- Inteligencia oficial y organismos “civiles”
- Delaciones en línea
- Herramientas de consulta
- Museo del espionaje
A JUZGAR POR la información que ha puesto en Internet,
la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, más que dependencia
gubernamental, es una suerte de galaxia. Dispone de página central, museo en
línea, centro de documentación, venta de publicaciones, una “página de la CIA
para niños”, bolsa de trabajo, noticiero y una utilísima “sala de lectura
electrónica” que permite solicitar, en el marco de la FOIA (Freedom of
Information Act, o Ley de Libertad de Información), archivos y documentos
específicos. Además, el sitio ofrece vínculos a las distintas oficinas,
programas y actividades de la institución y los consabidos documentos sobre
“visión, misión y valores”.
UNO DE ESTOS, según afirma el director de la agencia,
George Tenet, es “la diversidad”. Para demostrarlo, el sitio reseña algunos de
los “grupos de afinidad” reconocidos y apoyados por la CIA, como ANGLE (Agency
Network for Gay and Lesbian Employees, Red de la Agencia para Trabajadores Gays
y Lesbianas), servicio de asistencia a “empleados gays, lesbianas, bisexuales y
transexuales que ofrece vinculación interna de apoyo y educación sobre los
asuntos de la agencia relacionados con la orientación sexual y el entorno de
trabajo”; BIG (Blacks in Government, Negros en el Gobierno), el Comité de
Sordos y Débiles Auditivos, el Consejo de Mujeres del Directorio de
Inteligencia, el Consejo Asesor Hispánico, el Consejo de Nativos Americanos, el
Panel Asesor de Discapacidad y otras siglas que suenan muy bien. Si no se
hubieran inventado hace muchos años en México, la CIA podría reclamar la
patente de las OSG (Organizaciones Sí Gubernamentales).
NO TODO ES tan chistoso como una entidad represiva
tratando de quedar bien con grupos tradicionalmente marginados u oprimidos. En
la esquina superior derecha de la página (que es, según las reglas de
composición, la de impacto más inmediato) está alojado el ominoso (aunque
posiblemente inútil) programa de delaciones electrónicas (Iraqi Rewards
Program) por medio del cual la agencia pretende obtener información –recompensada--
sobre ataques inminentes, armas de destrucción masiva, dirigentes del Baaz,
“insurgencia y terrorismo”, así como sobre personal desaparecido de la coalición ocupante.
El programa cuenta con versión en árabe y dispone de servidores seguros, como
los que usa el comercio electrónico para transacciones con tarjeta de crédito.
EN EL IMPRESIONANTE despliegue de recursos, información
y poder que es el sistema de la CIA en Internet, no deja de ser paradójico que
la agencia, tras haber fallado en la invención de armas de destrucción masiva,
termine mendigando algunos datos al respecto a los internautas que visitan su
página. Si alguien conoce la existencia de un bote de Baygón en algún lugar de
Bagdad y quiere jugar a informante, deberá proporcionar, junto con las
coordenadas del peligroso artefacto, su nombre completo, nacionalidad, ocupación
y número telefónico. “Eso permite al gobierno de Estados Unidos otorgar
recompensas por información valiosa. Mantendremos estricta confidencialidad.”
https://www.cia.gov/library/publications/resources/the-world-factbook/index.html
PARA EL PÚBLICO en general el instrumento más útil de
la CIA en Internet --además de la referida ventanilla electrónica de solicitud
de información-- es sin duda la versión digital del “Factbook”, anuario de
información monográfica por países con datos geográficos, estadísticos,
históricos, mapas, banderas y símbolos nacionales. Además de derribar
gobiernos, espiar y asesinar a líderes populares, la institución también puede
ayudar a los escolapios a hacer sus tareas.
