- Carambola y, por ídem, casualidad favorable
- Las lenguas chiripa
- Chiripas, tangas y pañales
EN NAVEGACIONES ANTERIORES apareció, de pura chiripa, el término
anglosajón serendipity y sus posibilidades de traducción. Efrén Pérez Vázquez
encontró, nada menos, que la palabra se origina en el nombre antiguo de Sri
Lanka (Serendip), hallazgo que se consignó en este espacio. Luego el asunto
inspiró a Samuel Ramos Palacios para enviar un mensaje electrónico por demás
atinado: “Yo en español en vez de serendipity, serendipicia u otros atropellos,
prefiero decir chiripa. Quiere decir lo mismo y es nuestro.” Tiene toda la
razón. Esta navegación en busca del vocablo empieza, pues, en Ceilán, hace
escala en México, llega a las costas orientales de Sudamérica y termina quién
sabe dónde, pasando por otras partes.
LA REAL ACADEMIA Española (RAE) y su correspondiente, la
Academia Mexicana de la Lengua (AML), en sus respectivos desatarantadores,
registran, ambas, el vocablo. Le Vieux Coq, por su parte, dice en uno de sus diccionarios
memorables que “esta voz se deriva de la palabra aymará chiripa”.
HASTA DONDE SÉ, la definición más antigua la
proporciona José Joaquín Fernández de Lizardi en El
Periquillo Sarniento (1816): “Chiripa llamo yo una cosa así como que no
vuelva usted a hacer otra cura ni yo a dar otra sangría mejor. A lo menos yo,
por lo que hace a mí, estoy seguro de que quedé bien de chiripa, que por lo que
mira a su mercé no será así, sino que sabrá su obligación.”
EL TRADUCTOR Y AJEDRECISTA Willy de Winter asienta la
inconveniencia de trabajar con chiripas en el tablero: “Esta palabra, la
conocemos todos. Quiere decir: casualidad, coincidencia. Sin embargo, el
término, como concepto, es algo desconocido en nuestro juego de ajedrez (que)
es pura lógica y, por consiguiente, en él no entran las consideraciones o los
acontecimientos que pertenecen a 'lo milagroso'.”
http://www.rae.es
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/780487191-
AÑOS DESPUÉS QUE Fernández de Lizardi, otros escritores
consolidarían la principal acepción de chiripa: el cantábrico José María de
Pereda (1833-1906), el canario Benito Pérez Galdós (1843-1920), la gallega
Emilia Pardo Bazán (1851-1921) y, entre muchísimos otros escritores
contemporáneos, el madrileño Alonso Zamora Vicente, el peruano Félix Álvarez
Sáenz (Crónica de blasfemos) y el valenciano Enrique Cerdán Tato, autor,
este último, de novelas con títulos tan inquietantes como Todos
los enanos del mundo, Los ahorcados del cuarto menguante, La
batalla de las tetas y Sombras
nada más. En 1769 Ramón de la Cruz escribió una pequeña pieza satírica (Manolo. Tragedia
para reír o sainete para llorar) en la que aparece, entre personajes de
motes tan expresivos como La Remilgada, La
Potajera y Mediodiente,
una tal Tía
Chiripa. Pero el más destacado Chiripa imaginario es, sin duda, el que
inventó el español Leopoldo Alas, Clarín (1852-1901),
quien lo incluyó en varias de sus obras (La Regenta, Pipá).
La idea de bautizar personajes imaginarios con el nombre de Chiripa podría
originarse en los sobrenombres de bandidos reales, acaso tan antiguos como los
que formaron parte de la Orden o Cofradía de la Garduña, que operó en la Sierra
Morena en el siglo XVI. En el estudio Los otros bandoleros aragoneses (Huesca,
2002), Adell Castán y José Antonio-García Rodríguez Celedonio ponen a un tal Chiripa entre
otros malhechores de apodos memorables: Greñicas, Mediaoreja, Bondades,
Perico Estela y Cucaracha.
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/91382752-078697452965279/751
http://galeon.com/cantabria/Biografias/CarpP/PeredaJM/PeredaJM.htm#Biografia
http://archivosmunicipalescaceres.es/azv/biografia.htm
EN UNA ARRIESGADA expedición que une las tierras de los
rarámuri (noroeste de México) con las de los guaraníes (Paraguay, Brasil y Argentina),
resultó que la palabra designa sendos idiomas. No está claro si en el Cervantes
Virtual --biblioteca digital que ha resultado una principalísima carta de
marear en estas Navegaciones-- la referencia “chiripas” contenida en la Geografía
de las lenguas y carta etnográfica de México (1864), del ilustre etnólogo
chilango Manuel Orozco y Berra (1816-1881), es una errata por “chinipas”, si
esta última es yerro de la primera, o qué chiripas. La cosa es que en la obra
se menciona como un “dialecto del tarahumar, hablado por los varogios, voragos,
varohios, chiripas, guailopos, maguiaquis, laizos, husorones, cuatecos y
tecargonis”.
