22.8.04

¿Corrupción en Atenas?

  • Kroko y Kim 
  • Auxiliar para la comprensión de textos en catalán 
  • Pulso: buena idea de boletín


EL DIARIO DEPORTIVO ateniense Filathlos dio a conocer a principios de este mes la acusación de un empresario greco-estadunidense, Pano Kroko, presidente y propietario de la empresa de comunicaciones inalámbricas Seattle Wireless Inc. (SWI), quien dijo haber sido timado por George Yerolimpos y John Spanudakis, organizadores de Atenas 2004. El industrial alega que desde hace tres años entró en relación con el comité olímpico griego para ofrecerle sistemas de seguridad y telecomunicaciones. Yerolimpos y Spanudakis se mostraron interesados, pero pusieron como condición para la firma de contratos que éstos fueran asignados a una nueva empresa, subsidiaria de la estadunidense, de la que 20 por ciento de las acciones habría de asignarse a los propios funcionarios olímpicos griegos, así como a un tal Reinhardt Grundmann, quien a la postre resultó ser un estafador internacional. Kroko accedió a las demandas de los griegos y les presentó un detallado programa de seguridad y comunicaciones. Como parte de los trabajos de planificación, recibió de sus nuevos socios planos y listas de los puntos que debían disponer de mayor vigilancia, así como de los sitios secretos en los que habrían de instalarse cámaras y sensores especiales. Pero, a final de cuentas, los griegos dejaron a Kroko colgado de la brocha, se piratearon su programa y lo aplicaron por su cuenta --siempre según la versión del quejoso--. En cuanto a Grundmann, desapareció sin dejar rastro, llevándose consigo una copia de los planos de seguridad. Entrevistado por Filathlos, Yerolimpos dice que se trata de “mentiras y acusaciones sin fundamento”, y señala que él, como funcionario de Atenas 2004, no habría podido tener acceso a documentos sobre el trabajo de seguridad de los que es responsable el Ministerio de Orden Público de Grecia. El caso puede consultarse en extenso en:

http://www.filathlos.gr/

SI LA DENUNCIA DE Kroko fuera falsa, habría que reconocerle al menos su olor de verosimilitud. Como se señaló en la Navegación pasada, el COI había sido alertado, desde 1991, durante los preparativos para los juegos invernales realizados tres años después, en Lillehammer, Noruega, de la corrupción que imperaba entre los comisionados y de las prácticas inmorales, si no es que ilegales, que tuvieron lugar en la definición de la sede, que se disputaba entre esa ciudad escandinava y Anchorage, Alaska; Oestersund-Are, Suecia, y Sofía, Bulgaria. Pero durante una década los funcionarios del COI se hicieron de la vista gorda ante los crecientes y cada vez más jugosos sobornos ofrecidos y otorgados por los representantes de las urbes que aspiran a albergar unos juegos olímpicos. Por eso, hoy día un señalamiento de corrupción contra un funcionario del COI resulta, aunque no sea cierto, tan creíble, en principio, como una acusación contra un policía mexicano de tránsito por haber pretendido morder a un automovilista: cría fama y échate a dormir.

COMO SI HUBIERA un empeño en consolidar la máxima autoridad olímpica mundial, en enero de este año el vicepresidente (en suspenso) del COI, el coreano Kim Un-yong, fue aprehendido en Seúl por acusaciones de malversación y soborno, y en junio fue condenado a dos años y medio de cárcel y a pagar una multa equivalente a casi 8 millones de pesos mexicanos por un comedido tribunal de distrito de la capital sudcoreana que lo declaró culpable de haber provocado un desfalco de más de 32 millones (de pesos) en la Federación Mundial de Taekwondo --que presidía--, del comité organizador de los Juegos Asiáticos realizados en Busán, en 2003, y de otras organizaciones deportivas. Kim fue hallado culpable también de haber recibido 8 millones de pesos de sobornos empresariales. La fiscalía pidió siete años de prisión para Kim, pero su tocayo, el juez Kim Byong-Un, explicó la “generosidad” de la sentencia en función de “la contribución durante toda su vida a la promoción mundial del taekwondo, a su edad (72 años) y a su arrepentimiento”.


POR UNO DE ESOS misterios de Internet, sólo hallé tres referencias al encarcelamiento y juicio de Kim Un-yong: una en inglés y dos, las más completas, en catalán, idioma natal de José Antonio Samaranch; dado mi supino desconocimiento de esa lengua, es posible que la versión aquí consignada sea un tanto imprecisa. A primera vista, para un hispanohablante casi monolingüe y de cultura general más bien básica, como el que escribe, los textos en catalán parecen, al igual que los escritos en portugués y gallego, de comprensión fácil, mientras uno no se tope --¡cuaz!-- con términos como penediment: “Kim Byong-Un ha explicat que la 'generositat' de la sentència es deu a la 'contribució durant tota la seva vida en la promoció del taekwondo al món, a la seva edat i al seu penediment'”. Afortunadamente es posible consultar varios diccionarios en línea del catalán clásico, el moderno y hasta el coloquial.

