- Kroko y Kim
- Auxiliar para la comprensión de textos en catalán
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EL DIARIO DEPORTIVO ateniense Filathlos dio a conocer a principios de este mes la acusación de un
empresario greco-estadunidense, Pano Kroko, presidente y propietario de la
empresa de comunicaciones inalámbricas Seattle Wireless Inc. (SWI), quien dijo
haber sido timado por George Yerolimpos y John Spanudakis, organizadores de
Atenas 2004. El industrial alega que desde hace tres años entró en relación con
el comité olímpico griego para ofrecerle sistemas de seguridad y
telecomunicaciones. Yerolimpos y Spanudakis se mostraron interesados, pero
pusieron como condición para la firma de contratos que éstos fueran asignados a
una nueva empresa, subsidiaria de la estadunidense, de la que 20 por ciento de
las acciones habría de asignarse a los propios funcionarios olímpicos griegos,
así como a un tal Reinhardt Grundmann, quien a la postre resultó ser un
estafador internacional. Kroko accedió a las demandas de los griegos y les
presentó un detallado programa de seguridad y comunicaciones. Como parte de los
trabajos de planificación, recibió de sus nuevos socios planos y listas de los
puntos que debían disponer de mayor vigilancia, así como de los sitios secretos
en los que habrían de instalarse cámaras y sensores especiales. Pero, a final
de cuentas, los griegos dejaron a Kroko colgado de la brocha, se piratearon su
programa y lo aplicaron por su cuenta --siempre según la versión del quejoso--.
En cuanto a Grundmann, desapareció sin dejar rastro, llevándose consigo una
copia de los planos de seguridad. Entrevistado por Filathlos, Yerolimpos dice que se trata de “mentiras y acusaciones
sin fundamento”, y señala que él, como funcionario de Atenas 2004, no habría
podido tener acceso a documentos sobre el trabajo de seguridad de los que es
responsable el Ministerio de Orden Público de Grecia. El caso puede consultarse
en extenso en:
http://www.filathlos.gr/
SI LA DENUNCIA DE Kroko fuera falsa, habría que
reconocerle al menos su olor de verosimilitud. Como se señaló en la Navegación
pasada, el COI había sido alertado, desde 1991, durante los preparativos para
los juegos invernales realizados tres años después, en Lillehammer, Noruega, de
la corrupción que imperaba entre los comisionados y de las prácticas inmorales,
si no es que ilegales, que tuvieron lugar en la definición de la sede, que se
disputaba entre esa ciudad escandinava y Anchorage, Alaska; Oestersund-Are,
Suecia, y Sofía, Bulgaria. Pero durante una década los funcionarios del COI se
hicieron de la vista gorda ante los crecientes y cada vez más jugosos sobornos
ofrecidos y otorgados por los representantes de las urbes que aspiran a
albergar unos juegos olímpicos. Por eso, hoy día un señalamiento de corrupción
contra un funcionario del COI resulta, aunque no sea cierto, tan creíble, en
principio, como una acusación contra un policía mexicano de tránsito por haber
pretendido morder a un automovilista: cría fama y échate a
dormir.
COMO SI HUBIERA un empeño en consolidar la máxima
autoridad olímpica mundial, en enero de este año el vicepresidente (en
suspenso) del COI, el coreano Kim Un-yong, fue aprehendido en Seúl por
acusaciones de malversación y soborno, y en junio fue condenado a dos años y
medio de cárcel y a pagar una multa equivalente a casi 8 millones de pesos
mexicanos por un comedido tribunal de distrito de la capital sudcoreana que lo
declaró culpable de haber provocado un desfalco de más de 32 millones (de
pesos) en la Federación Mundial de Taekwondo --que presidía--, del comité
organizador de los Juegos Asiáticos realizados en Busán, en 2003, y de otras
organizaciones deportivas. Kim fue hallado culpable también de haber recibido 8
millones de pesos de sobornos empresariales. La fiscalía pidió siete años de
prisión para Kim, pero su tocayo, el juez Kim Byong-Un, explicó la
“generosidad” de la sentencia en función de “la contribución durante toda su
vida a la promoción mundial del taekwondo, a su edad (72 años) y a su
arrepentimiento”.
POR UNO DE ESOS misterios de Internet, sólo hallé tres
referencias al encarcelamiento y juicio de Kim Un-yong: una en inglés y dos,
las más completas, en catalán, idioma natal de José Antonio Samaranch; dado mi
supino desconocimiento de esa lengua, es posible que la versión aquí consignada
sea un tanto imprecisa. A primera vista, para un hispanohablante casi
monolingüe y de cultura general más bien básica, como el que escribe, los
textos en catalán parecen, al igual que los escritos en portugués y gallego, de
comprensión fácil, mientras uno no se tope --¡cuaz!-- con términos como
penediment: “Kim Byong-Un ha explicat que la 'generositat' de la sentència es
deu a la 'contribució durant tota la seva vida en la promoció del taekwondo al
món, a la seva edat i al seu penediment'”. Afortunadamente es posible consultar varios diccionarios en
línea del catalán clásico, el moderno y hasta el coloquial.
