Tú siempre has querido tener un Tocino original en tu casa, pero hay un problemita: un cuadro de ese artista cuesta, en una subasta, entre cuatro y medio y seis y medio millones de euros. Digamos que, bajita la tenaza, cinco millones, pues, en promedio:
Por supuesto, tú, que eres un ciudadano solvente, cuentas con esa suma en tu cuenta corriente, pero preferirías invertirla en otra cosa; por ejemplo, financiar un programa de investigación y desarrollo a fin de dotar a tu Meriva vieja con capacidad de realizar despegues y aterrizajes verticales, para eludir el tráfico; hacerla invisible al radar, para que Marcelo no te apañe en los excesos de velocidad y, si te sobra algo, ponerle tubos de escape con baño de oro (sí, ya sé que antes de eso tendrías que cambiarle llantas y limpiadores, pero no me lo recuerdes ahorita).
La solución a tus tribulaciones es simple. He aquí los pasos (clic en las imágenes para ampliarlas):
1. Baja de la web la foto de un cuadro de Bacon con un fondo que te guste. Por ejemplo, éste, que parece un señor haciendo pipí tras las cortinas:
2. Con la herramienta "clonar" de tu Photoshop pirata, borra del cuadro a la figura central. No te esmeres mucho:
3. Vira el color de la gráfica obtenida a fin de armonizarla con los muebles de tu sala (en el arte los detalles son lo de menos, pero en la decoración resultan sumamente importantes):
4. Sácale una foto a alguien o a algo y procura que salga más desafocada que la mierda:
5. Con la herramienta correspondiente de tu programa fotográfico, recorta la figura que te interese; no te obsesiones con la precisión:
6. Pon el objeto recortado en un archivo aparte y dale un poco de transparencia y tantito efecto "soft edge", o equivalente:
7. ¡Ya casi terminas! Coloca el pegote sobre el fondo previamente preparado y suaviza un poco los bordes con la herramienta "clonar", ajustándola previamente a un alto grado de transparencia:
8. Para finalizar, adereza tu cuadro con algunos toques de "auténtico Bacon"; por ejemplo, esas líneas claras tan cotorras que solía usar el Maestro para enmarcar al personaje central y, al mismo tiempo, crear cierta sensación de perspectiva. ¡Y listo! Te has ahorrado unos cinco millones de euros. Con los "recursos liberados", como dice el mamerto de Calderón, podrás arreglar tu coche y, de pasada, has posicionado a tu perrita en el panorama del arte contemporáneo. Esperemos que la memoria del admirado maestro Pancho Tocino no se nos vaya a ofender con la travesura:
¿No olvidas algo? ¡Fírmalo!
2 comentarios:
Hasta con el arte logras sacarme sonrisas y obvio, reflexión.
Abrazos.
G
Clarice: gracias por ambas, y abrazo correspondido.
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