Vivan los que murieron con el nombre del país en los labios.
Vivan los que luchan por mejorar la vida.
Vivan las que se sobreponen a la misoginia y a la homofobia.
Vivan las que ejercen el dominio de su cuerpo.
Vivan los que sobreviven a la violencia.
Vivan los que subsisten en la crisis.
Vivan los asalariados que estiran su jornal.
Vivan los campesinos que les niegan su tierra a los transgénicos.
Vivan las mujeres que organizan cooperativas de producción y autoconsumo.
Vivan los ambulantes que defienden su mercancía.
Vivan los limpiaparabrisas que no tienen más patria que una esquina.
Vivan los electricistas, los mineros y los metalúrgicos.
Vivan los telefonistas.
Vivan los petroleros que defienden a Pemex.
Vivan las comunidades indígenas que anotan en un viejo cuaderno las ofensas que han sufrido.
Vivan los burócratas que no convierten su sello de recibido en un arma contra el prójimo.
Vivan las caseras que perdonan la renta al inquilino desempleado.
Vivan quienes tienen que irse a Estados Unidos para mantener a su familia.
Viva la memoria de quienes se quedan tirados en el desierto.
Vivan los mexicanos capturados por la migra.
Vivan las señoras que escuchan con simpatía los problemas de la vecina.
Vivan los niños y las niñas que ayudan a lavar los platos.
Vivan los menores que trabajan.
Vivan los escuincles que hacen preguntas incómodas sobre sexo, religión e historia patria.
Vivan los tenderos que dan fiado.
Vivan los cooperativistas de Pascual.
Vivan quienes logran superar una adicción.
Vivan las y los informadores que inventan medios alternativos y que se empeñan en darlos a conocer.
Vivan las chavas clasemedieras que ponen su conexión de Internet al servicio de la verdad y de la gente.
Vivan quienes se niegan a dejar morir su imaginación.
Vivan quienes defienden la herencia del pasado.
Vivan quienes comprenden que la herencia del pasado es la primera piedra del futuro.
Vivan las monjas, los curas y los ministros de culto que predican con la verdad.
Vivan los que promueven el uso del condón en comunidades rurales.
Vivan los empresarios que reducen su ingreso personal para pagar a sus empleados.
Vivan los profesores quecrean conciencia en sus alumnos.
Vivan los artistas que no se dedican a componer shalalás ni retratos al óleo del presidente el turno.
Vivan los sexoservidores que alquilan su cuerpo sin vender su dignidad.
Vivan los delincuentes que se rehabilitan.
Vivan los mendigos que no estafan a quienes los socorren.
Vivan las costureras que se emocionan con la emoción de las quinceañeras al estrenar el vestido.
Vivan los taxistas que no alteran el taxímetro.
Vivan los industriales que no se doblegan a la invasión de contrabando.
Vivan los políticos que actúan con sensatez y honestidad.
Vivan las legisladoras que no se autocensuran al hacer uso de la tribuna.
Vivan los jardineros y las floristas que cuidan hasta la última hoja y hasta el último pétalo.
Vivan los comunicadores que no entregan las nalgas al poder.
Vivan los abogados que defienden derechos humanos y que combaten injusticias laborales.
Vivan quienes descubren a los rateros en las oficinas públicas.
Vivan quienes gritan “¡Muera el mal gobierno!”
Vivan los pueblos cercados por grupos paramilitares.
Vivan los parientes de niños asesinados que se niegan a olvidar el agravio.
Vivan las mujeres que denuncian a los violadores.
Vivan quienes desenmascaran a curas pederastas.
Vivan quienes no ven la tele comercial ni se tragan sus mentiras.
Vivan quienes se burlan de los opresores.
Vivan quienes han pasado varios días de su vida en plantón ante la Suprema Corte.
Vivan quienes se toman en serio las campañas de boicot a las marcas gringas manchadas de sangre.
Vivan los policías y soldados que sienten malestar y vergüenza de estar siendo usados contra la gente.
Vivan las indómitas, los infatigables, las insobornables, los irreductibles.
Vivan quienes se organizan para desafiar al poder oligárquico.
Vivan los nacos, los chundos, los pelados, la raza.
Viva México.
Viva México.
Viva México.
14 comentarios:
Y Viva Pedro Miguel, Chingao
Abrazos, mi querido y combativo amigo.
Vivan los escritores como Pedro Miguel...que siempre estan entre el pueblo y con el pueblo!
Vivan las madres que hacen rendir el chivo al máximo.
Vivan los obreros que salen a chingarle mientras sus hijos duermen.
hermoso, casi me hace llorar, espero que no se quede solo en esa momentanea reacción
¡Vivan los chavos que no salen en listas para entrar a la Universidad y siguen insistiendo!
Un Abrazo Pedro Miguel, me dió mucha alegría leerte hoy.
Qué chingón tu texto, Pedro. Me tomé el atrevimiento de tuitearlo. Abrazo.
Vivan las personas que respetan y cuidan la naturaleza.
Vivan las personas que demuestran amor y compasión por los animales de la calle.
Vivan los amigos de México que sienten este país y sus dolores como los suyos propios.
Vivan quienes vinieron a nuestro país y volvieron mexicanos.
Vivan los mexicanos que desde el extranjero siguen amando a México.
Viva la educación pública, laica y gratuita.
Gracias Pedro, por tus palabras y acciones.
Vivan los doctores, investigadores y maestros que trabajan con ahínco por los que menos tienen, aunque sus bolsillos estén vacíos
Vivan quienes impulsan a sus hijos a estudiar y trabajar, aunque todos digan que las actividades ilícites paguen más
Vivan los que no pierden la esperanza del México que nos merecemos: con justicia, desarrollo y paz, y trabajan por convertirla en realidad
Te abrazo fuertemente.
Graciela
¡Vivamos!
GRACIAS PEDRO MIGUEL POR RECORDAR A LOS QUE ESTAMOS LEJOS DE NUESTRA TIERRA Y QUE NOS AFERRAMOS A LA ESPERANZA DE VOLVER ALGUN DIA.EN VERDAD GRACIAS.ATENTAMENTE: UN MIGRANTE CONCIENTE.
¡Bravo, viva!
Gracias Pedro Miguel por escribir y estar.
Un abrazo.
Maestro:
¡¡¡¡Cabrón!!!!
¡¡¡¡Recabrón!!!!
¡¡¡¡Me sacaste las méndigas lágrimas!!!!
Viva México
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