18.8.07

Evocación de Tezcatlipoca


VISIÓN DESDE UN CRÁNEO VERDE

Cuando somos un instrumento peligroso
no parpadea la locura.

O amanecer en la fruta del día
y en la boca del diablo
es grave, porque esa fruta
se nombra soledad y sabe a pez despacio.
Una vez y otra vez somos fecha de alguien
que nos mancha de tiempo como un calendario.
Nos usan las palabras, nos usan los vestidos,
el triste rato de pensarnos;
nos ladra el mastín corpulento del miedo,
nos arrastran los mares cuando mueven sus brazos.
Somos la brasa, el amante que flota
lascivamente ahogado.

Algo muere en nosotros
cuando se apagan los astros.
Y es que a través del humo,
del cuervo espejo diario,
nos damos cuenta, al fin, por un largo cabello,
de que somos humanos.

Al pasar por la vida
¿qué sentirá aquel árbol desgajado?

Juan Bañuelos
Espejo humeante

Dice la versión de la leyenda que recogió Ángel Ma. Garibay: “Un día vino a Quetzalcóatl el mago Tezcatlipoca y envuelto en telas traía un espejo de doble faz... Después de saludarlo diciendo: ‘Señor, rey y sacerdote, vengo a mostrarte a Quetzalcóatl Uno Caña: tu cuerpo, tu propia carne’, respondió el rey: ‘¿Cansado estás y rendido. ¿Cuál es mi imagen? Muéstrala, déjame que yo la vea’. Dijo el mago: ‘Ésta que ves es tu imagen... Mírala bien: cual ella del espejo sale, así has de salir tú en tu propia figura corporal’. Vio Quetzalcóatl el espejo y lleno de ira lo arrojó de sí. Dio gritos lleno de enojo: ‘¿Es posible que me vean, que me miren mis vasallos, que me vean sin alterarse, sin que se alejen de mí? Feo es mi cuerpo: ya estoy viejo, ya tengo de arrugas surcado el rostro, todo el cuerpo acancerado y mi figura es espantosa’.” Horrorizado y desolado, el hasta entonces recto gobernante de Tula emborrachose y copuló con Quetzalpétatl, su hermana. Dice El Humeante al soberano humillado, en la interpretación de Agustí Bartra: “No seré tu fin ni seré tu principio, Quetzalcóatl. Silbo tu Tú. Habito en tu yo. Hagamos división de poderes: sé tú la Estrella de la Mañana y que yo sea la Estrella de la Tarde. Accede a mi sí e hinca la otra rodilla. Nada puedes contra el eternamente joven, la fuerza que domina a la conciencia, el sol de la noche. En mi espejo duerme y vela el tiempo. Lo sé todo.”

Otras definiciones del Espejo Humeante eran titlacahuan, “de quien somos esclavos”, telipchti, “joven”, y moyocoyotzin, “dios caprichoso”. Se lleva muy bien y muy mal con su hermano Quetzalcóatl: colabora con él para restaurar la Tierra, ambos se convierten en árboles gigantescos para ir a la morada de Tonacatecutli a colocar el Cielo en su lugar, se transforman en un nudo de serpientes para derrotar, juntos, al monstruoso Cipactli, quien en el combate devora un pie al Señor Espejo. Se relaciona con la ingesta de excrementos divinos –lo que lo vincula, a su vez, con Atlazoltéotl, la comedora de inmundicias— y con la secreción de “sustancias espumosas” amarillas o blancas.



De entre las deidades de la cultura náhuatl Tezcatlipoca es –vaya descubrimiento— la más oscura. No hablo de su nocturnidad y de sus humos, sino de la dificultad para entender a este personaje. Con Tláloc uno la tiene fácil: agua, lluvia, versión masculina de la fertilidad; con Quetzalcóatl no está tan en chino: vientos, movimiento, totalidad del universo. Ante la terrible figura de Hutzilopochtli uno puede decir, temblando de susto, que representa eso que se percibe como la ojetez intrínseca del mundo: tu alimento está en los otros seres vivos y tu vida depende de su muerte (no me vengan ahora con historias de bondad vegetariana, porque la semana pasada un enjambre de hormigas borró de este mundo un hermoso naranjal que cultivé durante un año). Matas para sobrevivir y mueres para que otros vivan, ecuación a la que el cristianismo le rebanó piadosamente la primera mitad. Pero está más difícil con este dios con la pierna derecha rematada por un muñón de hueso y que es jaguar, Primer Sol, noche, fuerza principal de la cosmovisión mexica, expresión e instrumento del “Dios dual, Nuestro Padre, Nuestra Madre, y asimismo de todos los dioses” y, en una extrapolación riesgosa, equivalente mesoamericano del demiurgo platónico: “poietes kai pater, hacedor y padre del mundo” (León Portilla). O sea que Tezcatlipoca es representación de casi todo y, por consiguiente, no es casi nada: su identidad se disuelve en la inmensidad de sus atributos. Está bien: seré muy tonto y además los inventores de ésta y otras deidades mesoamericanas tenían un pensamiento muy complicado. Pero tal vez la comprensión enfrente un tercer obstáculo, que sería, más o menos, así:


Pasado mañana, día martes, llegan los extraterrestres y le meten fuego a las mil bibliotecas más grandes del mundo, borran con unos imanes muy potentes el contenido de los discos duros y las cintas de los mayores diez mil servidores del planeta, achicharran en una gran pira diez mil millones de discos compactos de todas clases; luego, se pasan los próximos cien años hurgando en oficinas, tiendas, templos y hogares para detectar y destruir cuanto registro encuentran –en bronce, tela, cartón, madera, celuloide, vinil, acetato, policarbonato, silicio-- del conocimiento, la cultura, las creencias y el pasado de los terrícolas, los cuales, para colmo, mueren en el proceso en proporción de 19 de cada 20. Ahora tomemos lo que haya quedado de la civilización humana a comienzos del siglo XXII y tendremos una idea del estado en que quedaron las culturas mesoamericanas en los albores del XVII. Desconocemos la cantidad de códices que había en las tierras mayas a la llegada de los conquistadores europeos, pero deben haber sido, cuando menos, varios centenares. Sólo en el Auto de Fe de Maní (1562), Diego de Landa quemó “27 rollos de signos y jeroglíficos” y se sorprendía, el muy animal, de que sus propietarios mostraran “mucha aflicción” ante tal barbarie. Unas décadas antes, y dos mil kilómetros al noroeste de Maní, Juan de Zumárraga convirtió en cenizas la biblioteca de Texcoco, que a decir de Servando Teresa de Mier, “se levantaba tan alta como una montaña”.



Se ha puesto de moda decir que el medioevo no fue una época tan mala, e incluso que fue muy bonita. Lo cierto es que en esos tiempos la mayor parte de los europeos se dedicó al deporte de los clavados en las aguas de la ignorancia, el fanatismo y la superstición; mientras tanto, en Damasco, Bagdad, Toledo y Granada, los árabes (a ver si se enteran de esto, anunciadores del “choque de civilizaciones”, el “islamofascismo” y demás idioteces racistas) les cuidaban a su Aristóteles, a su Platón y a su Arquímedes: “En el Occidente cristiano la cultura de la Antigüedad clásica se conoció, en la mayoría de los casos, por traducciones realizadas a la lengua árabe y sin esta salvedad, no se sabría de gran parte de ellas”.

El logos prehispánico no tuvo esa suerte. Las culturas originarias del hemisferio occidental fueron aniquiladas, demolidas, reducidas a una pedacería inconexa. De todos los documentos pictográficos en papel amate y piel de venado que existían en Mesoamérica, sólo quedaron 22, entre ellos tres mayas y 4 nahuas. Dicho sea de paso, esto no es uno más de esos reproches a destiempo a los españoles: no va contra ustedes, hermanos peninsulares, porque ustedes son tan culpables como nosotros –es decir, nada— por la imbecilidad criminal de algunos de nuestros ancestros comunes. Dejemos que el tontín de Ratzinger se dé el gusto de creer que la evangelización de América fue un acto de amor. En todo caso, después de tanto amor resulta muy difícil hacerse una idea de la cosmovisión de los antiguos mesoamericanos como un todo más o menos coherente, a la manera en que entendemos las mitologías griega, romana o egipcia. Por eso, el espejo de Tezcatlipoca ya no refleja casi nada.

12 comentarios:

Don il dijo...

Aunque tal vez no tiene una relación directa con lo anterior, existe un proceso similar de pérdida de información contemporánea:

Se trata de las prácticas monopólicas de Microsoft y sus productos --todos de muy mala calidad, como lo demuestran las fallas de diseño que dan lugar a los conocidos virus--, una de cuyas "virtudes" consiste en tomar tus documentos, música y videos, y agregarles códigos informáticos que posteriormente limitan su uso. Por ejemplo, cuando grabas tu música en una computadora y luego quieres pasarla a otra que acabas de comprar, te impide reproducirla bajo el cuento de que necesitas unas licencias (¿¿¿Que onda, si tu compraste TUS discos para oirlos donde y cuando quieras???).