101 AÑOS DESPUÉS (1965), el siempre esclarecedor Alfredo
López Austin editó una recopilación de literatura guaraní (versiones de León
Cadogan) que recoge textos mbyá, chiripá y paí-kaiová. Según el sitio
Ethnologue.com, chiripá es un idioma que tiene como “nombres alternativos”
tsiripá, ava, ava guaraní, apytare, nhandeva y ñandheva, que cuenta con 11 mil
900 hablantes repartidos en Paraguay, Argentina y Brasil. El mallorquín Bartomeu
Meliá, quien preconiza una “antropología sin antropólogos” ha alertado sobre la
amenaza de extinción que pesa sobre la lengua chiripá.
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/00366172008071140810046/p0000001.htm#I_10_
http://www.ethnologue.com/show_language.asp?code=NHD
EN UNA PÁGINA educativa argentina (ONI) se afirma que
los hombres guaraní “estaban desnudos o apenas tapaban sus genitales con un
pequeño chiripá o taparrabos de tela, que envolvía la cintura” y que “las
mujeres usaban una prenda mínima de corte triangular realizada con plumas de
ave denominada tanga.” El presunto origen de una prenda que para millones de
seres humanos de ambos sexos es hoy motivo de obsesión, desvelo y comisión de
estupideces, se ve reforzado por el documento Guarinismos en la banda
oriental, que
en la entrada tangarupa dice: “De tangará, un ave (Chiroxiphia caudata-Shaw)
y rupá, lecho, nido. O de tanga, taparrabo femenino y por extensión mujer, y
rupá, 'lecho o cama de mujer vulgar'”.
UNA CHIRIPA DE verdad inquietante es que en la
página del pueblo de Tubilla del Lago, ubicado en Burgos a orillas del Duero,
se menciona un juego ancestral que practican los habitantes de la localidad: la
Tuta, o Tanguilla, o Tarusa, o Tanga, “que se ejecuta, poniendo un hueso o
canto en el suelo y encima un ochavo o cuarto cada uno de los que juegan, los
cuales tiran con un ladrillo o tejo desde una parte determinada a derribarlos,
y los que gana el que los pone más cerca del tejo, que tiran”. Según los
tubillenses, “tango procede del verbo latino tangere, que significa 'tocar'”. Órale,
pues.
http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi98/Chiwolla/antiguos/pg.htm
http://letras-uruguay.espaciolatino.com/notas/guarinismos.htm
http://www.tubilladellago.com/tuta1.html
http://www.tubilladellago.com/tuta1.html
DEJEMOS DE LADO la tanga y volvamos a la chiripa, que a
estas alturas ya pasó de ser grave a aguda, ganó un acento –chiripá-- y
transitó de taparrabo guaraní a prenda vaquera característica de los gauchos.
En otra de sus secciones, el ya citado sitio de ONI dice que “la palabra
chiripá significa 'para frío' y proviene del lenguaje quichua”. Vaya. Ahora resulta
que la palabra no es guaraní sino “quichua”. El sentido de prenda de lactantes
lo consigna también el doctor Enrique César Lerena de la Serna en el prefacio a
un panfleto antiecologista: “El ecoterrorismo usaba chiripá (pañales)”.
Folklore del Norte afirma: “En el último tercio del siglo XVIII tomó sus dos
formas definitivas: como una simple falda sujeta a la cintura, que da vuelta y
media al cuerpo (simple por detrás y doble por delante) cayendo hasta la media
pierna, y también, en la otra forma, es decir, la más apta para la equitación:
un rectángulo pasado entre las piernas y sujetas sus cuatro puntas a la cintura,
al modo de un pañal o bragas”.
http://www.oni.escuelas.edu.ar/2001/bs-as/desfile-criollo-artesanal/chiripa.htm
http://www.folkloredelnorte.com.ar/arbol.htm
OTROS SIGNIFICADOS DE chiripa pueden encontrarse en el Glosario
de términos dominicanos y en el ya referido sitio de Le
Vieux Coq, enciclopédico, loco y maravilloso.
http://www.colonialtours.com.do/diccionario.htm
CUANDO YA DABA por terminada esta navegación, encontré
en un viejo foro de debate de la agencia Efe (Lista del español urgente) un
mensaje colocado el sábado 26 de febrero de 2000 por el cibernauta Arturo
Pérez, en el que se cita la definición de Fernández de Lizardi y se plantea la
siguiente pregunta: “¿Podríais confirmarme que 'chiripa' no tiene la misma raíz
de serendipia? Gracias.” ¿Chiripa?
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