POR LO QUE SE REFIERE a las equivalencias en pesos de
las multas y los chanchullos de Kim, efectuados en su moneda
materna, el won sudcoreano, fueron posibles mediante el uso del convertidor de
divisas de Oanda, al que ya me he referido en una navegación anterior.
http://english.peopledaily.com.cn/200401/29/eng20040129_133464.shtml
http://dcvb.iecat.net/
http://www.grec.net/home/cel/dicc.htm
http://www.grec.net/home/cel/dicc.htm
CASI CINCO AÑOS antes de que Kim fuese alojado en una
bonita celda de una cárcel de Seúl, la prensa estadunidense había revelado que
los promotores de la candidatura de Salt Lake City como sede de los XIX Juegos
Olímpicos de Invierno (2002) aportaron 60 por ciento del salario que percibió
John Kim, hijo de Kim Un-yong, como empleado fantasma (aviador, decimos
por estos lares) de la empresa Keystone Communications. Kim obtuvo el empleo
antes que el COI otorgara la sede de la cita invernal a la capital de Utah, y
ganó un total de 75 mil dólares, precisó el ex director de Keystone
Communications, David Simmons. Por entonces, Kim papá parecía un posible
sucesor de Samaranch. Pese a las acusaciones en su contra, Kim mantuvo su poder
y su influencia dentro del COI durante cinco años más.
EN JULIO PASADO, con todo y las imputaciones penales en
su contra, Kim fue electo --hay que decir que con la oposición del actual
presidente del organismo, el belga Jacques Rogge-- para ocupar una de las
cuatro vicepresidencias del organismo. Acto seguido, y por sus intereses
personales, el sudcoreano se dedicó a torpedear la candidatura de su propio
país para albergar los juegos de invierno de 2010 --el sitio propuesto era
Pyeongchang-- y a favorecer a Vancouver, localidad que a la postre resultó
beneficiada. Hasta ahora permanece la sospecha de que la desgracia del
sudcoreano no necesariamente se debe a sus delitos, sino a la maniobra
referida, y acaso también a su decisión errónea de respaldar al alemán Thomas
Bach, y no a Rogge.
EN OCASIÓN DE los XXVII Juegos Olímpicos (Sydney 2000),
el COI procedió a una reforma orientada a moralizar sus estructuras o bien a
taparle el ojo al macho. Poco después del encuentro, el actual titular del
organismo dijo que “una página negra de la historia del COI se borró con la
reforma y el éxito de Sydney”. El entonces presidente de la comisión de
coordinación afirmó que la asignación de la ciudad australiana se había
realizado “de acuerdo con las reglas”. Encubrió, así, al presidente del comité
australiano, John Coates, quien a finales de enero de 1999 admitió que el 22 de
septiembre de 1993, en Montecarlo, había ofrecido dos paquetes de “ayudas
deportivas” por 35 mil dólares para sus respectivos países a dos integrantes
africanos del organismo internacional si éstos votaban en favor de Sydney. El
23 de septiembre la asamblea general del organismo olímpico puso a votación la
sede de los juegos de 2000 y Sydney resultó ganadora por tres votos (45 a 42)
sobre Pekín.
http://www.theage.com.au/articles/2004/01/28/1075088052774.html?oneclick=true
UNOS DÍAS ANTES del inicio de los actuales juegos, el
COI se vio obligado a suspender al búlgaro Iván Slavkov y a expulsar de manera
definitiva al indonesio Bob Hasan. Pero, con todo y estas medidas, y pese a los
alegatos del actual titular del organismo, Atenas 2004 no ha quedado limpia de
sospechas. Peor aún, éstas se extienden en el futuro hasta Vancouver 2010. El
periodista británico Andrew Jennings, pesadilla de Samaranch, y quien desde
1992 ha venido documentado la putrefacción imperante en el organismo olímpico,
sostiene que “el COI no puede cambiar porque siempre eligen a gente como ellos,
se reproducen. Van por el mundo con las valijas vacías, demandando regalos,
trabajos, comisiones, sexo y hasta colegios para sus chicos”. Jennings lanza
una acusación radical: la burocracia olímpica internacional está vinculada con
las mafias rusas, un enlace que se habría originado en los Juegos Olímpicos de
Moscú (1980), en la época en que Samaranch llegó a la presidencia del COI.
http://heroesdeatenas.typepad.com/heroes_de_atenas/2004/08/corrupcin_en_el.html
http://www.pagina12.com.ar/2000/00-11/00-11-15/pag26.htm
UNA DE CAL POR las que van de arena: en el sitio del
COI hallé un enlace a un boletín digital muy fresco y bien diseñado, “cotidiano
oficial de la villa olímpica” ateniense, en el cual se registra la forma en la
que viven las 25 mil personas alojadas en ese lugar.
www.athens2004.com/olvpulse
LA CORRUPCIÓN OLÍMPICA es oceánica y se me quedan fuera
28 referencias a historias, notas y reportajes sobre el tema. Las pondré, por
si a alguien le interesan, en nuestro foro de navegantes: www.communityzero.com/nave
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