Nuestro idioma tiene topónimos propios para desginar, entre otras, a las siguientes ciudades o naciones:
- Angora (Ánkara, en turco);
- Bielorrusia (Bielarus, en bielorruso)
- Bombay (Mumbai, en maratí)
- Brujas (Brugge, en flamenco)
- Cantón (Guangzhou, en chino)
- Colonia (Köln, en alemán)
- Cuernavaca (Cuauhnáhuac, en náhuatl)
- Grecia (Ellás o Ellinikí Dimokratía, en griego)
- Estambul (Istanbul, en turco)
- Florencia (Firenze, en italiano)
- Jerusalén (Yerushaláyim en hebreo, al Quds en árabe, Jerusalem en inglés)
- La Haya (Den Haag, en neerlandés)
- Londres (London, en inglés)
- Maguncia (Mainz, en alemán)
- Marsella (Marseille, en francés)
- Moscú (Moskvá, en ruso)
- Múnich (München, en alemán)
- Nankín (Nanjing, en chino)
- Nueva York (New York, en inglés)
- Pekín (Beiying, en chino)
- Turín (Torino, en italiano)
Asimismo, el idioma español tiene gentilicios exónimos para designar a los
- huicholes (endónimo: wixáricas)
- tarahumaras (endónimo: rarámuris)
- estadounidenses o estadunidenses (endónimo: americans o americanos)
Por cierto: a ningún hispanohablante
se le pasa por la cabeza pedir a los italianos que digan “México”
en vez de “Il Messico”, o a los franceses que usen “Chile” y
no “Le Chili”, o a los alemanes que digan “España” en lugar
de “Spanien”. Tampoco
se nos ocurre exigir a los anglófonos que digan “peruanos” en
lugar de “Peruvians” o “guatemaltecos” en vez de
“Guatemalans”, ni imponer a los daneses el endónimo “argentinos”
por sobre “argentinske”.
1 comentario:
El más curioso. Jerosolimatano :D
Publicar un comentario