Cuatro notas. La primera informa que
Felipe Calderón fundó 140 universidades que sólo existen en el
papel de los informes presidenciales o, en el mejor de los casos, que
funcionan en
las instalaciones de una mueblería, como es el caso de la
denominada “Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo” o
en locales
sin electricidad ni agua, como ocurre en algo llamado “Instituto
Tecnológico de Milpa Alta” (ITMA), en donde los alumnos toman la
materia de diseño asistido por computadora (CAD) provistos
únicamente de cuadernos, porque no hay una sola computadora. Libros
en la biblioteca los hubo sólo el día de la solemne inauguración.
La segunda indica que en
el 5° examen nacional de plazas docentes, aplicado el domingo,
134 mil 745 maestros concursaron por 18 mil 71 puestos de base, lo
que implica que 132 mil 874 aspirantes quedarán como interinos (en
el mejor de los casos) o como desempleados.
La tercera nota cuenta que de 62 mil
682 estudiantes que aplicaron el examen
de ingreso a la UNAM, sólo seis mil 500 (10.3 por ciento)
lograron un sitio en alguna de las carreras impartidas en la Máxima
casa de Estudios.
La cuarta nota refiere que entre marzo
de 2011 y el mismo mes del año siguiente la Secretaría de la
Defensa nacional compró
equipo de espionaje por un monto de cinco mil millones de pesos
para intervenir teléfonos celulares y activarlos de manera furtiva,
a fin de obtener sonido ambiental y hasta imágenes de la caámra de
los aparatos sin que sus propietarios se enteren. Las adquisiciones
realizadas fueron hechas a la empresa Security Tracking Devices, S.
A. de C.V., con supuesta sede en Villa de la Hacienda, Tlajomulco,
Jalisco, aunque la dirección indicada corresponde a un
fraccionamiento de interés social en el que no hay rastros de la
compañía. Por lo que hace al contacto
asentado en Compranet, corresponde a un correo electrónico cuyo
dominio no está registrado, es decir, se trata de un usuario
fantasma.
Vaya, para efectos de comparación, el
dato de que el
presupuesto anual de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
que asciende a cuatro mil 260 millones con 237 mil 259 pesos, es
inferior al monto erogado por la Sedena en los gadgets de espionaje.
La Universidad
Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), por su parte,
tiene un presupuesto anual de 666 millones de pesos. La llamada
“Torre de Luz” impuesta por Calderón en el Paseo de la Reforma,
y rebautizada por la voz popular como Monumento a la Corrupción,
tuvo un costo
total de mil 35 millones de pesos.
Estampas como las referidas pueden
encontrarse en casi todos los ámbitos de la administración federal
y de las estatales. Fox les cerró la boca a los gobernadores
priístas con parte de los 75 mil millones de dólares obtenidos por
las arcas públicas durante su régimen por los sobreprecios
petroleros.
El territorio nacional está lleno de universidades que
se reducen a papel membretado y de estudiantes sin universidad; de
aulas sin maestro y de maestros sin trabajo; de caminos que no
conducen a ninguna parte y que fueron construidos – con recursos
públicos, claro– para cobrar una comisión o para darle gusto a la
novia de un senador; de chatarra de Enciclomedia; de fortunas
consolidadas al amparo del Fobaproa; de asignaciones presupuestales
arbitrarias y corruptas; de calles robadas por particulares
influyentes. Es la obra de los Salinas, de los Zedillo, de los Fox,
de los Calderón, los Montiel, los Peña Nieto y las Gordillo
Morales. Lo fallido no es el país sino su régimen. Urge ponerle fin
y se puede.
1 comentario:
Don Pedro: Los datos sobre la UNAM se vuelven más escalofriantes si se tiene en cuenta que las cifras que usted da, corresponden únicamente al segundo examen de admisión; en total, me parece, más de medio millón de jóvenes se queda sin un lugar en la Máxima Casa de Estudios de México.
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