Otro típico caso es que cada cierto tiempo modifican sus programas --actualizan, dicen ellos-- de manera que quienes aun cuentan con los programas antiguos, ya no pueden trabajar con los nuevos formatos de archivos --documentos, hojas de cálculo, presentaciones, etc.--, obligando así a los usuarios de computadoras a comprar los nuevos programas --muchos usuarios recurren a las copias piratas, pues comprar una de estas cosas puede representar una inversión fuera del alcance de otros tantos bolsillos--.

Y en muchas ocasiones, los "nuevos" programas --en realidad son la misma gata, solo que revolcada-- no pueden leer documentos antiguos.

Lo grave de todo esto es que empresas, instituciones educativas y aún los gobiernos de muchos países, incluido el nuestro, utilizan estos programas y además hacen casi obligatorio su uso por parte de alumnos, usuarios de servicios, etc.

Para contrarrestar estas maniobras de las que muchos gobiernos, grandes empresas, e instituciones de todo genero, han sido víctimas a lo largo de casi dos décadas, es que los organismos que coordinan la existencia y la calidad de los estándares autorizados bajo la forma de normas (OSI, ISO, etc.) han publicado un estándar para la creación de documentos informáticos. Se llama ODF (Open Document Format: Formato Abierto para Documentos).

Microsoft trata de defenderse de lo que le representaría la pérdida de muchos usuarios, proponiendo su propio formato llamado OOXML como el estándar mundial.

Y para apoyar su estrategia, realiza en las reuniones y en las votaciones de los organismos mundiales citados, maniobras de mapachería al más puro estilo priista/panista.

Actualmente existen varios programas que pueden crear documentos en formato ODF. Uno de ellos es OpenOffice.org, y se distribuye gratuitamente. Este programa también puede leer y escribir documentos en los formatos de Microsoft Office.

Si utilizas OpenOffice, matas varios pájaros de una pedrada:

1.- Preservas tus documentos por el tiempo que quieras, sin que un cambio de versión te los deje inaccesibles.

2.- Puedes exportar tus documentos al formato Acrobat PDf, para que otros a quienes los envías no te los puedan modificar, conservando además tus documentos originales.

3.- Dices NO a la piratería, ya que además le puedes dar copias a todos los que se atraviesen en tu camino, sin que esto sea un delito.

4.- Puedes usar OpenOffice.org para abrir documentos de Microsoft Office dañados. Esto funciona en la mayoría de los casos.

5.- Dices NO al monopolio gringo.

6.- Te quitas de encima la procupación de que un día te vayan a caer los cómplices de Microsoft --se llaman, pompósamente, Business Software Aliance, pero por el relato, a menos que haya entendido mal, representan al Tezcatlipoca de la informática moderna-- y te extorsionen de lo lindo por tener copias piratas.

OpenOffice.org lo puedes bajar de internet. Sólo busca "descarga de open office".

Existen también algunas otras formas de preservación de la información, tales como Youtube, Google, y la Wikipedia, por citar tres ejemplos, y que por fortuna están fuera del control de Microsoft.

Salud y saludos.

Anónimo dijo...

El jade... si lograra recordar lo que llevo pensando hace dos días... vendré. En wordpress no sé que me pasa que no puedo comentar. Me habrán multado por tramposa ;)
un abrazo.
(Estoy agotada)

Anónimo dijo...

Estoy leyendo a don il y voy a hacer otra de mis preguntas idiotas. En este ordenador tengo el windows vista y ahora no soy capaz de abrir todos mis discos donde los documentos están guardados en el words de siempre... quiere decir que si tengo ese programa del que habla, podré hacerlo ¿?

Porque ya me gustaría ya :)

Anónimo dijo...

Vale, ya está casi bajando. Gracias a don il.

Don il dijo...

Nadha:

Ojalá que puedas abrir tus archivos y ojalá te sea de utilidad. Yo lo utilizo y cubre todas mis necesidades sin problema. Lo puedes configurar para que guarde todos tus documentos en los formatos de MS Office, y así puedas intercambiar documentos con los demás. Si necesitas más ayuda, mándame un correo y con mucho gusto te ayudo:
ildegiron @ gmail . com

saludos.

Pedro Miguel dijo...

Don il: Aunque la relación de tu comentario con el tema del post sea indirectísima, se agradece la reflexión y los tips tecnológicos. Hace ya un tiempo que adopté el Firefox, ando tentado a mudarme a Ubuntu y desde luego iré a echar un ojo al Open Office porque en efecto, las miserias de los productos Microsoft me tienen hasta la madre.

Nadha: ¿si logras recordar lo que llevas pensando hace dos días? ¿Pues, niña, cómo haces para olvidar lo que estás pensando?

