- Distorsiones institucionales del voto ciudadano
- Florida: ¿repetición de 2000?
- Documentos falsos y compra de sufragios
AL CONTRARIO DE lo que pretenden hacer creer las
emocionantes encuestas cotidianas de los medios informativos, la moneda de la
elección estadunidense de pasado mañana no está en el aire, sino en los
revolcaderos secretos o discretos en donde se realizan las operaciones para
manipular el sentido de la voluntad popular estadunidense por debajo de las
distorsiones institucionales que hace cuatro años permitieron al actual
presidente sentarse en la Oficina Oval a pesar de haber obtenido medio millón
de votos menos que su contrincante demócrata.
EL SISTEMA DE representación indirecta permitió que los
537 sufragios de ventaja oficialmente obtenidos por George W. Bush en Florida
anularan y superaran el margen de 500 mil que logró Al Gore a escala nacional.
Hasta entonces el sistema del Colegio Electoral estadunidense simplemente
acentuaba y caricaturizaba las tendencias electorales generales: en 1992
convirtió la diferencia de porcentajes 43-37 que se registró en la votación
nacional entre Clinton y Bush padre en 69 a 31, y en la elección siguiente
(Clinton-Dole) los porcentajes reales de votación (49-41) fueron transformados
en 70-30. Pero hace cuatro años Gore obtuvo 48.4 por ciento de los sufragios
totales, frente al 47.9 logrado por Bush, y la mayoría marginal del demócrata
fue convertida en minoría en el Colegio Electoral: 49.4 frente a 50.3 para el
republicano. La escandalosa evidencia de que en el país que más presume su
democracia no rigen los principios elementales de que todos los votos valen lo
mismo y de que a cada ciudadano debe corresponder un voto llevó al
establecimiento de una comisión nacional para reformar las elecciones federales,
encabezada por los ex presidentes James Carter y Gerald Ford. En términos
generales, el organismo se limitó a recomendar la adopción de sistemas
uniformes y confiables de captación de sufragios, pero se abstuvo de cuestionar
el funcionamiento del Colegio Electoral y su mecanismo constitutivo de elección
de electores y no de candidatos. El problema es que la lógica imperante
multiplica por cero a las minorías de los estados y otorga al candidato
mayoritario la totalidad de los electores de la entidad. Esa aberración se
mantendrá el martes próximo, día en que los habitantes de Colorado someterán a
votación una enmienda a la Constitución local para garantizar que, en comicios
ulteriores, los nueve electores que ese estado envía al Colegio Electoral
representen de manera proporcional las tendencias electorales locales y no sean
adjudicados al ciento por ciento a la mayoría, como ocurrirá pasado mañana.
Quien quiera meterse por los vericuetos de la institucionalidad electoral del
país vecino puede acudir a:
http://www.reformelections.org.ipaddress.com/
http://www.archives.gov/federal_register/electoral_college/index.html
http://electoral-vote.caida.org/
http://www.electionline.org/site/docs/pdf/2004.Election.Preview.Final.Report.Update1.pdf
LA RADIOGRAFÍA DE AYER indicaba un empate total en las
preferencias electorales pero, dijo AP sin escandalizarse, “el voto popular no
determina quién gana la Presidencia”. Según un análisis de esa agencia, Bush es
favorito en 26 estados que suman 222 votos electorales, y su contrincante va
ganando en otros 16, más el Distrito de Columbia, que cuentan con 211
electores. La clave del triunfo de uno u otro candidato está, por tanto, en su
capacidad para obtener votaciones mayoritarias en Florida, Ohio, Nevada,
Pennsylvania, Wisconsin, Iowa, Minnesota y Nuevo México, entidades que en
conjunto enviarán 105 representantes al Colegio Electoral.
PERO DETRÁS O DEBAJO de los mecanismos legales resultan
inocultables los barruntos de fraudes electorales. A mediados de esta semana se
informó que 58 mil boletas para votar por correo “se extraviaron” en Florida.
