31.7.07

La diferencia


Los gobiernos de Felipe Calderón y de Néstor Kirchner tienen en común un arranque marcado por el déficit de legitimidad. En la primera quincena de mayo de 2003 el ahora presidente argentino tenía a su favor el enorme repudio social generado por la figura de Carlos Menem, con quien iba a enfrentarse en una segunda vuelta; pero el ex mandatario decidió ahorrarse el ridículo de perder por más de 20 puntos, halló la manera para escamotearle una victoria contundente a su rival y cuatro días antes del comicio renunció a la candidatura. Por ese golpe bajo y trapero, Kirchner llegó a la Casa Rosada sólo con los sufragios que había obtenido en la primera vuelta, 22 por ciento, la votación más baja obtenida por un presidente argentino. Calderón, por su parte, logró meterse a Los Pinos con sólo medio punto de ventaja sobre su adversario de izquierda, bajo la sospecha de medio país de que ese margen ínfimo no fue emitido por la ciudadanía sino fabricado por el poder político-económico, y bajo la evidencia de que su antecesor, a la manera clásica del priísmo, abusó del poder público para heredarle el cargo.

En esos inicios amargos se agotan las semejanzas entre el anfitrión mexicano y el huésped argentino. Desde el primer día de su mandato, Kirchner tomó distancia de la confluencia político-empresarial que había llevado a la ruina a su país, asumió un compromiso firme con la restauración de los derechos humanos, reconstruyó la autoridad presidencial e institucional, enfrentó la corrupción del aparato público, buscó un acercamiento con los movimientos sociales –hay que recordar que las calles estaban en manos de los piqueteros-- y ensayó medidas para reactivar la economía y paliar la desesperada situación por la que atravesaba el grueso de la gente. Para redondear la diferencia, hay que recordar que tirios y troyanos reprocharon al ocupante de la Casa Rosada el no haber puesto un suficiente empeño en el combate a la delincuencia y la inseguridad. La defensa de los derechos humanos le es reconocida por todo mundo: desde adversarios políticos como Elisa Carrió hasta el derechista La Nación. En cambio, su deslinde frente a los intereses oligárquicos locales y financieros transnacionales le es criticado desde la izquierda, donde se dice que fue meramente retórico, y desde la derecha, donde se le percibe como excesivo e innecesario.

La precariedad política con la que ambos iniciaron sus respectivas administraciones derivó en circunstancias en cierto modo opuestas: Kirchner le debe la presidencia al hartazgo popular frente a la corrupción e ineptitud de la clase política (“¡Que se vayan todos!”, era la consigna generalizada en ese momento) y su mandato indudable, así hubiera tenido atrás sólo a una quinta parte del electorado, era cambiar el curso de desastre por el que Argentina había transitado y tocado fondo. En ese contexto el nuevo presidente tuvo la libertad necesaria para impulsar un nuevo proyecto de país, y lo hizo. Calderón, en cambio, fue puesto en Los Pinos por los intereses excluyentes y antidemocráticos; queda la duda de si se recurrió, para ello, a una manipulación física y/o cibernética de los sufragios, o bien si bastó con su inducción ilegítima, operada desde la propia Presidencia, los conglomerados mediáticos y corporativos y la mafia sindical que controla al magisterio. Su mandato –no el popular, sino el de las élites— es evitar cualquier cambio sustancial en las condiciones y normas que posibilitan el saqueo del país por los capitales transnacionales, la perpetuación de las terribles desigualdades sociales, la preservación de la impunidad y la corrupción, y la garantía de supervivencia a cacicazgos regionales y sindicales que se apellidan Ruiz Ortiz, Marín, Gordillo o Deschamps. En tales circunstancias, la formulación de un proyecto de país es imposible de necesidad, incluso si en el equipo de gobierno hubiera las luces requeridas para la tarea.

Ahora el anfitrión y el visitante podrán ensayar gestos cordiales y amistosos –y qué bueno que así ocurra— pero sus ejercicios del poder son de signo opuesto. Kirchner encabeza un gobierno con un rumbo definido (otra cosa es estar de acuerdo o no con él), en tanto que el de Calderón tiene como propósito central no mover nada en un régimen uncido a los designios de la oligarquía política y empresarial, quedarse en eso y no ir a ningún lado.



13 comentarios:

marichuy dijo...

Así es Pedro, una sola semejanza (y con sus matices) y varias diferencias

Oye entrando en chismes, si fue Kirchner el que dijo que Chente era el cachorro del imperio ¿verdad? y no, como siempre pensé, el polémico Hugo Chávez. Nomás por eso, Don Nestor me cayó bien, aunque sea algo contrario a las buenas formas y a la diplomacia, decirle eso al palafrenero guanajuatense de Bush, me provocó una sonora carcajada.