Antes de desearle un tumor maligno a Bill Gates, Nadha (que de todos modos hay sobrados motivos para ello), acude a una computadora con Windows XP o anterior y ve si puedes leer en ella tus discos; si no puedes, ello es una pésima noticia: quiere decir que están mal grabados desde el principio.

Dell me mandó la versión Vista pero esperaré unos meses a que aparezcan dos o tres "service packs" --si es que sigo con Windows-- antes de instalarla.

Buena onda, Don il

Roque Nuevo dijo...

Hola Pedro,

Sobre tu naranjo. Me dio mucha pena. Pero yo creo que si echas veneno contra las hormigas, se va a regenerar. Las hormigas comen las hojas, pero dejan vivo al arbol. No te desesperes. Según mi experiencia se va a regenerar bastante rápido.

Estoy de acuerdo con lo que dices sobre la grandeza de la cultura islámica y la pobreza de la cultura cristiana durante el medioevo, aunque merece matizarse, como siempre. El asunto no es tan sencillo como lo escribes. No entiendo la relación de esto del medioevo con el dizque choque de civilizaciones hoy. Aparte, poner a éstos del choque de civilizaciones en el mismo costal "racista" que los que hablan de islamofascismo se me hace otro reduccionismo indebido. Un matiz sería que los islámicos fanáticos (o como quieras llamarlos) tienen el discurso mucho más racista que cualquier miembro del KKK y son ellos que más hablan del "choque de civilizaciones".

Por la paz y la regeneración

Roque Nuevo dijo...

Hola Pedro,

Perdón por el posdata: compra tu veneno contra hormigas en la farmacia veterenario, no en el pinche Home Depot. En las farmacias venden los más efectivos y te pueden asesorar mejor.

Con cariño

cicalmo dijo...

Hola Pedro Miguel: gracias por haberte acercado a mi blog, yo te rastrée en el tuyo y te felicito por tu agudo sentido del humor punzante. Quizás te llamó la atención lo de Chichén. Recuerdo haber visto ese cuadro del cura Landa (y Calderón ¡para mi desgracia!)quemando los códices en Maní en el Teatro de Mérida. Después estuvimos en esa localidad y relaté nuestras experiencias allí en mi blog. Soy un admirador sincero de la cultura mexicana y espero poder visitar nuevamente tu país muy pronto.
Saludos con afecto,
Ciro Calderón
Temuco, Chile

Pedro Miguel dijo...

Roque nuevo: Te agradezco de todo corazón los consejos agrícolas. Los seguiré, a ver si logro apuntarme una resurrección en mi currículum.

Mira: Huntington ve en el Islam así, en el Islam, sin más matices-- un peligro para Occidente. El "islamofascismo" es una olla conceptual en la que igual caben cosas tan incompatibles entre sí como Al Qaeda, los partidos Baaz (el sirio y el iraquí), Hamas, el gobierno de Teherán, Hizbollah... Si un gobernante asiático, pongamos por caso, se refiriera como "católico-fascistas" a Hugo Chávez, Felipe Calderón, Alan García, Daniel Ortega y el obispo samuel Ruiz, yo concluiría que el tipo se está inventando un concepto falso simplemente para justificar su racismo anti latinoamericano.

regeneración y salud, pues.

Ciro, Cicalmo: gracias debemos decirte los mexicanos por contar en forma tan certera páginas terribles de nuestra historia; bueno, nuestra historia es de ustedes, la de ustedes es nuestra, y México es una pequeña águila equivocada que circula en las venas de Neruda, y ya desde l Colonia de ustedes nos llegó la cueca, que se sigue bailando en el Pacífico mexicano con el nombre de "chilena."

Visítanos pronto, y muchas veces. Un abrazo de aquí a Temuco.

Anónimo dijo...

Creo que Tezcatlipoca tambien tenia la facultad de conocer los corazones y la mente de los hombres, y si lo aunamos a sus cualidades metamorficas, tal vez se deba a cierto dominio pentadimensional. Ademas su facultad de engañar y de falsear apariencias, asi como sus colores predominantes rojo y negro, lo ubican cercano a la funcion de dioses como el nordico Loki, esto si aplicamos a los panteones miticos una vision de conjunto.

No es de extrañar que sus representaciones no se diga sus cultos fuesen especialmente reprimidos por el catolicismo, donde el ser espiritual que corresponderia curiosamente tambien es representado en la iconografia popular con un pie diferente.

Pedro Miguel dijo...

Interesante, Akurion. Me parece que el Tezca es la única deidad azteca en la que más claramente llegan a adivinarse el sentido de subjetividad, el inconsciente, los demonios interiores. tal vez por eso algunos despistados la proponen como el fundamento de sicoterapias.