- El cónsul Sánchez Terán y el diputado Chavarría Salas
- De Pedro I a Musab al-Zarqawi
- El polémico logo del Mundial
LA NOCHE DE LA conmemoración del 12 de octubre el
cónsul de España en Córdoba, Argentina, Pablo Sánchez Terán, no se pudo
aguantar la molestia por las manifestaciones indígenas de repudio a una tarea
de colonización genocida que arrancó con el descubrimiento, de parte de los
europeos, de un continente que había sido encontrado milenios antes por otros
pueblos. “Mucho peor estaríais o estaríamos bajo las civilizaciones incaicas,
aztecas, sioux, apaches o mapuches, que han sido idealizadas por algunos
historiadores o antropólogos, cuando es bien conocida su división de castas y
su carácter imperialista y sanguinario”, profirió el diplomático deslenguado.
El revuelo fue inmediato, pero Sánchez Terán porfió en sus posturas, y al día
siguiente, miércoles, dijo a la emisora radial Cadena 3: “El aporte de una
lengua europea y el aporte de la religión cristiana --sea católica, sea
protestante-- es positivo en el sentido que estamos mejor con este aporte que
si ahora tuviéramos monarquías o repúblicas incas, aztecas, mapuches, sioux o
apaches”.
CLARO: NO ES TAN grave que Stalin haya asesinado a
decenas de millones de soviéticos si se considera que, a cambio, transformó la
Rusia rural y atrasada en una potencia atómica, y a fin de cuentas hoy los
rusos “no están tan mal”; es posible que el Estado de Israel no existiera hoy
en día si el horror del genocidio perpetrado por el Tercer Reich no hubiese
sacudido la conciencia mundial y, en ese sentido, acaso podría considerarse que
los judíos “estarían peor”. Y miren nada más a Rigoberta Menchú, que se sacó un
Premio Nobel y saltó a la fama mundial gracias a los militares que masacraron a
su pueblo y a su familia: ¿no debiera guardarles un poquito de gratitud a sus
benefactores? Imagínense a un cónsul mexicano en Houston que se dirigiera a los
estadunidenses con este discurso: “¿Ya ven? Si no nos hubieran robado Texas,
los Bush no habrían podido hacer carrera política, y ahora ustedes no estarían
metidos en el desastre en el que están”.
NO VA UNO A negar que, de acuerdo con los criterios
modernos de libertad, democracia y desarrollo tecnológico, en muchos aspectos
las sociedades prehispánicas eran, según puede considerarse por los pocos
vestigios que se salvaron de las llamas civilizatorias, más horribles que la
España medieval, que es decir mucho, y ni con varios litros de escepticismo
puedo tragarme las estampas idílicas de los neoindigenistas tardíos que ubican el
Paraíso Terrenal y la verdadera Utopía en Machu Picchu o en Chichén Itzá, ni
comulgo con los concheros ansiosos por explicar que Tenochtitlan era la capital
mundial del espíritu humanista. Más aun, en lo personal siento mayor aprecio
por los versos de Garcilaso (no el Inca, sino el amigo de Boscán) que por los
de Netzahualcóyotl. Pero bueno, la postura de Sánchez Terán es estúpida por
partida doble: porque pretende ignorar el exterminio físico y cultural que fue
la conquista española de América y porque cae en la tentación de jugar al “¿qué
habría pasado si...?”, un divertimento espléndido para escritores como Philip
José Farmer, pero contrario al esclarecimiento histórico y pernicioso para las
relaciones entre Estados.
AL DÍA SIGUIENTE el diputado panista Raúl Chavarría
Salas replicó, en México, la genialidad del avezado representante español en
Argentina. El legislador asentó que si los indígenas están desnutridos no es
por la inacción del gobierno federal, sino por su falta de “cultura para
proveerse de los elementos necesarios para comer y porque no se acercan a los
programas federales”. El presidente de la subcomisión de Medicina y Bioética de
la Cámara de Diputados aseguró que “no hay indígenas pobres en México, eso sí
les quiero decir, hay indígenas que no se acercan a los programas”
gubernamentales de beneficencia. A ver si le entendimos bien, diputado
Chavarría: en resumidas cuentas, no es que los indios sean pobres, sino que son
bien pendejos, ¿no?
http://www.jornada.unam.mx/2004/oct04/041016/039n2soc.php?origen=index.html&fly=1
LA OPINIÓN PÚBLICA mundial sigue horrorizada --y cómo
no-- por el espectáculo de las decapitaciones de rehenes extranjeros en Irak.