Funcionarios electorales en el condado de Broward, cerca de Miami, señalaron
que ellos enviaron 60 mil planillas para votar por correo a principios de
octubre, pero sólo 2 mil llegaron a su destino. Una supervisora de elecciones
del condado de Broward, Gisela Salas, dijo que no entendía qué estaba pasando y
que ya se había dado aviso a la policía. “Básicamente fue nuestro primer gran
envío de planillas para votar por correo (...) Las autoridades del servicio
postal le aseguraron (a la supervisora de las elecciones de Broward) doctora
(Brenda) Snipes que de hecho éstas habían salido del correo”, dijo Salas, pero
un portavoz del Servicio Postal afirmó que era improbable la desaparición de
tal cantidad de piezas de correo, y dudó de que las papeletas hubiesen sido
entregadas a la oficina de correos. Las boletas extraviadas, que representan
más de 5 por ciento del electorado de Broward, han creado profundas sospechas
en Florida. Funcionarios electorales del estado tratan de minimizar lo
ocurrido, aseguran que ya enviaron un nuevo lote de papeletas, aunque nadie
garantiza que lleguen a tiempo a manos de sus destinatarios, y aseguran que
éstos podrán votar, de todos modos, antes del martes, en urnas electrónicas, en
donde los empleados verificarán que no hayan enviado previamente sus votos por
correo. Pero el día mismo de los comicios, los electores que optaron por el
sufragio postal sólo podrán presentarse a votar si llevan consigo las boletas
en blanco que habrían debido recibir por correo días antes. Por lo pronto,
Michael Moore no perdió el tiempo y viajó a Fort Lauderdale a encabezar una manifestación
de protesta por el “extravío” de las boletas.
PERO LOS PROBLEMAS no se limitan a las formas
tradicionales de emisión del voto. La Unión Estadunidense de Libertades Civiles
(ACLU, por sus siglas en inglés) ha denunciado que la instrucción girada por la
secretaria de Estado de Florida, Glenda Hood, para que las urnas electrónicas
no conserven un registro impreso de los sufragios, impide un eventual recuento
en caso de dudas, denuncias o querellas judiciales poselectorales. Se ha
advertido que las urnas electrónicas, semejantes a cajeros automáticos, son
vulnerables a piratas cibernéticos, a virus, así como “a candidatos, fanáticos,
gobiernos extranjeros y organizaciones criminales”, advirtió el especialista
informático David Hill, de la Universidad de Stanford. Por su parte, The
Economist señala que las máquinas en los casinos de Atlantic City tienen
más supervisión del gobierno que los aparatos de recepción de votos. El sitio
Electiononline.org (que consigna cientos de irregularidades prelectorales de
distintos tamaños) apunta que la compañía Diebold, que de 2001 a la fecha ha
donado medio millón de dólares al Partido Republicano, es la principal
constructora de urnas electrónicas del país.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2004/estados_unidos/newsid_3960000/3960593.stm
http://www.aclu.org/VotingRights/VotingRights.cfm?ID=16921&c=32
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2004/estados_unidos/newsid_3760000/3760426.stm
http://www.electionline.org/index.jsp
http://www.elmundo.es/elmundo/2004/10/29/internacional/1099001338.html
SEIS DÍAS ANTES de los comicios se descubrió en Nevada
que muchos votantes se habían inscrito con documentos falsificados y nombres
ficticios, según lo reportó el secretario de Estado local, Dean Heller. La
responsabilidad fue crípticamente atribuida a “gente que es contratada por
grupos de interés para que registren votantes y a la que se le paga en función
del número de personas que afilia”.
PARA TERMINAR, LA COMPRA de votos no es nada del Tercer
Mundo. En un reportaje difundido por la BBC, Tom Carver entrevista a
Claude Big Daddy Ellis, antiguo jefe de la maquinaria
electoral del Partido Demócrata en Virginia Occidental, quien admite que la
principal razón por la cual John F. Kennedy derrotó a su rival Hubert Humphrey
en las primarias demócratas de 1960 fue el avión lleno de dólares en efectivo
que envió a ese estado para sobornar a los electores. Hoy en día “mucha gente
se molesta si no se le ofrece dinero a cambio de su voto”, dice Big
Daddy, hecho que confirmó Carver en su reportaje: “El dinero sigue
cambiando de manos en las contiendas electorales. Algunas personas con las que
hablé me dijeron que el voto en Virginia Occidental puede costar tanto --o tan
poco-- como 15 dólares o un trago de whisky”. De hecho, hace un par de meses el
jefe de policía del condado de Logan, Big John Mendez, fue
destituido tras admitir que había participado en una conspiración para
reorientar, dinero mediante, la voluntad de los ciudadanos. Breviario
estadístico: Logan, Virginia Occidental, tiene 36 mil 745 habitantes, una tasa
de crecimiento demográfico de -2.6 por ciento, 96.3 por ciento de población
blanca, 1.4 por ciento de bilingües (inglés y cualquier otro idioma), ingreso
per cápita de 14 mil dólares y 24.1 por ciento de la población por debajo de la
línea de pobreza. Un dato extraño es que, según el censo gringo, 10 mil 952
personas del condado tienen alguna clase de discapacidad, es decir, casi 30 por
ciento de la población.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_3735000/3735200.stm
https://www.census.gov/quickfacts/table/PST045216/00
Ciudadanos estadunidenses: por lo que más quieran, no voten
por Bush.