POR LO QUE SE REFIERE a las equivalencias en pesos de las multas y los chanchullos de Kim, efectuados en su moneda materna, el won sudcoreano, fueron posibles mediante el uso del convertidor de divisas de Oanda, al que ya me he referido en una navegación anterior.

http://english.peopledaily.com.cn/200401/29/eng20040129_133464.shtml 
http://dcvb.iecat.net/
http://www.grec.net/home/cel/dicc.htm


CASI CINCO AÑOS antes de que Kim fuese alojado en una bonita celda de una cárcel de Seúl, la prensa estadunidense había revelado que los promotores de la candidatura de Salt Lake City como sede de los XIX Juegos Olímpicos de Invierno (2002) aportaron 60 por ciento del salario que percibió John Kim, hijo de Kim Un-yong, como empleado fantasma (aviador, decimos por estos lares) de la empresa Keystone Communications. Kim obtuvo el empleo antes que el COI otorgara la sede de la cita invernal a la capital de Utah, y ganó un total de 75 mil dólares, precisó el ex director de Keystone Communications, David Simmons. Por entonces, Kim papá parecía un posible sucesor de Samaranch. Pese a las acusaciones en su contra, Kim mantuvo su poder y su influencia dentro del COI durante cinco años más.

EN JULIO PASADO, con todo y las imputaciones penales en su contra, Kim fue electo --hay que decir que con la oposición del actual presidente del organismo, el belga Jacques Rogge-- para ocupar una de las cuatro vicepresidencias del organismo. Acto seguido, y por sus intereses personales, el sudcoreano se dedicó a torpedear la candidatura de su propio país para albergar los juegos de invierno de 2010 --el sitio propuesto era Pyeongchang-- y a favorecer a Vancouver, localidad que a la postre resultó beneficiada. Hasta ahora permanece la sospecha de que la desgracia del sudcoreano no necesariamente se debe a sus delitos, sino a la maniobra referida, y acaso también a su decisión errónea de respaldar al alemán Thomas Bach, y no a Rogge.

EN OCASIÓN DE los XXVII Juegos Olímpicos (Sydney 2000), el COI procedió a una reforma orientada a moralizar sus estructuras o bien a taparle el ojo al macho. Poco después del encuentro, el actual titular del organismo dijo que “una página negra de la historia del COI se borró con la reforma y el éxito de Sydney”. El entonces presidente de la comisión de coordinación afirmó que la asignación de la ciudad australiana se había realizado “de acuerdo con las reglas”. Encubrió, así, al presidente del comité australiano, John Coates, quien a finales de enero de 1999 admitió que el 22 de septiembre de 1993, en Montecarlo, había ofrecido dos paquetes de “ayudas deportivas” por 35 mil dólares para sus respectivos países a dos integrantes africanos del organismo internacional si éstos votaban en favor de Sydney. El 23 de septiembre la asamblea general del organismo olímpico puso a votación la sede de los juegos de 2000 y Sydney resultó ganadora por tres votos (45 a 42) sobre Pekín.

http://www.theage.com.au/articles/2004/01/28/1075088052774.html?oneclick=true

UNOS DÍAS ANTES del inicio de los actuales juegos, el COI se vio obligado a suspender al búlgaro Iván Slavkov y a expulsar de manera definitiva al indonesio Bob Hasan. Pero, con todo y estas medidas, y pese a los alegatos del actual titular del organismo, Atenas 2004 no ha quedado limpia de sospechas. Peor aún, éstas se extienden en el futuro hasta Vancouver 2010. El periodista británico Andrew Jennings, pesadilla de Samaranch, y quien desde 1992 ha venido documentado la putrefacción imperante en el organismo olímpico, sostiene que “el COI no puede cambiar porque siempre eligen a gente como ellos, se reproducen. Van por el mundo con las valijas vacías, demandando regalos, trabajos, comisiones, sexo y hasta colegios para sus chicos”. Jennings lanza una acusación radical: la burocracia olímpica internacional está vinculada con las mafias rusas, un enlace que se habría originado en los Juegos Olímpicos de Moscú (1980), en la época en que Samaranch llegó a la presidencia del COI.

http://heroesdeatenas.typepad.com/heroes_de_atenas/2004/08/corrupcin_en_el.html 
http://www.pagina12.com.ar/2000/00-11/00-11-15/pag26.htm


UNA DE CAL POR las que van de arena: en el sitio del COI hallé un enlace a un boletín digital muy fresco y bien diseñado, “cotidiano oficial de la villa olímpica” ateniense, en el cual se registra la forma en la que viven las 25 mil personas alojadas en ese lugar.

www.athens2004.com/olvpulse

LA CORRUPCIÓN OLÍMPICA es oceánica y se me quedan fuera 28 referencias a historias, notas y reportajes sobre el tema. Las pondré, por si a alguien le interesan, en nuestro foro de navegantes: www.communityzero.com/nave

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