No estoy seguro que los cortadores de cabezas iraquíes sean en todos los casos
los integristas islámicos que los medios dicen que son, y en mis noches de
insomnio pienso que las autoridades ocupantes estadunidenses están más metidas
en ese negocio de lo que están dispuestas a admitir en público, pero esa
sospecha no desvirtúa un ápice el repudio mundial a la poda de cabezas,
práctica cruel y degradante si las hay, y de la que me he ocupado en otros
momentos. No está bien, sin embargo, que en la consternación y el rechazo a los
videoverdugos iraquíes --o jordanos, como quiere la propaganda estadunidense--
se ignore cuánto debe la civilización occidental al hacha y a la guillotina, ya
sea que hablemos de la Revolución Francesa, crisol de los valores políticos
modernos y universales, o de la liberación de Huesca --que estaba bajo control
de los moros--, encabezada en 1096 por el rey de los navarros y aragoneses.
Algunos dicen que de ese episodio histórico data la expresión de “entrar como
Pedro por su casa”, en alusión a la facilidad con la que Pedro I (con ayuda de
San Jorge, dicen) cercó y venció al ejército musulmán de Al Mustain, rey de
Zaragoza, y penetró en las calles de la exhausta y desmoralizada Waqa islámica,
que antes había sido bautizada Osca por los romanos. Tras la victoria de los
cristianos éstos siguieron conviviendo con los moros y los judíos hasta el
siglo XVI, pero la batalla quedó representada en el escudo de armas de Aragón
con cuatro cabezas cortadas e incrustadas en los cuarteles de una cruz de San
Jorge. El historiador Jerónimo Zurita (Anales de Aragón) dice que se
trata de “cuatro cabezas rojas por cuatro reyes y principales caudillos que en
esta batalla murieron”; Alfonso X (Primera crónica general) difiere en
el color y asegura que deben ser “cuatro cabezas de moros negros y hacía esto
por cuatro reyes moros que venciera y matara en un día en una batalla”.
INDEPENDIENTEMENTE DE QUE sean rojas o negras, Abdel
Kader, dirigente de la comunidad islámica de Zaragoza, pidió la supresión de
las cabezas del escudo aragonés porque constituyen un mensaje de “una violencia
que no llama a la tolerancia ni a la concordia”, especialmente en estos tiempos
en los que casi cualquier musulmán en España es sospechoso automático. Por su
parte, el secretario general de la Unión de Comunidades Islámicas en España,
Riay Tatary, dijo que la convivencia en la comunidad autónoma de Aragón se
vería beneficiada con la eliminación de su escudo de los símbolos macabros. El
presidente del gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, se mostró favorable al
cambio del escudo: “Este momento es ideal no sólo para aumentar el
autogobierno, sino también para revisar los símbolos”, dijo, y agregó que de
seguro el Consejo Asesor de Heráldica y Simbología no va a poner obstáculos a
la modificación, “algo que nos concierne a todos por sensibilidad, y más
teniendo en cuenta el fenómeno de la inmigración que necesitamos integrar y
favorecer para beneficiar a todos los aragoneses”. El ambiente es propicio.
Hace seis meses el cabildo de la catedral de Santiago de Compostela anunció su
intención de retirar la imagen de Santiago Matamoros “para no herir a otras
etnias”.
OJALÁ QUE ASÍ SEA. Por lo pronto, una rápida búsqueda
en Yahoo (Huesca AND “Pedro I”) remite los nombres de Pedro I y de Huesca a un
amplio listado de servicios de un hotel oscense (gentilicio de etimología
latina que, por lo visto, se ha considerado mejor que “huescano” o “huesqueño”)
de ese nombre. A ver qué dicen los europeos cuando se inaugure en Bagdad el
hotel Musab al-Zarqawi.
http://articulos.altoaragon.org/osca2.htm
http://www.huesca.es/
http://www.elmundo.es/elmundo/2004/10/18/espana/1098096408.html
http://www.larazon.es/noticias/noti_aut15820.htm
http://aksdersl.wanadooadsl.net/chatmix_net/aragon.htm
http://www.lapaginadefinitiva.com/seccion/historia/histeria-espana/
http://www.aragoneria.com/historia/pedro1.htm
UNA MÁS DE símbolos polémicos, aunque no tenga nada que
ver con el racismo: recientemente el jefe del comité organizador del Mundial
Alemania 2006, el crack Franz Beckenbauer, presentó el logotipo oficial de ese
torneo, diseño al que denominó Celebrating faces of football. Orgulloso
de su originalidad, el futbolista retirado dijo que “un logo como éste no se ha
visto nunca en un mundial de futbol”. Y sí: el dibujo es tan original, que el semanario Der
Spiegel llamó de inmediato a un concurso alternativo “para quienes no
se pueden identificar con ese logo de jardín de infantes o con esta invitación
a un cumpleaños infantil”. El columnista de O Globo Ancelmo Gois
vio en el emblema “un puñado de pastillas de éxtasis”.
UN GRUPO ALEMÁN de diseñadores denominado 11 Amigos
reformuló el diseño y presentó una alternativa tan parvularia, a mi modo de
ver, como la propuesta original. Ustedes juzguen.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_3718000/3718878.stm
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