4.8.07

Un modernista que sí me gusta

Canta Lok en la oscura región desolada,
y hay vapores de sangre en el canto de Lok.
El pastor apacienta su enorme rebaño de hielo
que obedece --gigantes que tiemblan-- la voz del pastor.
Canta Lok a los vientos helados que pasan,
y hay vapores de sangre en el canto de Lok.
Densa bruma se cierne. Las olas se rompen
en las rocas abruptas, con sordo fragor.
En su dorso sombrío se mece la barca salvaje
del guerrero de rojos cabellos, huraño y feroz.
Canta Lok a las olas rugientes que pasan,
y hay vapores de sangre en el canto de Lok.
Cuando el himno del hierro se eleva al espacio
y a sus ecos responde siniestro clamor,
y en el foso, sagrado y profundo, la víctima busca,
con sus rígidos brazos tendidos, la sombra del Dios,
canta Lok a la pálida Muerte que pasa
y hay vapores de sangre en el canto de Lok.


Jaimes Freyre

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y a mí.

Pedro Miguel dijo...

Libe: Boliviano (1868-1933), diplomático además de poeta y autor de un interesantísimo (y difícil de conseguir) ensayo sobre las leyes de la métrica castellana.