- Las lágrimas del espejo
- ¿Cómo murió realmente Nick Berg?
- La conexión malaya
POR SUPUESTO, EL defenestrado editor del Daily
Mirror, Piers Morgan, supo perfectamente que las fotos que publicó el
primero de mayo --y que mostraban a supuestos soldados ingleses maltratando y
humillando a un prisionero iraquí-- eran falsas, y aun así las incluyó en
primera plana por dos razones: porque le permitirían vender muchos ejemplares
de ese periódico sensacionalista y porque, siendo falsas, eran verosímiles. El
ejecutivo ahora desempleado se hizo un cálculo simple: las fotos eran falsas,
pero las prácticas que revelan no lo eran; en alguna parte había cientos o
miles de otras gráficas --auténticas, esas sí-- que permitirán corroborar el
hasta ahora discreto salvajismo de las tropas británicas en Irak, y para cuando
el Daily
Mirror lograra obtenerlas y publicarlas, la falsedad de las primeras fotos
dejaría de tener importancia; mientras tanto, la circulación del diario
brincaría de manera exponencial. Morgan estaba haciendo muy bien su trabajo,
que no consistió nunca en decir la verdad, sino en vender la mayor cantidad
posible de ejemplares usando como instrumento principal de marketing el
masaje al morbo del público. El consejo de administración del Mirror,
ese mismo que este fin de semana puso a Morgan de patitas en la calle, estaba
feliz, pero el viernes derramó algunas lágrimas de arrepentimiento.
ES DE SUPONER que quienes urdieron la falsificación --realizada,
al parecer, en una base territorial del ejército en Preston, Lancashire--
tienen un pensamiento mucho menos simple y lineal que el de Piers Morgan. Los
funcionarios y los medios británicos han puesto de relieve el daño y el peligro
que causaron a las tropas inglesas en Irak los montajes fotográficos publicados
el primero de mayo. Pero casi nadie comenta que la falsificación logró poner en
un segundo plano, así sea en forma temporal, el debate por los crímenes de
guerra que los ocupantes --tanto ingleses como estadunidenses-- perpetraron y
siguen perpetrando en Irak. Además, cuando las gráficas verdaderas de la
barbarie lleguen a la opinión pública inglesa, muchos ciudadanos dudarán de su
autenticidad.
POR CIERTO, LA polémica que concluyó con el despido de
Morgan se refiere únicamente a la serie de imágenes publicadas por el Mirror el
primero de mayo. ¿Y qué hay de la instantánea que desplegó en su portada el día
8, tomada en el interior de un transporte blindado de tropas, en la que se ve a
un soldado británico en el acto de fotografiar a un iraquí herido y amarrado?
UN PRIMER RESULTADO de esta magistral operación de control
de daños es el anuncio, por parte del Ministerio de Defensa de Londres, de la
liberación, sin cargos, de los cuatro únicos efectivos ingleses que han
enfrentado acusaciones por abusos contra sus cautivos en Irak. Se debate ahora,
en cambio, si Morgan y sus secretos cómplices deben enfrentar o no acusaciones
penales.
http://news.bbc.co.uk/1/hi/uk_politics/3717669.stm
HAY ELEMENTOS PARA pensar que la aparente ejecución
videograbada y difundida del joven empresario estadunidense Nicholas Berg
podría ser tan falsa como las fotos publicadas por el Mirror el
primero de mayo. El martes, día en que se difundió la pretendida decapitación a
cámara, Reuters, ABC y CNN bajaron sin ningún problema el fragmento de video
del sitio de Muntada al-Ansar, una página de Internet en idioma árabe. Hora y
media después, los reporteros de Al Jazeera peinaron el sitio y no hallaron ni
rastro del macabro documento. La emisora qatarí apuntó algunas circunstancias
sospechosas en torno al videoasesinato: 1) la prenda naranja de la víctima es
idéntica a las que usan los presos en Estados Unidos; 2) la facilidad con que
el victimario separa la cabeza del cuerpo; 3) la falta total de movimientos
reflejos del asesinado; 4) la ausencia de hilos o goteos de sangre cuando uno
de los supuestos homicidas agita, frente a la cámara, la cabeza recién cortada;
5) el acento (más bien egipcio o iraní) del verdugo, quien se presenta a sí
mismo como Abu Mussab al Zarqawi, de origen jordano; 6) los indicios de que Al
Zarqawi --el “hombre de Al-Qaeda en Irak”, según Washington-- murió en marzo
pasado en un bombardeo en el norte de Irak; 7) el señalamiento de que el
“peligrosísimo” jordano estuvo, en varias ocasiones, en la mira de rifles y misiles
estadunidenses, pero nadie jaló el gatillo; 8) las oscurísimas circunstancias
en las que Nick Berg fue retenido por la policía colaboracionista iraquí, con
conocimiento del mando estadunidense, interrogado tres veces por la FBI y
finalmente liberado, después de 13 días en los que su padre, Michel, llegó a
interponer una demanda por la injustificada retención de Nick.
EL DOMINIO DESDE el cual los medios occidentales afirman
haber obtenido el video de la decapitación de Berg (www.al-ansar.biz)
salió del aire ese mismo día y desde entonces nadie ha podido tener acceso a
él. El dominio está registrado a nombre de “Go Daddy Software, Inc.”, y el
responsable es un tal “Omar Abu Omar”, con domicilio en la calle “New Dream 33,
Nurnberg, 42114 Denmark”, es decir, una dirección inexistente, ya que Nurnberg
(Nuremberg) está en Alemania, y no en Dinamarca. El sitio en cuestión estuvo
alojado por servidores de una filial de la empresa británica Acme Commerce en
Malasia, webserver.com.my, un sitio de fachada apacible. El gerente,
Alfred Lim, aseguró que la compañía sacó del aire otros seis sitios vinculados
a organizaciones señaladas como terroristas. De cualquier forma, el líder de la
oposición malaya, Lim Kit Siang, exigió que el gobierno del primer ministro
Abdullah Ahmad Badawi se pronuncie sobre “las graves acusaciones de que Malasia
da alojamiento a una red de sitios web terroristas”. El aludido dijo de
inmediato que no permitirá la operación de tales sitios en el país, pero su
canciller, Syed Hamid Albar, matizó que “hay un montón de organizaciones
terroristas en Europa y Estados Unidos, pero eso no los convierte en países
terroristas”.
POR CIERTO, AYER mismo AP dio a conocer que en ese país asiático de mayoría musulmana varios supuestos miembros de un grupo ligado a Al Qaeda que pasaron por cárceles malasias fueron sistemáticamente desnudados, abofeteados, pateados y sometidos a abusos y vejaciones sexuales. No por nada el gobierno de Kuala Lumpur es un estrecho aliado de Washington y, a lo que puede verse, un aplicado discípulo.
http://www.webserver.com.my/
http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/asia-pacific/3714277.stm
Y PARA CERRAR: los demócratas ya pusieron al aire
un sitio para pedir la renuncia del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
http://www.democraticaction.org/petitions/rumsfeld.htm
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