicano,
A los medios de comunicación,
Salud:



El día de hoy, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ofreció una extraordinaria lección de abyección a los designios de los enemigos de nuestra Patria.

Hoy, la impunidad política y la falta de respeto al estado de derecho en México, campeo a sus anchas en la placida sala de plenos del Poder Judicial. Nunca olvidaremos las risas de los “Señores Ministros” al “argumentar” contra la Patria, y nuestro Sindicato, Nunca lo olvidaremos, lo juramos.


La sesión de hoy, fue la demostración de que los poderes del Estado Mexicano, han dejado de representar los intereses sagrados de la Nación Mexicana y que en cambio, representan a Iberdrola, Gas Natural, Repsol y demás empresas transnacionales. Hoy, la arbitrariedad política y la imposición de la privatización de la Industria Energética Nacionalizada han recibido la bendición de la SCJN, siguiendo fielmente los designios de sus amos del Banco Mundial.
La dictadura ha tenido un triunfo pírrico y provisional, este golpe brutal no es solo contra el SME, sino contra toda la clase trabajadora y al pueblo de México. Cada organización deberá sacar sus propias conclusiones para el futuro inmediato, porque con los criterios aprobados por la SCJN, en cualquier momento podrán decretar la extinción de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y de Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Nunca lo olvidemos, la oligarquía y su gobierno nos odian y nos desprecian, los trabajadores y los electricistas del SME, tampoco lo olvidaremos.

Por nuestra parte, como Organización Sindical seguiremos en la defensa irrestricta de los derechos laborales y humanos de los trabajadores electricistas, ese es nuestro camino, nuestra ruta, nuestra convicción, en ello jamás cejaremos, pase lo que pase.

A todas y todos les decimos, en el SME no existe derrota ni claudicación, avanzaremos en la ruta de Ricardo Flores Magón, Emiliano Zapata y Francisco Villa; de Ernesto Velasco, Francisco Breña Alvírez y Manuel Paulin. Nada ni nadie nos sacará de ese camino.

Ni ahora ni nunca nos verán de rodillas ni postrados ante el poder. Esos son nuestros principios y nuestros compromisos ante los mayoritarios de la Patria, tal vez miraran nuestras lagrimas y angustias, pero jamás nuestra rendición, nunca les daremos ese gusto.

Fraternalmente

“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
México D.F. a 5 de julio de 2010

Fernando Amezcua Castillo
Secretario del Exterior