Saludos

Anónimo dijo...

Podemos encontrar ángulos de análisis equivocado pero como el de este post es difícil. Kirchner es uno de los presidentes más corruptos de la historia argentina, junto con Menem. Una ministra, la de economía se dejó olvidado 2000.000 dólares en una bolsa en el baño. La de defensa acusada de corrupcion por contrabando de armas. La secretaria de Medio ambiente empleó a decenas de familiares y bombeó miles de dolares a una organización de su marido. El mimos Kirchner nunca rindió cuentas de los 500 millones de dólares de las regalías petroleras. Como en las mejores monarquía, cuando su popularidad se desploma, manda a la reina heredera a ocupar el trono. Todo muy democrático. Los derechos humanos también incluyen la exclusión social, el hambre, la miseria, la violencia, etc. Podría seguir por días, pero no tengo mucha información porque el Presidente Kirchner, al igual que su esposa, no da conferencias de prensa para que el pueblo, blogueros incluidos, le pregunten sobre la tremenda corrupcion de su gobierno.

El país es un caos al borde de la disolución social. La pregunta que nos hacemos los argentinos es cuanto tiempo tardarán en caer. Decir que Kirchner es de izquierda y defensor de los derechos humanos es un disparate sin precedentes. Y te escribo desde la izquierda y como defensor de los derechos humanos!!! Hay que informarse bien.

marichuy dijo...

Pedro
Así es esto, si uno pública se expone a recibir manifestaciones de disentimientos, cosa que en mi opinión enriquece el debate. Justo hoy yo recibí un comentario en un post ya muy pasado llamado “La doctrina Aznar” (en el cual, como te imaginarás, no decía cosas lindas sobre el amigo de Bush y de Fox; y de Calderón y de Espino). Bueno, pues el visitante, español, lo menos que nos llama a mi y a mis amigos blogueros, es rencorosos y patéticos, acusándonos de no tener ni p… idea de nada, de dejarnos llevar e influir por lo que no dicen o vemos en la TV. El principal motivo de su disgusto es el haber establecido similitudes entre Aznar y el fascismo franquista, así como con el racismo del nazi Hitler.

Tu visitante argentino se muestra mucho más razonable y respetuoso, que el españolito que me tocó a mí. Además, pienso que la situación argentina que él describe tiene varios puntos coincidentes con la mexicana.

C’est la vie, mon cher
Un abrazo

Pedro Miguel dijo...

Nop, Marichuy, fue Chávez el que dijo eso. A mí Kirchner me empezó a caer muy bien cuando dejó sin efecto las amnistías y las leyes de "punto final" y "obediencia debida" que favorecían a los militares genocidas. Además me gusta que haya contribuido de manera decisiva a enterrar el engendro del ALCA. Y como verás a continuación, yo también aprecio la participación de nuestro amigo anónimo.
Abrazo, Marichuy.


Anónimo: agradezco y respeto tu punto de vista, pero me parece que disparas al aire, porque nunca dije que Kirchner fuera "de izquierda" ni nada parecido. Afirmé, simplemente, que tiene un proyecto de país (bueno o malo, pero lo tiene, y lo demostró en su primer año de gobierno) y que Calderón carece de algo semejante y que gobierna sin más propósito que perpetuar el poder oligárquico. El argentino ha mostrado dotes políticas, así sea para "llevar a cabo los suficientes cambios en el ejército, la judicatura y la policía para dar nueva legitimidad a las desprestigiadas instituciones del Estado", según lo reconoce el mismo James Petras, un izquierdista que hasta a la momia de Lenin le encuentra indicios de colaboración con la burguesía y el imperialismo.

Ahora bien: tus elementos de juicio tendrás para calificar a Kirchner de "uno de los presidentes más corruptos de la historia argentina"; confieso que yo carezco de ellos y prometo ir a buscarlos. Sin embargo, no me parece que esa falta invalide mi comparación entre Kirchner y Calderón en cuanto al ejercicio de uno y otro como... iba a escribir "estadistas", pero es que de verdad no encuentro un solo punto que me permita reconocerle al segundo esa condición. Para recapitular: comparado con Kirchner, Calderón es un sargento franquista y analfabeto, y no menos corrupto, en todo caso.

Anónimo dijo...