http://www.cia.gov/
http://www.foia.cia.gov/
https://www.cia.gov/kids-page
https://www.cia.gov/careers/diversity
UNA DEPENDENCIA DE la CIA que seguramente dará de que
hablar en estos tiempos es la OMA (Office of Military Affairs, Oficina de
Asuntos Militares), enlace entre la institución de espionaje y las fuerzas
armadas estadunidenses. No está clara aún la participación de la OMA en las
atrocidades perpetradas por la soldadesca estadunidense contra sus prisioneros
en Afganistán, Irak y Guantánamo, pero es probable que esa sigla sea mencionada
con frecuencia en las investigaciones todavía en curso.
https://www.cia.gov/offices-of-cia/military-affairs
EL 21 DE MAYO la agencia rindió homenaje a Christopher
Glenn Mueller y William Chief Carlson, espías disfrazados de
contratistas civiles (¿cómo algún interrogador en Abu Ghraib?) que murieron en
una emboscada en Afganistán “mientras rastreaban terroristas cerca de Shkin, el
25 de octubre de 2003”. La CIA recuerda a sus agentes caídos por medio de
estrellas colocadas en un muro conmemorativo cuyo 30 aniversario fue celebrado
por Tenet precisamente el pasado 21. “Las primeras 31 estrellas fueron
colocadas en 1974. Actualmente hay un total de 83, incluyendo las agregadas
para recordar a Mueller, Carlson y otro oficial cuyo nombre no puede ser
reconocido en público”.
EL SANTO PATRONO de la CIA, por cierto, es Nathan Hale
(1755-1776), a quien se considera el primer estadunidense ejecutado por
espionaje. Héroe de la guerra de independencia estadunidense, el capitán Hale
fue ahorcado en Nueva York por los ingleses, en vísperas de su derrota
definitiva. Los homenajes de la central de inteligencia son una curiosa forma
de poner en un mismo saco a patriotas incuestionables, como Hale, con intrusos
de la ralea de Mueller y Carlson.
http://www.connecticutsar.org/patriots/hale_nathan.htm
ES UNA LÁSTIMA y un disparate que el Museo de la CIA no
esté abierto al público. La razón es simple: en vez de ocupar un espacio
propio, se encuentra dentro del edificio central de la institución;
ciertamente, lo que menos desean los encargados de seguridad es llenar de
hordas de turistas la mítica sede ubicada en Langley, Virginia, la cual, por
cierto, desde octubre de 1998 lleva la denominación oficial de “Centro George
Bush para la Inteligencia”, en lo que podría interpretarse como una broma cruel
para el hijo y homónimo del homenajeado.
EL RECINTO EXHIBE una descafeinada colección de
artefactos de espionaje, tanto estadunidenses como soviéticos y
germanoorientales: cámaras, dispositivos de escucha y encubrimiento, etc. Digo
descafeinada porque entre los objetos expuestos no se hallarán los instrumentos
de tortura empleados urbi et orbi por la dependencia ni los
innumerables e inútiles aparatos que el gobierno de Estados Unidos diseñó,
durante décadas, para asesinar a Fidel Castro. A falta de algo mejor, un objeto
curioso es un contenedor que simula una moneda de un dólar y que era empleado
por los agentes para transportar o enviar información secreta.
https://www.cia.gov/offices-of-cia/science-technology/techonology-artifacts.html
HOY EN DÍA, una cámara fotográfica del tamaño de una
caja de cerillos no es una sorpresa para nadie, pero hace cuatro o cinco
décadas era una herramienta inestimable para los afanes del espionaje. Hay que
reconocer que la CIA, la KGB, la Stasi y otras agencias de inteligencia
fueron, junto con los programas espaciales de los años sesenta, promotoras de
los procesos de miniaturización que ahora se manifiestan como una verdadera
plaga de la vida cotidiana.
MÁS COPIOSAS QUE los recursos de la CIA en Internet son
las páginas que documentan, denuncian, repudian y abominan las atrocidades --reales,
en su gran mayoría, y algunas inventadas-- que la dependencia estadunidense ha
perpetrado a lo largo de su historia en casi todos los rincones del planeta.
Reservemos esa navegación para el domingo próximo.
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