- Estudios sobre el asesinato
- De la documentación al delirio
- La narcocía
- Espías en la academia
DICE STEVE
KANGAS que “una dependencia que está por encima de la crítica está
también por encima de la conducta ética y de la reforma”. En la página
Liberalism resurgent (Liberalismo renaciente), editada por Kangas, se ofrece
una cronología de las atrocidades cometidas por la Agencia Central de
Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) desde su fundación hasta 1993.
Otra monografía de las maldades de la agencia es The CIA’s greatest
hits (Los grandes éxitos de la CIA), de Mark Sepezauer. Un extracto
del libro puede encontrarse en Third world traveler (Viajero del tercer mundo).
https://es.scribd.com/document/84700244/A-Timeline-of-CIA-Atrocities
http://www.thirdworldtraveler.com/CIA%20Hits/CIA_GreatestHits.html
http://www.thirdworldtraveler.com/CIA/CIA_ThirdWorld.html
HAY UN ARCHIVO escalofriante,
desclasificado por la agencia en 1997, que incluye un “estudio sobre el
asesinato”, guía práctica para perpetrar homicidios “justificados”. El manual
se redactó en el contexto de la intervención de Washington contra el gobierno
guatemalteco de Jacobo Arbenz (1951-1954) y el facsimilar --de mala calidad--
puede consultarse en The National Security Archive (Archivo de Seguridad
Nacional) de la Universidad de Georgetown, en donde también se ofrece un
exhaustivo compendio de documentos desclasificados sobre los vínculos de
Washington con el derrocado régimen de Bagdad desde fines de los años 70,
incluidos el video del famoso apretón de manos Rumsfeld-Saddam, en 1983, y el
material fotográfico usado por el gobierno de Bush para fabricar sus fantasías
sobre armas de destrucción masiva. El 12 de mayo de este año el sitio presentó
un reporte secreto de 1992 dirigido al entonces secretario de Defensa y hoy
vicepresidente, Richard Cheney, en el que se le advertía que los manuales de
inteligencia del ejército incorporaban “trabajo previo” del entrenamiento
brindado por la CIA a militares latinoamericanos en los rubros de técnicas de
interrogatorio y contrainteligencia, y que contenían “material ofensivo y
objetable” que “socava la credibilidad de Estados Unidos y podría generar una
situación vergonzosa”.
http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB4/
http://www.gwu.edu/~nsarchiv/special/iraq/index.htm
http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB122/index.htm
http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB122/index.htm
NO TODOS LOS estudiosos
de la CIA son tan rigurosos y serios. A lo largo de su historia la agencia ha
suscitado delirios paranoicos que, partiendo de algún elemento de realidad,
convierten cuanto tocan en conspiración; si a ello se agrega que las historias
de complots tienen un atractivo comercial indudable, no es rara la
proliferación de best sellers sobre el tema. Un caso claro es
el de Rodney Stich, autor de panfletos perfectamente delirantes (Drogando a
Estados Unidos, Cielos no amigables, Terrorismo contra Estados Unidos) que
se venden en los sitios del autor, quien se presenta a sí mismo como “amigo y
confidente de más de 50 agentes y ex agentes del gobierno, antiguos traficantes
de drogas y otros insiders que le han dado pruebas de
actividades criminales y subversivas que involucran a gente clave en el control
de oficinas gubernamentales en las tres armas del gobierno federal y en los
niveles estatales y locales. Aviador de la Marina en la Segunda Guerra Mundial,
piloto de línea en operaciones internacionales; inspector de la Administración
de Aviación Federal, responsable de seguridad aérea...”
http://www.fromthewilderness.com/free/ww3/10_09_01_krongard.html
STICH ES UN autor
ideal para quienes quieren documentar su convicción de que la luna es de queso
y que si la mayoría de la humanidad todavía no lo sabe es porque Washington,
Moscú y Pekín se han confabulado para ocultar el dato y evitar una catástrofe
financiera en el mercado mundial de lácteos. Sin embargo, hay muchas evidencias
sobre los tratos inconfesables entre la CIA y diversas mafias del narcotráfico,
como ocurrió en el sudeste asiático, Afganistán y Centroamérica.
MEJOR FUNDAMENTADO
QUE las conspiraciones de Stich, el trabajo periodístico de Gary
Webb se expone en una página universitaria titulada Cocaine Import Agency
(Agencia de Importación de Cocaína). A mediados de la década pasada Webb
investigó los vínculos entre la operación Irán-contras, efectuada por el
gobierno de Ronald Reagan con participación de la CIA en los años 80, y las
redes de distribución de crack en Los Ángeles. En su reciente libro, Dark
Alliance (Alianza Oscura), Webb afirma que la conspiración de la
década antepasada contra el gobierno sandinista tuvo como consecuencia la
detonación del mercado de crack. La investigación, por su parte, dio lugar al
surgimiento de la organización Crack the CIA Coalition, que tiene entre sus
propósitos el pleno esclarecimiento del papel de la agencia y el gobierno en el
tráfico de drogas, el desmantelamiento de la CIA, el pago de compensaciones a
los vecindarios más afectados por la droga, el establecimiento de servicios de
rehabilitación y el fin de “la farsa de la guerra contra las drogas” y del
encubrimiento mediático a la vinculación entre CIA y drogas.
http://www.whatreallyhappened.com/RANCHO/POLITICS/MOCK/mockingbird.html
UNO DE LOS aspectos
más abominables de la labor de la agencia ha sido su infiltración en las
universidades estadunidenses, ya sea para espiar a disidentes, coaptar talentos
o inducir el trabajo de investigadores y académicos y sintonizarlo con los
intereses políticos inmediatos de los gobernantes de Washington. Esta faceta de
la CIA fue originalmente descubierta por la revista de izquierda Ramparts, en
1966. Sus editores y colaboradores fueron hostilizados, chantajeados y acosados
de todas las maneras imaginables.
VEINTITRÉS AÑOS MÁS tarde,
Robert Witanek encontró que la agencia seguía metiendo las manos en las
entidades académicas y que “profesores y operativos de la CIA con cobertura
académica han trabajado en forma intensiva en campus de todo el mundo y (...)
han escrito libros, artículos y reportes para consumo de Estados Unidos con
patrocinio y censura secretos de la CIA; han espiado extranjeros en sus países
y más allá; han reclutado de manera regular a estudiantes extranjeros y
estadunidenses y los han capacitado para la CIA; han albergado conferencias con
respaldo secreto de la CIA con cobertura escolar, promoviendo la desinformación,
y han recopilado datos, bajo el rubro de investigación, en movimientos de
liberación del tercer mundo y otros que se oponen a la intervención de Estados
Unidos”.
LAS COSAS NO han
cambiado demasiado desde los años 60. En abril de 2003 David N. Gibbs volvió a
revisar el tema y encontró que en el entorno posterior al 11 de septiembre de
2001, “en la nueva atmósfera de obligación patriótica, los académicos de
Estados Unidos han sido convocados a enrolarse en la guerra contra el
terrorismo, particularmente, como consultores de la agencia”. En un artículo
titulado La CIA ha vuelto al campus, Gibbs se manifestó “contra la colaboración
entre universidades y agencias de inteligencia” y señaló que ese vínculo “es
incompatible con las normas académicas, especialmente en las ciencias sociales”.
http://www.counterpunch.org/2003/04/07/the-cia-is-back-on-campus/
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