Felipe Calderón, mejor conocido como: "FeCal", el usurpador, el espurio, el pelele, el sirviente de la Gordillo y el peor presidente de la Historia de México, etc. es un vendepatrias, corrupto y mafioso, que tiene la consigna de facilitar a los megacapitalistas campear a sus anchas y a los pobres y las clases medias... morir de inanición. Este desalmado es lo peor que le ha pasado a México. Ha reducido -junto con Fox- del 70 al 35 por ciento (del sueldo nominal) el cobro de la pensión o retiro (condenando a los viejos a la miseria); está regalando PEMEX al padre de Bush; subió los productos básicos estratosféricamente, y permite la entrada de maíz trasgénico -en detrimento del mercado nacional- para usar a los mexicanos como conejillos de indias (como pago a dinero ilegal que recibió de gringos para su sucia campaña).

marichuy dijo...

Ups. Yo pensaba que esa ocurrencia había sido adjudicada a Chávez nomás porque tiene la boquita medio suelta. Pero entonces ese hecho ocurrió en una reunión regional, según yo en Argentina (igual fue en otro lado), la cosa es que según recuerdo en esa reunión, a Chentín le llovió por andar de lamesuelas de Bush y hasta Kirchner le entró al quite… al quite a favor de Chávez no de Chente.

Saludos, Pedro

-.-
Juan Camilo
¿Es cierto que vas a ser gobernador de Campeche, para que así ya no te estemos jodiendo con tus dudosos negocios petroleros?

Pedro Miguel dijo...

Lo dijo el 9 de noviembre de 2005, al regresar a Caracas de la cumbre de Mar del Plata.

Buenísima, la respuesta-pregunta a John-Camy.

marichuy dijo...

Ups, ups, y tres veces ups. Quien y donde haya sido, llamar a Fox “cachorro del imperio”, me encantó. Es más, fue algo muy considerado, yo le habría dicho lo mismo que los españoles le dijeron a José Ma. Aznar por servir -el también- de palafrenero de Bush cuando la invasión a Irak.

Anónimo dijo...

Como yo soy más mexicano que el ribeiro, el albariño, el orujo, las gaitas y el centollo gallego, me presentaré a las elecciones porque amo Campeche (amo lo gilipollas que sois, que me permitís robaros en sus narices y con fuero)... y al Celta de Vigo, que le compré a mi papá (y el muy capullo lo descendió a Segunda).

Pedro Miguel dijo...

Órale, este Juan Camilo ya sonó más auténtico.

Victor Castillo dijo...

Pedro Miguel:

1)En la foto mostrada sale un Calderón muy achatado y un Kirchner muy espigado, ¿es una metáfora visual?

2) Creo que el asunto de izquierdas y derechas explica las cosas en política y economía (es una más de las díadas con las que vive el hombre desde siempre, diría Bobbio. Pero el asunto de la corrupción en todas sus modalidades, creo que no se puede explicar desde ese lugar, sino desde el terreno de la ética y la moral, que permea a nuestra civilización y a los políticos de todas las corrientes.

Después de que la izquierda contemporánea (casi toda) abandonó la idea del socialismo, creo que entró en un conflicto ideológico increíble.

La derecha defiende la libertad, y está claro qué tipo de libertades políticas y económicas, pero ¿si la izquierda defiende la igualdad, dentro de un sistema (capitalista)que por antonomasia es desigual, qué tipo de igualdad defender?

Supongo que la igualdad en las oportunidades. ¿Usted qué opina?

Abrazos y suerte.

Pedro Miguel dijo...

Víctor:

1.- Llevo algunos días experimentando maldades con el Photoshop, y la ilustración de esta entrada fue una de ellas. A Calderón lo retoqué un poquito (no creas que mucho) y a Kirchner no, porque francamente no la necesita: el pobre hombre es, de suyo,una caricatura viviente.

2.- No creo que la izquierda haya abandonado la idea del socialismo; es que la idea del socialismo abandonó este mundo y hasta ahora nadie tiene claro cómo hacer para que reviva/reencarne/resucite/renazca. Eso no quiere decir, por supuesto, que no haya que seguir intentándolo.
El tema de la igualdad es muy complejo. Un buen porgrama mínimo sería:

- En la calidad de la educación, los servicios de salud y los servicios públicos en general, promover la igualdad de personas con distintas condiciones económicas;
- atenuar las desigualdades en la renta y el ingreso (vía fiscal y redistributiva);
- abolir todo tratamiento desigual jurídico y administrativo por género, cultura, idioma, orientación sexual, religión, características físicas y anatómicas y (cuando corresponda) nacionalidad y edad;
- establecer una base mínima, garantizada por el Estado, en la alimentación, la vivienda, el vestido y la recreación y la cultura.

Victor Castillo dijo...

Pedro Miguel:

He leído su respuesta (gracias) y tomado nota.

El asunto de Cultura y Civilización, en relación con la Política Económica me apasiona y tendré que investigar más.

Abrazos y suerte.

PD: Ya he resarcido lo del falso virus, fue un ataque de paranoia cibernética.